Revista Electrónica de Investigación
Educativa
Vol. 15, Núm. 3, 2013
Variables que diferencian a
estudiantes de bachillerato
con y sin aptitudes intelectuales sobresalientes
Ángel Alberto Valdés Cuervo (1)
avaldes@itson.mx
José Angel Vera Noriega (2)
avera@ciad.mx
Ernesto Alonso Carlos Martínez (3)
profesorinvestigador@gmail.com
(1) Instituto Tecnológico de Sonora
Calle 5 de Febrero 818 Sur, C.P. 85000
Ciudad Obregón, Sonora, México
(2) Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo
Carr. a la Victoria Km. 6
Ejido Victoria, C.P. 83000
Hermosillo, Sonora, México
(3) Instituto Tecnológico Superior de Cajeme
Carr. Internacional a Nogales km. 2 C.P. 85000
Ciudad Obregón, Sonora, México
(Recibido: 20 de enero de 2012; aceptado para su publicación:
20 de marzo de 2013)
Resumen
Se realizó un estudio comparativo, utilizando una metodología
de corte cuantitativo, con el propósito de determinar las variables cognitivas
y socioemocionales que diferencian a un grupo de estudiantes de bachillerato
con aptitudes intelectuales sobresalientes de un grupo con aptitudes promedio.
Participaron en el estudio 220 estudiantes, de los cuales 64 fueron clasificados
como sobresalientes. Se encontró que las variables intelectuales son
las que logran discriminar a ambos grupos de estudiantes. Esto implica que los
modelos de detección de alumnos sobresalientes deben considerar, sobre
todo, la medición de aspectos intelectuales.
Palabras clave: Estudiante sobresaliente, Habilidades intelectuales,
Medición.
Introducción
Los niños y jóvenes con aptitudes intelectuales sobresalientes
constituyen un recurso valioso, en tanto enriquecen el capital humano, que es
necesario a la sociedad para poder competir en las sociedades del conocimiento
(Aguilera, 2008). Según Alonso (2006), el potencial que poseen convierte
a los sobresalientes en un recurso humano valioso y hace necesario que dentro
de los sistemas educativos, y las escuelas, se desarrollen acciones orientadas
a proporcionar una respuesta educativa que promueva el pleno desarrollo, aprendizaje
y participación, de estos escolares.
La importancia de la educación del estudiante sobresaliente ha ganado
terreno en el discurso educativo, tanto por el papel que estos pueden desempeñar
en un desarrollo basado en el conocimiento, como por la demanda social que existe
con respecto a que los sistemas educativos brinden una atención adecuada
a las diversas necesidades educativas especiales. Sin embargo se puede afirmar
que en México, al igual que en la mayoría de los países
latinoamericanos, los estudiantes con aptitudes sobresalientes no reciben de
manera oportuna y eficiente los apoyos que precisan para desarrollar sus talentos
(Secretaría de Educación Pública [SEP],
2010; Yáñez y Valdés, 2012).
La deficiencia en los servicios educativos brindados a estos estudiantes se
asocia con dos aspectos fundamentales: a) la prioridad por atender a las discapacidades
dentro de la educación especial, motivada entre otras cosas porque su
mayor visibilidad provoca mayores presiones sociales y b) la creencia de que
los estudiantes sobresalientes, por el hecho de serlo, no necesitan de una atención
especial y que es injusto destinar recursos a los que de por sí ya tienen
ventajas (Acedera, 2010; Benito, 2004; Gutiérrez y Maz, 2004; Martín
y González, 2000; Sánchez y Valdés, 2003).
Es necesario tener en cuenta que los sobresalientes, al igual que los niños
con discapacidad, forman parte del sistema educativo y por lo tanto tienen derecho
a recibir una educación que atienda sus necesidades educativas; así
como también se ha demostrado que, si los estudiantes sobresalientes
no reciben de forma oportuna una atención educativa pertinente a sus
capacidades y necesidades específicas, pueden presentar dificultades
de aprendizaje o alteraciones en la personalidad y en el comportamiento (Benito,
2004; Hoogeveen, 2001; Sánchez, 2006).
A lo largo de los años se han desarrollado modelos que intentan explicar
las características de los estudiantes intelectualmente sobresalientes.
La importancia de los mismos radica en que sirven de guía a los procesos
tanto de identificación como de intervención e investigación
que se realizan en el tema de los sobresalientes. La investigación desarrollada
con base en estos modelos generó la definición de un grupo de
características asociadas al funcionamiento cognitivo, a la creatividad
y al área socioemocional que, se supone, identifican a este grupo de
individuos y los diferencian de los que poseen aptitudes intelectuales “normales”.
Los modelos orientados a las capacidades sostienen que las aptitudes intelectuales
se explican por la presencia de una inteligencia superior originada fundamentalmente
por factores genéticos, por lo que se evidencian desde la infancia y
se mantienen estables en el tiempo. En general se dividen en dos grandes grupos,
aquellos que sostienen la presencia de una única capacidad general o
factor ‘g’ de la inteligencia (Spearman, 1923; Gottfredson, 2002)
y aquellos otros que visualizan la presencia de inteligencias múltiples
parcialmente independientes unas de otras (Gardner, 1991; Brody y Stanley, 2005).
Por su parte, los modelos orientados a lo cognitivo visualizan la cognición
como el elemento central que explica el procesamiento de información,
obtención, almacenamiento y aplicación del conocimiento (Peña,
2004). Dentro de este enfoque se pretenden describir los procesos, las estrategias
y las estructuras cognitivas que permiten llegar a la realización superior.
Sternberg (1986, 2005), uno de los más destacados representantes del
modelo de la cognición, sostiene que el funcionamiento intelectual exitoso
está relacionado con el uso eficaz de los mecanismos de la inteligencia.
Afirma que la clave para entender las aptitudes intelectuales sobresalientes
se encuentra en el análisis de la calidad de: a) Procesos de codificación
selectiva, que implican separar lo importante de lo irrelevante, b) Combinación
selectiva, que da forma y estructura a los datos y c) Comparación selectiva,
mediante la cual se establecen semejanzas y diferencias entre los conocimientos
previos y nuevos.
Los modelos orientados al logro o desempeño, cuentan como su máximo
exponente a Renzulli, quien define el talento como una interacción de
tres grupos básicos de rasgos humanos consistentes en: a) Capacidades
intelectuales por encima de la media, b) Fuerte compromiso con la tarea y c)
Alta creatividad (Renzulli, 1978, 2005).
Otro importante cuerpo de teorías acerca de las aptitudes intelectuales
sobresalientes ha sido clasificado dentro del modelo sociocultural. Este modelo
considera fundamental el impacto de la familia, la escuela y la comunidad en
el origen y desarrollo de las aptitudes intelectuales (Villarraga, Martínez
y Benavides, 2004). Representantes de estos modelos son Mönks, Peter y
Pfluger (2003) quienes consideran que el desarrollo de la inteligencia, la creatividad
y la disposición al estudio se hacen posibles cuando existe la influencia
de variables provenientes del contexto ambiental, como las que se originan en
las relaciones con los iguales, la familia y la propia escuela.
1.1 Establecimiento del problema
Los procedimientos de identificación de los estudiantes intelectualmente
sobresalientes se dividen en a) Informales, donde destacan las nominaciones
de docentes, padres y compañeros y b) Formales, que comprenden evaluaciones
realizadas a través de instrumentos desarrollados para medir habilidades
intelectuales, creatividad y motivación, entre otros aspectos. Cabe destacar
que el presente estudio se enfocó en el uso de instrumentos formales,
teniendo en cuenta la falta de confiabilidad que se han referido en los procedimientos
informales de identificación de estudiantes sobresalientes (Blumen, 2006;
Martín y González, 2000; Valdés et al., 2011;
Vergara, 2001).
Con base en los modelos antes mencionados, se han desarrollado diversos procedimientos
que utilizan pruebas formales para la identificación de estudiantes con
aptitudes intelectuales sobresalientes. Por lo general, para la identificación
de los estudiantes intelectualmente sobresalientes, se incluyen mediciones de
aspectos tales como: a) Capacidad cognitiva general y específica, b)
Creatividad, c) Motivación hacia el estudio y d) Características
de personalidad y del contexto familiar.
En México aún es escasa la investigación acerca de las
aptitudes sobresalientes y aún más aquella orientada a establecer
los criterios que resultan válidos para la identificación de estudiantes
con aptitudes intelectuales sobresalientes. Esto es particularmente notorio
en el nivel medio superior, ya que en el país prácticamente no
existen programas y estudios dirigidos a los estudiantes de estas características.
Ya que en México es poca la investigación de la temática,
especialmente dentro del nivel medio superior, y que por otra parte escasean
los recursos destinados a la atención de los estudiantes intelectualmente
sobresalientes, es necesario desarrollar criterios precisos de identificación,
específicamente para estudiantes de nivel medio superior, que permitan
hacer el proceso de identificación más válido y eficiente.
De esta manera se evitarían errores en la identificación, mismos
que sin lugar a dudas generarían efectos negativos en los estudiantes
mal seleccionados, así como gastos excesivos de recursos económicos
y de tiempo del personal destinado al trabajo con estos estudiantes (Benito,
2004; Benito, 2012; Pfeiffer y Blei, 2010).
Al considerar lo anterior, el presente estudio buscó identificar características
cognitivas y socioemocionales que diferencian a estudiantes de bachillerato
con y sin aptitudes intelectuales sobresalientes. En este estudio, lo cognitivo
se refiere a los procesos mentales relacionados con el procesamiento, análisis
y síntesis de la información que permiten la representación,
solución de problemas y transferencia del conocimiento (Valdés,
2012). En lo relativo a estos procesos cognitivos, los estudiantes intelectualmente
sobresalientes se caracterizan por poseer procesos de análisis efectivos
y síntesis de la información, alta capacidad de memoria, flexibilidad
para categorizar y representar problemas, facilidad para transferir aprendizajes,
elevada creatividad y uso efectivo de estrategias de aprendizaje (Sastre, 2011;
Valadez y Ávalos, 2010).
Las variables socioemocionales comprenden características afectivas,
motivacionales y contextuales, las cuales se asume que influyen en el comportamiento
del individuo. Dentro de este grupo de variables, en el caso específico
del estudio, se abordaron aspectos relativos al autoconcepto social, la motivación
y las relaciones familiares, ya que diversos autores reportan que los intelectualmente
sobresalientes poseen características distintivas en lo relativo a estas
variables (Al-Shabatat, Abbas y Nizam, 2010; Bain y Bell, 2004; McCoach y Siegle,
2002; Olszewski-Kubilius, 2000).
Este trabajo, además de aportar elementos a la comprensión teórica
de los criterios que definen las aptitudes intelectuales, permite a los profesionales
encargados del trabajo con estudiantes intelectualmente sobresalientes en el
nivel medio superior, contar con elementos confiables para lograr un proceso
de identificación más rápido, preciso y económico.
1.2 Preguntas de investigación
¿Qué variables del funcionamiento cognitivo diferencian a estudiantes
de bachillerato con y sin aptitudes intelectuales sobresalientes? ¿Qué
variables del funcionamiento socioemocional (motivación de logro, atribuciones,
autoconcepto social y relaciones familiares) diferencian a estudiantes de bachillerato
con y sin aptitudes intelectuales sobresalientes? ¿Cuál sería
el mejor modelo a seguir para identificar a estudiantes de bachillerato con
aptitudes sobresalientes?
II. Materiales y método
Se realizó un estudio comparativo con una metodología de corte
cuantitativo. La población estuvo integrada por 220 estudiantes de bachilleratos
públicos, los cuales fueron nominados por los docentes para ser evaluados
por la presunción de la presencia de aptitudes intelectuales sobresalientes.
En este estudio se identificó como sobresalientes a aquellos estudiantes
cuyos puntajes de Inteligencia Global en el WISC-4 fueron
dos desviaciones estándar por encima de la media, en este caso iguales
o mayores a 130 puntos. Con este criterio final se conformaron dos grupos, uno
considerado como sobresaliente, en la cual quedaron incluidos 64 estudiantes,
y otro definido como promedio, el cual estuvo integrado por 156 estudiantes.
2.1 Instrumentos
Se utilizaron múltiples pruebas para medir las diferentes áreas
de funcionamiento de los estudiantes con aptitudes sobresalientes identificados.
Funcionamiento intelectual. Para medir el funcionamiento cognitivo
se emplearon la Escala Wechsler de Inteligencia para Niños Cuarta Edición
(WISC-4), la cual fue validada para población mexicana
(esta escala además de brindar un Coeficiente de Inteligencia Global,
ofrece puntajes de Comprensión Verbal, Razonamiento Perceptual, Memoria
de Trabajo y Velocidad de Procesamiento) y la escala de Inteligencia Creativa
(CREA) desarrollada por Corbalan et al., (2003),
la cual cuenta con baremos para España y reportes respectivos de validez
y confiabilidad.
Funcionamiento motivacional. En este aspecto se administraron: a) Escala
de Motivación de Logro de Díaz, Andrade y La Rosa (1989) adaptada
por Valdés, Terrazas, Madueño, Carlos y Urías (2010), la
cual fue validada en este estudio con un análisis factorial estructural,
a partir del cual se obtuvo un modelo sustentable compuesto por dos factores
(Maestría y Competitividad) y b) Escala de Atribuciones de Valdés
et al., (2010), la cual fue valida con un análisis factorial
mediante el método de máxima verosimilitud y rotación Oblimin,
con lo que se extrajeron dos factores (Locus de control interno y Locus de control
externo) que lograron explicar el 46.1 % de la varianza total del constructo
medido a través de los puntajes aportados por los instrumentos.
Funcionamiento personal y familiar. La medición de estas variables
se realizó a través de dos instrumentos: a) Escala Multidimensional
de Autoconcepto elaborada por La Rosa y Díaz-Loving (1991), a la cual
el presente estudio, con el propósito de fortalecer su validez, le realizó
primero un análisis factorial exploratorio y posteriormente un análisis
estructural confirmatorio (de donde se obtuvo un modelo sustentable constituido
por dos factores: “Cualidades prosociales” y “Cualidades disociales”)
y b) Escala de Relaciones del instrumento de Clima Familiar de Moos y Moos (1983),
la cual se validó mediante un análisis estructural confirmatorio
que permitió obtener un modelo sustentable formado por dos factores:
“Apoyo y tolerancia” y ‘Conflicto’ (Valdés et
al., 2011).
2.2 Procedimiento para la recolección y análisis de los
datos
Para obtener los datos primero se les pidió autorización a las
autoridades de los bachilleratos que participaron en el estudio, posteriormente
fue solicitada a los docentes su cooperación voluntaria dentro del mismo
estudio, la cual consistió en nominar a estudiantes que consideraban
que poseían aptitudes intelectuales sobresalientes. Por último
se les pidió la autorización a las familias de los estudiantes
nominados para que éstos fueran evaluados, siempre y cuando los estudiantes
accedieran a participar de manera voluntaria.
Para el análisis de la información se utilizó estadística
multivariada, específicamente se llevaron a cabo análisis discriminantes.
La realización de los análisis ya mencionados se realizó
con el apoyo del software estadístico SPSS V.17.
III. Resultados
3.1 Variables intelectuales que discriminan a un grupo de estudiantes
de bachillerato con aptitudes intelectuales sobresalientes de un grupo promedio
Se realizó un análisis de la función discriminante por
el método de paso a paso para determinar qué aspectos del funcionamiento
cognitivo diferenciaban al grupo de estudiantes sobresalientes del grupo de
estudiantes promedio. Se utilizaron las variables de funcionamiento intelectual
medidas por el WISC-4: Comprensión Verbal (CV),
Razonamiento Perceptual (RP), Memoria de Trabajo (MT),
Velocidad de Procesamiento (VP) y Creatividad (CT).
Se constató como primer paso el cumplimiento de los supuestos del modelo
para garantizar la validez de sus resultados:
Tabla I. Matriz de correlaciones intragrupales
La función discriminante con mayor poder clasificatorio estuvo integrada por las variables CV, RP, VP y MT, que en conjunto explican el 55.2% de la varianza total de los puntajes obtenidos por los grupos y logró clasificar adecuadamente el 98.6% de los casos (Ver Tabla II).
Tabla II. Función discriminante de los grupos sobresalientes
y promedio
La variable Velocidad de procesamiento (VP) es la que mayor poder discriminatorio posee entre ambos grupos (Ver Tabla III).
Tabla III. Variables cognitivas discriminantes de ambos grupos
3.2 Variables socioemocionales que diferencian a un grupo de estudiantes
de bachillerato con aptitudes intelectuales sobresalientes de un grupo de estudiantes
promedio
Se realizó un análisis de la función discriminante por
el método de pasos para estudiar el comportamiento de las variables de
clasificación psicosociales (Autoconcepto, Relaciones Familiares, Motivación
al Logro y Locus de Control), obteniéndose como resultado que ninguna
de estas variables pertenecen a la función que discrimina a un grupo
del otro (ver Tabla IV).
Tabla IV. Pruebas de igualdad de medias entre los grupos
3.3 Modelo para la identificación de estudiantes de bachillerato con aptitudes intelectuales sobresalientes
Los resultados anteriores permiten sugerir que el modelo para la identificación
de estudiantes mexicanos de bachillerato con aptitudes intelectuales sobresalientes,
debe orientarse fundamentalmente por los resultados de pruebas que evalúan
las habilidades intelectuales, tanto verbales como no verbales.
Además se puede afirmar que el empleo de otras variables, como la creatividad
y la motivación hacia el aprendizaje, las cuales se han sugerido como
útiles en el proceso de identificación de los estudiantes intelectualmente
sobresalientes, y que en México se utilizan durante el proceso de identificación
que se lleva a cabo en de educación básica, no resultan útiles
para identificar a estudiantes de bachillerato con aptitudes intelectuales sobresalientes,
lo cual concuerda con los reportado por otros autores (Deslile, 2003; VanTassel-Baska,
2005). Esto sugiere que el uso del estudio de las variables anteriormente mencionadas,
aunque brinda una visión más completa del funcionamiento del estudiante,
no resulta conveniente como criterio para decidir si un estudiante presenta
o no aptitudes intelectuales sobresaliente.
IV. Discusión y conclusiones
Los resultados apuntan a la necesidad de utilizar variables relativas al funcionamiento
intelectual como criterio fundamental para la identificación de estudiantes
de bachillerato con aptitudes intelectuales sobresalientes. En especial llama
la atención que las funciones intelectuales que más peso poseen
en la diferenciación se relacionen con aspectos de la inteligencia fluida,
que se encuentra más libre de influencias culturales (Geake, 2008; Newman,
2010).
Por otra parte cabe resaltar que aunque los modelos que atribuyen a los estudiantes
sobresalientes rasgos tales como: alta creatividad, motivación intrínseca
por el aprendizaje, autoconcepto positivo y un ambiente familiar favorable (Renzulli,
1978; Monks et al., 2003), resultan atractivos por su poder explicativo,
en el presente estudio no demostraron ser funcionales en la identificación
de los adolescentes sobresalientes de nuestro grupo (Deslile, 2003; VanTassel-Baska,
2005). Estos resultados, sin embargo, no deben considerarse como una negación
del valor de contribución que estos constructos puedan tener en el desarrollo
de los talentos intelectuales, sino más bien pueden cuestionar su valor
para la identificación de estudiantes sobresalientes en el nivel de bachillerato.
No obstante, también es necesario considerar que estos hallazgos resultaron
con base en las escalas que se eligieron, pero pueden existir otros instrumentos
que midan variables socioemocionales que validen la identificación de
alumnos con aptitudes intelectuales sobresalientes.
Estos resultados, discrepantes con lo reportado en los modelos que sostienen
la existencia de una alta creatividad y motivación por el aprendizaje
como características distintivas de los alumnos intelectualmente sobresalientes,
pueden explicarse entre otras cosas, por el efecto homogeneizador que produce
la escuela, y apuntan a la necesidad de una identificación e intervención
temprana de estos estudiantes para el desarrollo oportuno de aspectos tales
como la creatividad y la motivación.
Referencias
Acereda, A. (2010). Niños superdotados. Madrid: Pirámide.
Aguilera, V. (2008). Alumnos con sobredotación intelectual: los grandes
olvidados. Revista Digital Internacional Humanidades-Ciencia de la Educación,
4. Recuperado de http://www.doces.es/articulos/ver
Alonso, J. (2006). Adaptación escolar y Social. En J. Alonso (Ed.), VI
Congreso Iberoamericano de Superdotación, Talento y Creatividad (pp.
184-188). Mar de Plata, Argentina: Ideaccion.
Al-Shabatat, M., Abbas, A. y Nizam, I. (2010). The direct and indirect effects
of the achievement motivation on nurturing intellectual giftedness. World
Academic of Science, Engineering and Technology, 67, 98-106. Recuperado
de http://web.ebscohost.com/ehost/pdfviewer/pdfviewer?vid=4ysid=869c2137-a7fd.
Bain, S. y Bell, S. (2004). Social self-concept, social attributions, and peer
relationships in fourth, fifth, and sixth graders who are gifted compared to
high achievers. Gifted Child Quarterly, 48, 167-178.
Benito, Y. (2004). Ventajas de la detección temprana del niño
con talento y superdotado. Educar, 17-34.
Benito, Y. (2012). Identificación temprana. En M. Dolores, J. Betancourt
y M. Zavala (Eds.), Alumnos superdotados y talentosos (pp. 99-120).
México: Manual Moderno.
Blumen, S. (2006). Análisis de los programas de enriquecimiento y aceleración
para la superdotación y el talento intelectual. En J. Alonso (Ed.), VI
Congreso Iberoamericano de superdotación, talento y creatividad (pp.
143-163). Mar del Plata, Argentina: Ideaccion.
Brody, L. y Stanley, J. (2005). Youths who reason exceptionally well mathematically
and/o verbally: Using the MVT: D4 model to
develop their talents. En R. Stenberg y J. Davidson (Eds.), Conceptions
of giftedness (pp. 20-38). Cambridge, Reino Unido: University Press.
Corbalan, J., Martínez, F., Donolo, D., Alonso, C., Tejerina, M. y Limiñana,
R. (2003). Inteligencia creativa (CREA). Una
medida cognitiva de la creatividad. Madrid: TEA Ediciones.
Deslile, R. (2003). To be or do: Is a gifted children born or Development? Roeper
Review, 26(1), 12-13.
Díaz, R., Andrade, P. y La Rosa, L. (1989). Orientación al logro:
desarrollo de una escala multidimensional (EOL) y su relación
con aspectos sociales y de personalidad. Revista Mexicana de Psicología,
6(1), 21-26.
Gardner, H. (1991). The unschooled mind: How children think and how schools
should teach. Nueva York: Basic Books.
Geake, J. (2008). High abilities at fluid analogizing: A cognitive neuroscience
construct of giftedness. Roeper Review, 30, 187-195. doi:
10.1080/02783190802201796.
Gottfredson, L. (2002). G: Highly general and highly practical. En R. Stenberg
y E. Grigorenko (Eds.), The general factor of intelligence. How general
is it? (pp. 331-380). Mahwah, NJ: Erlbaum.
Gutiérrez, M. y Maz, A. (2004). Educación y diversidad. En M.
Benavides, A. Maz, E. Castro y R. Blanco (Eds.), La educación de
niños con talento en Iberoamérica (pp. 15-24). Santiago de
Chile: OREAL/UNESCO.
Hoogeven, L. (2001). Los efectos de adaptaciones de la educación para
niños superdotados. En J. Alonso (Ed.), Inteligencia, creatividad
y talento: una inversión para la niñez (pp.117-121). Madrid:
Ministerio de Educación y Ciencia.
La Rosa, J. y Díaz-Loving, R. (1991). Evaluación del Autoconcepto:
Una escala multidimensional. Revista Latinoamericana de Psicología,
23(001), 15-33.
Martín, J. y González, M. (2000). Alumnos precoces, superdotados
y de altas capacidades. Madrid: Centro de Investigación y Documentación
Educativa.
McCoach, D. y Siegle, D. (2002). The structure and function of academic self-concept
in gifted and general education students. Roeper Review, 25(2),
61-65.
Mönks, F., Peter, S. y Pfluger, R. (2003). Schulische begabtenförderung
in Europa: Bestandsaufnahme und ausblick. Nijmegen, Países Bajos:
CBO.
Moos, R. y Moos, B. (1983). Family environment scale manual. EUA:
Consulting Psychologist Press.
Newman, T. (2010). Assessment of giftedness in school-age children using measures
of intelligence or cognitive abilities. En S. Pfeiffer (Ed.), Handbook of
giftedness in children. Psycho-educational theory, research and best practices
(pp. 161-176). Nueva York: Springer.
Olszweski-Kubilius, P. (2000). The transition from childhood giftedness to adult
creative productiveness: Psychological characteristics and social support. Roeper
Review, 23, 65-71.
Peña, A. (2004). La formación del profesor de alumnos dotados.
Aula Abierta, 76, 1-13.
Pfeiffer, S. y Blei, S. (2010). Gifted identification beyond the IQ test: Rating
scales and other assessment procedures. En S. Pfeiffer (Ed.), Handbook of
Giftedness in Children. Psycho-educational theory, research and best practices
(pp. 177-198). Nueva York: Springer.
Renzulli, J. S. (1978). What makes giftedness? Reexamining a definition. Phi
Delta Kappa, 60, 180-184.
Renzulli, J. S. (2005). The three-ring definition of giftedness: A developmental
model for promoting creative productivity. En R. Stenberg y J. Davidson (Eds.),
Conceptions of giftedness (pp. 246-280). Cambridge, Reino Unido: University
Press.
Sánchez, M. (2006). Configuración cognitiva-conductual en
alumnos de altas habilidades. Tesis de Doctorado. España: Universidad
de Murcia.
Sánchez, P. y Valdés, A. (2003). Teoría y práctica
de la orientación en la escuela. Un enfoque psicológico.
México: Manual Moderno.
Sastre, S. (2011). Funcionamiento metacognitivo en niños con altas capacidades.
Revista de Neurología, 52(1), 11-18.
Secretaría de Educación Pública (2010). Atención
educativa a niños, niñas y jóvenes con aptitudes intelectuales
sobresalientes. Recuperado de http://www.educacionespecial.sep.gob.mx/htm//aspoba-tendida_grado.html
Spearman, C. (1923). The nature of ‘intelligence’ and the principles
of cognition. Londres: McMillan.
Sternberg, R. (1986). Intelligence applied: Understanding and increasing
your intellectual skills. Nueva York: Harcourt Brace Jovanovich.
Sternberg, R. (2005). The WISCS model of giftedness. En
R. Stenberg y J. Davidson (Eds.), Conceptions of giftedness (pp. 327-343).
Cambridge University Press.
Valadez, M. y Ávalos, A. (2010). Atención educativa en alumnos
sobresalientes y talentosos en escuelas inclusivas. En J. Giraldo y C. Núñez
(Eds.), Inclusión, talento y equidad en una educación de calidad
(pp. 25-35). Bogotá, Colombia: Buinania.
Valdés, A. (2012). Particularidades cognitivas de los estudiantes con
aptitudes intelectuales sobresalientes. En A. Valdés y J. Vera (Eds.),
Estudiantes intelectualmente sobresalientes (pp. 25-35). México:
Pearson.
Valdés, A., Terrazas, A., Madueño, M., Carlos, E. y Urías,
M. (2010). Motivación hacia el estudio en estudiantes de bachillerato.
Praxis Investigativa ReDIE, 2(3), 6-14. Recuperado en www.redie.org/librosyrevistas/revistas/praxisinv03.pdf
Valdés, A., Vera, A., Carlos, E., Sánchez, P., Montoya, G. y Núñez,
A. (2011). Identificación y detección de estudiantes de bachillerato
con aptitudes sobresalientes en el Sur de Sonora. (Informe Técnico)
Sonora, México: CONACYT/ITSON.
VanTassel-Baska, J. (2005). Domain-specific giftedness: Applications in school
and life. En R. Stenberg y J. Davidson (Eds.), Conceptions of giftedness
(pp. 358-377). Cambridge University Press.
Vergara, M. (2001). Educación de niños y adolescentes con altas
capacidades en la República Argentina. En J. Alonso (Ed.), Inteligencia,
creatividad y talento: una inversión para la niñez en riesgo.
VII Congreso Bienal de la FICOMUNDYT (pp. 166-179). Madrid:
Ministerio de Educación y Ciencia de España.
Villaraga, M., Martínez, P. y Benavides, M (2004). Hacia la definición
del término talento. En M. Benavides, A. Maz, E. Castro y R. Blanco (Eds.),
La educación de niños con talento en Iberoamérica (pp.
25-35). Santiago de Chile: OREAL/UNESCO.
Yáñez, A. y Valdés, A. (2012). Políticas públicas
y modelos para la identificación y atención de estudiantes sobresalientes
en México. En A. Valdés y J. Vera (Eds.), Estudiantes intelectualmente
sobresalientes (pp. 141-156). México: Pearson.
Para citar este artículo,
le recomendamos el siguiente formato:
Valdés, A. A., Vera, J. A. y Carlos, E. A. (2013). Variables que diferencian
a estudiantes de bachillerato con y sin aptitudes intelectuales sobresalientes.
Revista Electrónica de Investigación Educativa, 15(3),
85-97. Recuperado de http://redie.uabc.mx/vol15no3/contenido-valdesverac.html