Revista Electrónica
de Investigación Educativa
Vol. 17, Núm. 2, 2015
Innovación
docente con One Minute Paper, ¿afecta el rendimiento académico?
Milagros Vivel-Bua (*) mila.vivel@usc.es
Sara Fernández López (*) correo@usc.es
Rubén Lado-Sestayo (*) correo@usc.es
* Universidad de Santiago de Compostela
(Recibido: 27 de febrero de 2014; Aceptado para su publicación: 14 de
enero de 2015)
Resumen
Europa ha implantado una estrategia institucional en la Universidad para transitar
de un modelo educativo focalizado en la enseñanza hacia otro cuyo eje
es el aprendizaje, imponiendo la necesidad de evaluar si ello se traduce en
una mejora del rendimiento académico. Este trabajo analiza el efecto
de un sistema de evaluación continua basado en la realización
de diferentes actividades, destacando la aplicación de una técnica
de innovación docente denominada one minute paper, sobre el
resultado académico de alumnado universitario a través de modelos
probit y tobit. Los resultados muestran que los alumnos han
participado regular y satisfactoriamente en todas las actividades, las cuales
han denotado una influencia positiva y significativa sobre la probabilidad de
aprobar la asignatura en primera convocatoria oficial, y sobre la nota obtenida.
Asimismo, el one minute paper ha mostrado su utilidad a la hora de
mejorar sus resultados académicos.
Palabras clave: Docencia, one minute paper, rendimiento académico.
I. Introducción
Durante la última década, las autoridades educativas europeas
han motivado la adopción de nuevas metodologías docentes, preferentemente
innovadoras, con el objetivo de avanzar en la implantación y consolidación
posterior del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES),
materializado a través de la Declaración de Bolonia (Ministerios
Europeos de Educación, 1999). Este proceso de mejora en la calidad de
la enseñanza universitaria ha supuesto una modernización de los
métodos tradicionales de enseñanza, poniendo un mayor énfasis
en la adquisición de competencias y capacidades en lugar de la adquisición
de conocimientos teóricos por parte del alumnado. Este nuevo enfoque
ha supuesto un reto para el profesorado, que consume no sólo recursos
sino también un período de tiempo, a través del cual es
necesario analizar, entre otras cuestiones, su eficacia en el resultado académico
y, por supuesto, en la calidad de la enseñanza percibida por el alumnado
a través de la aplicación de estas nuevas técnicas docentes.
En este contexto, los programas académicos han incorporado métodos
de aprendizaje activo y cooperativo, como los debates y los trabajos de grupo,
así como técnicas de evaluación alternativas (Belden, 1992;
Becker y Watts, 2001; Benzinger y Christ, 1997). Al mismo tiempo, se han propuesto
como herramientas docentes la exposición de conferenciantes invitados,
las clases compartidas (team teaching), o las técnicas de autoevaluación
del estudiante conocidas como papel al minuto (one minute paper),
objeto particular de análisis en este trabajo. En este sentido, otras
herramientas que también se han potenciado han sido los talleres y seminarios
realizados por el propio profesor, la utilización de la prensa económica
y financiera en el desarrollo del curso, y las lecturas de publicaciones académicas.
Asimismo, dado el avance tecnológico que protagoniza e impone la sociedad
actual, se ha subrayado la importancia de utilizar medios audiovisuales (presentaciones
multimedia, vídeos, juegos de simulación y prácticas informáticas),
y familiarizar al alumno con el manejo de bases de datos en Internet.
Ahora bien, cabe destacar que la adopción y aplicación de estas
herramientas debe sustentarse en la existencia de un feedback entre
el profesor y el alumno. Romero (2001) destaca que la práctica docente
tiene tres elementos esenciales: el qué, el cómo y a quién
se transmiten conocimientos. No sólo es importante que el profesor domine
los contenidos de la materia sino también que sepa trasladarlos a los
alumnos, adaptándose a sus particularidades y manteniéndolos motivados
y conscientes de la importancia de la materia para su formación universitaria.
Este trabajo analiza los efectos de un sistema de evaluación continua
basado en realizar diferentes actividades prácticas, en especial aquellas
asociadas a la técnica de innovación docente papel al minuto,
y varias pruebas periódicas de contenidos, sobre el rendimiento académico
universitario. En concreto, se estudia una muestra formada por alumnos matriculados
en la asignatura de contabilidad financiera, correspondiente al 3er. curso de
los estudios de grado en administración y dirección de empresas
de la Universidad de Santiago de Compostela (España) durante el curso
académico 2011-2012.
Este estudio realiza dos contribuciones
a la literatura académica. Primero, el trabajo presenta evidencia empírica
sobre la aplicación de diferentes herramientas docentes para la evaluación
continua de alumnado universitario, especialmente la referida a la técnica
de one minute paper, sobre la cual existen trabajos previos con un
enfoque más bien teórico. Esta cuestión resulta especialmente
crítica en el ámbito de la contabilidad, la cual configura una
materia omnipresente en cualquier grado vinculado a la gestión empresarial.
Segundo, aunque la investigación se focaliza en una universidad española,
presenta una experiencia docente extrapolable a otros ámbitos académicos
debido, fundamentalmente, a que el óptimo aprendizaje por parte del alumnado
es un objetivo universal para todos los profesores. En este sentido, el estudio
constituye una buena referencia para diseñar la aplicación del
one minute paper, que es una técnica docente que implica una pequeña
cantidad de recursos y puede generar resultados de aprendizaje muy satisfactorios.
Tras este apartado introductorio, el siguiente apartado expone la técnica
de one minute paper, identificando sus objetivos y funcionamiento en
el ámbito universitario. El apartado tercero presenta el estudio empírico
realizado a través de la descripción de la muestra y la exposición
y comentario de los principales resultados obtenidos. El trabajo finaliza con
un epígrafe que recopila las principales conclusiones obtenidas.
II. Innovación docente en la universidad: la técnica de
one minute paper
El control de la asimilación de los contenidos impartidos en el aula
ha sido frecuentemente instrumentalizado a través de la realización
de exámenes y pruebas periódicas a los alumnos. Sin embargo, sin
negar la validez de esta herramienta docente, es necesaria la introducción
de nuevas técnicas que promuevan una participación activa del
alumno en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La herramienta docente
denominada papel al minuto o one minute paper ha demostrado ser una
estrategia docente útil que mejora el desarrollo y adquisición
de competencias (León y García, 2010). Su origen suele vincularse
al profesor Charles Schwartz de la Universidad de Berkeley y a los Harvard
Assesment Seminaries, organizados con el propósito general de mejorar
el ejercicio docente para que el alumno tuviese un aprendizaje adecuado (Stead,
2005).
El one minute paper supone, con carácter general, el planteamiento
de un conjunto limitado de preguntas que los alumnos deben resolver por escrito
al finalizar una sesión de clase (Saez y Rodríguez, 2003; Ashakiran
y Deepthi, 2013; Lightbody y Nicholl, 2013). Posteriormente el profesor revisa
las respuestas y, en la siguiente clase, comparte y debate con los alumnos los
resultados obtenidos enfocándose, sobre todo, en la corrección
de los errores o deficiencias detectadas en el aprendizaje. De acuerdo con Morales
(2011), las cuestiones planteadas deben ser redactadas de forma concisa, permitiendo
una respuesta breve y abierta, y relacionada con la percepción del alumno
sobre los contenidos impartidos u otras tareas realizadas (por ejemplo, ejercicios
y trabajos).
El one minute paper puede incorporar cuestiones que conlleven la identificación
de conceptos clave, la formulación de ejemplos, la realización
de propuestas de mejora al docente para mejorar la comprensión de contenidos,
la redacción de ideas y opiniones sobre el tema abordado, etc. De hecho,
Cuseo (2010) propone una tipología de preguntas que recogen la percepción
del alumno sobre lo que le ha resultado más interesante, lo que considera
más relevante o útil, su análisis o identificación
del eje central de la clase, y el establecimiento de conexiones conceptuales
o vínculos entre los contenidos de la materia en la que se aplica el
one minute paper y otras materias que esté cursando.
Por tanto, el one minute paper permite que el profesor disponga de
información inmediata sobre el proceso de asimilación de contenidos
de sus alumnos y sobre la eficacia de su trabajo en el aula (Felder, 1992).
Además, favorece la participación activa del estudiante en el
proceso de enseñanza (Chizmar y Ostrosky 1998), siendo un buen complemento
de la lección magistral, método tradicional y muy popular entre
el profesorado universitario (Romero, 2001; Rivero, Rivero y Gil, 2000).
Como indica Morales (2011), esta técnica permite responder a una pregunta
que puede inquietar a cualquier docente: ¿entienden los alumnos las exposiciones
de contenidos realizadas? Se trata de vencer la denominada maldición
del conocimiento (the curse of knowledge), esto es, conseguir que el
nivel avanzado de conocimientos sobre la materia que imparte el docente no impida
que éste pueda transmitirlos al nivel y de la forma adecuados al perfil
del alumnado objetivo (Froyd y Layne, 2008).
El one minute paper constituye una técnica de innovación
docente sencilla y con un bajo costo de implantación (low-tech)
que, como demuestran los estudios de Rivero et al. (2000), Sáez y Rodríguez
(2003), Beltrán, Pereira y Sáez (2011), y Sáez, Beltrán
y Garrido (2010), puede generar resultados muy satisfactorios en términos
de aprendizaje. De hecho, en un intervalo temporal relativamente breve se ha
convertido en una herramienta docente ampliamente utilizada (Angelo y Cross,
1993). Por ejemplo, Light (1990) identificó su aplicación por
parte de 200 profesores de la Universidad de Harvard, mientras que Cross (1996)
duplicó esta cifra seis años después.
Ahora bien, esta técnica tampoco está exenta de inconvenientes,
por ejemplo, la frustración que puede sufrir el docente cuando comprueba,
a través del one minute paper, que el alumno ha alcanzado un
nivel de asimilación de contenidos deficiente en relación con
el que esperaba o identificó como tolerable (Sáez y Rodríguez,
2003). Además, hay que considerar que la revisión de los cuestionarios
puede consumir una gran cantidad de tiempo cuando se aplica en grupos muy numerosos
y existen pocos docentes responsables de la asignatura. En esta situación,
Romero (2001) recomienda reducir el número de one minute papers
(por ejemplo, uno por bloque temático del programa académico),
la corrección por muestreo aleatorio, o la aplicación de nuevas
tecnologías en lugar del soporte físico en papel para su realización.
De hecho, Chizmar y Ostrosky (1998) estimaron que revisar los one minute
papers en un aula de 24 alumnos supone una hora si se realizan en papel,
y sólo 15 minutos si se emplean medios informáticos.
Desde la perspectiva del alumnado, un inconveniente de la técnica se
refiere a que la identifiquen con exámenes periódicos y no un
tipo de ejercicio que puede contribuir a un mejor aprendizaje. Ello puede generar
una importante tasa de abandono en su realización porque el alumno: 1)
no obtiene buenos resultados en los primeros que resuelve, interpretando que
se han reducido sus opciones para aprobar la materia; 2) no realiza ninguno
porque asume que ello supondría un seguimiento continuo e intensivo de
los contenidos, esto es, un alto grado de compromiso en relación con
otras asignaturas. En esta situación, resulta crítico que el docente
realice una buena exposición de la técnica al alumnado a fin de
que comprendan adecuadamente sus características y la finalidad perseguida
con su utilización: el aprendizaje.
En definitiva, el one minute paper es una técnica docente que
no constituye una garantía inequívoca de un buen rendimiento académico
per se, siendo necesario que el docente la adapte a las particularidades
que presenta su alumnado objetivo y coordine su aplicación con otros
métodos de enseñanza como, por ejemplo, la lección magistral.
III. Análisis estadístico-descriptivo de la muestra de
estudio
Esta investigación utiliza una muestra de 161 alumnos matriculados en
la asignatura de Contabilidad financiera durante el curso académico 2011-2012,
correspondiente al grado en Administración y dirección de empresas
de la Universidad de Santiago de Compostela (España). Las sesiones de
clases se organizan en dos categorías: expositivas, relativas al desarrollo
teórico de los contenidos del programa, e interactivas, referidas
a la realización de actividades prácticas. En concreto, existen
tres grupos expositivos (EXP01, EXP02 y EXP03) y seis interactivos (I01, I02+I03,
I05, I06+I07, I09 e I10+I11)1
con una presencia mayoritariamente femenina (Figuras 1 y 2).
Figura 1. Distribución del alumnado en los grupos
expositivos (número de alumnos)
Figura 2: Distribución
del alumnado en los grupos
interactivos (número de alumnos)
Becker (1997) establece que la función docente será efectiva en el aprendizaje a través de la aplicación coordinada de varias técnicas. De este modo, en esta asignatura se utilizaron:
El 85.09% del alumnado matriculado (137 alumnos) optó por participar en el denominado “sistema de evaluación continua”, el cual, además de suponer la realización de un examen oficial al finalizar el semestre, implica la participación en las diferentes clases y, más concretamente, en todas las actividades planteadas. De hecho, el examen oficial representa el 70% de la calificación final del alumno, mientras que la nota que éste obtenga en las actividades supone el 30% restante. En total, el alumno puede obtener un máximo de 10 puntos, estando el aprobado en 5 puntos. La Tabla I muestra la distribución de las puntuaciones obtenidas a través de las actividades. El alumno medio obtuvo 0.82 puntos por la realización de actividades prácticas y 0.55 puntos por las pruebas. En general, estos resultados se mantienen en todos los grupos interactivos, existiendo mayor variabilidad entre grupos en relación con la nota media obtenida en las pruebas y no tanto en las actividades.
Tabla I. Estadística
descriptiva de las notas obtenidas por los
alumnos en las sesiones interactivas
Dentro del ítem de actividades prácticas se encuentra la realización de los cuestionarios de one minute paper que, como muestra la Figura 3, contribuyeron a la puntuación total media alcanzada a través de las actividades en un 13.83% de media global en todos los grupos. De hecho, la puntuación media obtenida con los one minute papers es bastante similar en todos los grupos, oscilando entre un máximo de 0.15 y un mínimo de 0.11 puntos.
Figura 3. Distribución de la puntuación obtenida a través
de la realización
de actividades prácticas (nota media; máximo 1.5 puntos)
Por su parte, la Tabla II recoge
un análisis de diferencia de medias entre aquellos alumnos de evaluación
continua que hicieron todos los one minute papers (87 alumnos), los
cuales representan el 63.5% del total, y aquellos que hicieron un número
menor, considerando variables representativas de los ítems evaluables.
Los resultados muestran que existen diferencias significativas que confirman
que los alumnos que hicieron todos los one minute papers obtuvieron
mejores puntuaciones medias tanto en su nota final del trabajo desarrollado
en las sesiones interactivas, como en cada uno de los ítems que se evaluaron
en aquellas, es decir, otras actividades prácticas y pruebas. Asimismo,
atendiendo a las calificaciones obtenidas en la primera convocatoria de examen
oficial también se obtienen diferencias favorables para estos alumnos.
Cabe destacar que estos resultados se mantienen cuando se consideran a los alumnos
que hicieron hasta nueve one minute papers (105 alumnos), que representan
el 76.64% del alumnado de evaluación continua, y también cuando
se incluyen a los que resolvieron hasta ocho (110 alumnos), lo que supone considerar
el 80.29%.
Por tanto, estos datos reflejan, al menos a priori, que la técnica
de one minute paper ha contribuido a la obtención de un mejor
rendimiento académico por parte de este alumnado. Al mismo tiempo, ello
permite valorar positivamente el proceso de retroalimentación docente-alumno
seguido en su aplicación. En este sentido, cabe indicar que, después
de la realización de cada one minute paper por el alumnado,
el docente los recogía, revisaba en su despacho y, finalmente, en la
siguiente sesión de clase, comentaba su resolución a modo de debate
con ellos. De este modo, se favorecía una interacción entre ambos
agentes con el objetivo no sólo de consolidar aquellos contenidos correctamente
asimilados por los alumnos sino, sobre todo, aquellos que no habían sido
comprendidos de forma correcta o suficiente.
Tabla II. Diferencia
de medias entre alumnos que hicieron todos los one minute papers (1)
y aquellos que no hicieron todos (0)
Profundizando en los resultados de las pruebas de clase, la Tabla III muestra su estadística descriptiva. En ningún grupo se observa una evolución negativa en las calificaciones obtenidas. Por tanto, podríamos considerar que las diferentes actividades realizadas han favorecido el proceso de aprendizaje, manifestado a través de estas pruebas que tuvieron lugar a la conclusión de cada tema del programa académico. En concreto, de la Figura IV se puede extrapolar que la tasa de éxito (ratio aprobados/presentados) pasó de una media del 50.79%en la prueba correspondiente al tema primero, a un 63.48% en la del tema quinto, y su realización abarcó casi la totalidad del alumnado sujeto a evaluación continua a pesar de que no eran anunciadas con antelación (91.97%).
Tabla III. Estadística
descriptiva de las puntuaciones obtenidas por los alumnos
sujetos a evaluación continua a través de la realización
de pruebas
Figura 4. Relación de aprobados/suspensos de los alumnos sujetos a evaluación
continua a través de la realización de pruebas
IV. Análisis multivariante
del rendimiento académico del alumno: ¿influyen las actividades,
incluido el minute one paper, y pruebas realizadas?
El análisis de la influencia de las calificaciones obtenidas en las diferentes
actividades evaluables sobre la probabilidad de aprobar la materia en la primera
convocatoria oficial de examen se ha realizado a través de la estimación
de modelos probit. El modelo probit establece una relación
no lineal entre una variable dicotómica dependiente y un conjunto de
variables independientes.
La especificación del modelo se hace a través de la siguiente ecuación de la distribución normal:
Una vez estimado el modelo, el valor del regresando cuantifica la probabilidad de elegir la opción 1, es decir, que apruebe la materia en la primera convocatoria oficial de examen. En cuanto a su estimación, dado que no son modelos lineales, debe realizarse por el método de máxima verosimilitud. Por tanto, la variable dependiente se define como “1” si el alumno aprobó el examen y “0” en caso contrario. En relación con las variables independientes, se han utilizado las siguientes:
A mayores, con el objetivo de considerar la nota obtenida en los one minute papers, se estimó otro modelo probit donde se sustituye la variable numeroomps por notaomp, que mide la nota obtenida por el alumno en su realización.
Los resultados confirman que las diferentes actividades desarrolladas han tenido un impacto significativo y positivo sobre la probabilidad de aprobar el examen en primera convocatoria (ver Tabla V). En particular, el número de one minute papers realizados ejercen una influencia significa y positiva, así como la nota obtenida en su resolución.
Tabla IV. Estimaciones
probit para la probabilidad de aprobar
el examen en primera convocatoria oficial
A continuación, el estudio de la influencia de las actividades realizadas
sobre la calificación obtenida en la primera convocatoria oficial de
examen ha sido evaluada a través de la estimación de modelos tobit,
donde la variable dependiente es el logaritmo de la calificación obtenida
por el alumno en dicho examen. Por su parte, las variables explicativas son
las mismas que se consideraron para los modelos probit.
El modelo tobit expresa la respuesta observada en función de
una variable latente y*:
De este modo, la variable censurada se distribuirá de la siguiente forma:
Esta distribución es una combinación entre una continua y otra discreta donde se asigna toda la probabilidad del área censurada al punto de censura α=0. Por tanto, inicialmente a través de un modelo probit se determina la probabilidad de que la variable Y*j valga cero frente a que tenga un valor positivo. Posteriormente, la variable Yj tomará un valor real y positivo, siempre que se le haya asignado un valor positivo a la variable Y*j, y se especifica el siguiente modelo con el subconjunto cuyo regresando es no nulo:
El modelo tobit se estima
por máxima verosimilitud para evitar los sesgos que introduciría
el método de mínimos cuadrados ordinarios ya que la función
que se maximiza considera tanto las observaciones censuradas como aquellas no
censuradas (Wooldridge, 2006).
L a Tabla VI recoge los resultados obtenidos, lo cuales muestran que la realización
de actividades prácticas, excluidos los one minute papers, y las pruebas
influyen significativa y positivamente en la nota obtenida por el alumno en
la primera convocatoria de examen. Asimismo, el número de one minute
papers realizados en todo el semestre también ejerce una influencia estadística
de igual signo, si bien la nota obtenida en éstos no es significativa.
Tabla V. Estimaciones
de modelos tobit para la nota obtenida
por el alumno en primera convocatoria oficial de examen
V. Conclusiones
Ha resultado frecuente que las autoridades educativas hayan asumido la existencia
de un vínculo positivo entre la calidad docente, medida a través
de la innovación educativa, y la excelencia académica (Gandía
y Montagud, 2011). A su vez, la adopción de técnicas de innovación
docente en el desarrollo de los programas académicos requiere un esfuerzo
adicional del docente, que debería traducirse en un mejor rendimiento
académico de sus alumnos. Por tanto, es necesario el desarrollo de investigaciones
a nivel empírico que permitan corroborar la existencia de esta relación
y, con ello, que contribuyan a identificar qué metodologías docentes
presentan mejores resultados en términos de aprendizaje con el objetivo
de mejorar el diseño de estrategias docentes y su implantación
en el nuevo marco educativo.
En este trabajo se ha presentado un sistema de evaluación continua basado
en la realización de diferentes actividades prácticas, destacando
el one minute paper, y en la superación de pruebas de contenidos,
así como se ha evaluado su impacto sobre el rendimiento académico
del alumnado matriculado en una materia de contabilidad del grado en administración
y dirección de empresas. Los resultados muestran que la mayoría
del alumnado realizó un seguimiento regular y positivo de las diferentes
actividades, las cuales verificaron su influencia positiva sobre la probabilidad
de aprobar el examen en primera convocatoria y la nota obtenida, respectivamente.
Además, en el caso particular de la innovación docente de one
mintue paper, tanto el número de cuestionarios realizados como la
calificación obtenida en los mismos, mostraron un impacto directo sobre
la probabilidad de aprobar, si bien sólo la primera también lo
verificó para la nota.
Desde el punto de vista del docente, la implantación de esta técnica
docente ha sido positiva porque, por una parte, ha permitido mejorar los resultados
académicos del alumnado en una materia con unos índices de fracaso
tradicionalmente altos, y por otra, ha facilitado también una mayor interacción
con aquel favoreciendo una mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje
de forma colaborativa entre ambos agentes.
Finalmente, cabe notar como limitación de esta investigación que,
debido a la imposibilidad de disponer de otros datos, se ha restringido la identificación
del rendimiento académico con la calificación en la materia y
no con otros resultados de aprendizaje.
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1Se
ha identificado cada grupo expositivo e interactivo con su denominación
original dentro del organigrama académico utilizado en la Facultad de
Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Santiago de
Compostela.
2El
profesor realizó un registro independiente de, por una parte, las actividades
prácticas realizadas por el alumno y, por otra, de sus intervenciones
orales en el desarrollo de las sesiones de clase.
Cómo citar: Vivel-Bua, M., Fernández, S. y Lado-Sestayo, R. (2015). Innovación docente con one minute paper, ¿afecta el rendimiento escolar? Revista Electrónica de Investigación Educativa, 17(2), 48-61. Recuperado de http://redie.uabc.mx/vol17no2/contenido-vivel-fdez-lado.html