El lector interesado en la problemática de la enseñanza de la historia y el análisis cognitivo de los procesos de aprendizaje en niños de nivel preescolar y de los primeros años de primaria, encontrará en el libro Didáctica de la historia en la educación infantil y primaria una reflexión acerca del pensamiento histórico y su correlación con la formación integral que se desprende del currículum escolar.

El texto abre el debate en el plano de la didáctica de la historia, en un contexto institucional que tiene que ver con las formas de ordenamiento y estructuración de los contenidos delimitados por "un control mecanicista del currículum", y los procesos de formación en las escuelas. A lo largo del libro, la autora nos va adentrando en la construcción y formación del pensamiento histórico. Se desiste a ubicarlo sólo como una materia más del currículum escolar; en cambio, lo define dentro como un proceso relacionado con el tiempo, el cual constituye una forma peculiar de abordar la realidad de los niños y una aproximación subjetiva para comprender su entorno cotidiano; es decir, una experiencia de pensamiento.

Además, hay una particular atención en el manejo de los contenidos históricos respecto a los docentes. El planteamiento se ubica en una delimitación del yo del docente encargado de transmitir el contenido, pero a través del propio reconocimiento del yo histórico del enseñante, aspecto que la autora señala como un elemento fundamental para el acto mismo de la transmisión del conocimiento, ya que el docente no tiene que perder de vista su "yo infantil" en la situación de su ser "docente historiador".

En este orden de ideas, el texto parte de una concepción de enseñanza-aprendizaje de la historia a partir de los propios marcos de referencia de los alumnos, en la cual el contenido escolar primero tiene que ser referenciado dentro del marco más intimo del niño respecto a su biografía individual y colectiva con referentes de tiempo y espacio. Estos referentes son integrados a un proceso de pensamiento que va constituyendo un conjunto de relaciones que se estructuran como vivencias del niño y que son el soporte de la interiorización del tiempo histórico, como referente para poder explicar la significación del tiempo a partir de los hechos cercanos de los alumnos. Por lo tanto, el concepto de historia que constituye el planteamiento didáctico de la autora, va sobre la comprensión de los hechos referenciados a la aproximación que hacen los niños en un marco de interés circunscrito.

Así, en el transcurso de los apartados que conforman el libro, el lector podrá encontrar una serie de referentes teóricos y estudios de caso que le permitirán analizar los fundamentos que dan cuenta de los aprendizajes significativos y de las experiencias relevantes para constituir, la enseñanza y el aprendizaje de la historia, una dimensión que articule la identidad de los alumnos y su vinculación con la pertenencia al grupo social de referencia.