Revista Electrónica de Investigación Educativa


Vol. 4, Núm. 1, 2002

Valores y educación: problemas y perspectivas

Teresa Yurén Camaren
yurent@intermor.net.mx

Instituto de Ciencias de la Educación
Universidad Autónoma del Estado de Morelos

Av. Universidad 1001,
Col. Chamilpa, CP 62210
Cuernavaca, Morelos, México
 

Obra reseñada:

Hirsch Adler, Ana (Comp.). (2001). Educación y valores (3 tomos). México: Gernika

La compiladora y los autores

Ana Hirsch es investigadora en el Centro de Estudios sobre la Universidad (UNAM) y profesora del Doctorado en Pedagogía de la ENEP-Aragón, de la misma universidad. Hizo la licenciatura, la maestría y el doctorado en Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Tiene diversas publicaciones sobre educación superior y sobre valores nacionales.

En respuesta a la invitación que hiciera la Dra. Hirsch, presentan trabajos en esta obra 72 investigadores(as). Aunque predominan quienes trabajan los valores desde las humanidades (pedagogía, filosofía, historia, psicología) y las ciencias sociales (sociología y economía), también hay algunos(as) biólogos(as) y médicos(as) interesados en la problemática valoral de la educación ambiental. Salvo dos casos en los que las autoras son extranjeras, los autores(as) son investigadores(as) mexicanos(as) adscritos(as) a 19 instituciones públicas y cinco privadas, ubicadas en once entidades federativas. La mayor parte de quienes colaboran en esta obra son investigadores experimentados; algunos(as) de ellos(as) pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores y/o tienen amplio reconocimiento nacional e internacional. Otra parte corresponde a académicos que presentan en esta obra el resumen de su tesis de maestría o de doctorado.

 

La estructura de la obra

Los 53 trabajos que se reunieron están distribuidos en tres tomos, cada uno de los cuales se inicia con una presentación de la compiladora.

El tomo I consta de 16 trabajos: Tres se agrupan bajo el rubro "Enseñanza y desarrollo moral"; otros cinco corresponden al rubro "Educación valoral en el nivel básico"; dos más se refieren a la "Educación valoral en el nivel medio superior"; mientras que otros siete abordan la temática "Valores y profesión docente", y uno más aborda el tema "Educación familiar: educación en valores".

El tomo II también está constituido por 16 trabajos que tocan una temática compleja cuyos referentes son: "Valores universitarios", "Valores profesionales" y "Valores de los estudiantes universitarios". Si bien cada trabajo apunta más a uno u otro de los rubros, todos ellos parecen tocarse permanentemente. A ello obedece que la compiladora no haya hecho en este tomo, como lo hizo en los otros dos, una clasificación de los trabajos.

En el tomo III la clasificación se impone porque son muy diversas las temáticas que se trabajan en los 19 trabajos que ahí se presentan. Tres se agrupan bajo el rubro "Elementos filosóficos y teórico-metodológicos para la investigación en educación y valores"; otros siete trabajos quedan conjuntados en la categoría "Educación y valores de los mexicanos"; el rubro "Valores y educación multicultural" incluye tres trabajos, mientras que el de "Valores de género y educación" incluye otros dos. La obra culmina con cuatro trabajos que versan sobre "Valores ambientales y educación", y concluye con los datos curriculares más relevantes de los 72 autores.

 

Descripción de los contenidos

El Tomo I inicia con un análisis de Oscar Walker acerca de cómo se enseñaba la moral en el sistema público mexicano en el periodo 1823-1914. A éste le siguen dos estudios sobre desarrollo moral hechos en Aguascalientes: Bonifacio Barba indaga sobre experiencias de aprendizaje y motivos acerca de lo que está bien o no hacer, aplicando el cuestionario de Rest a estudiantes de secundaria y bachillerato, mientras que Gustavo Muñoz confirma el modelo de Kohlberg al trabajar dilemas con alumnos de secundaria.

Del problema de la educación valoral en el nivel básico se ocupan Victor Cárdenas y Laura Delgado quienes revisan esta temática desde la perspectiva de las habilidades sociales. Por su parte, desde el cognoscitivismo sociohistórico, Leticia Barba identifica en dos escuelas primarias los modelos de relación educativa y los vínculos que le subyacen, y Santiago Zúñiga, Andrés González y Pedro Torres esclarecen los esquemas valorales de alumnos, profesores y padres de familia en seis municipios de Sinaloa. Cierran este bloque Amelia Molina y Guadalupe Alonso quienes analizan los procesos de formación valoral en ocho escuelas y hacen una propuesta para formar en la democracia, así como José Espíndola quien muestra que el cuento es buena técnica para la promoción de la responsabilidad en los niños.

Se ocupan de jóvenes de nivel medio superior Oralia García, quien estudia los valores del educando adolescente de la Ciudad de México, así como Bárbara Kepowicz y Héctor Ruiz-Esparza quienes abordan la construcción de la identidad y los estilos de autorrealización de jóvenes guanajuatenses.

Es mayor el número de ensayos dedicados a los valores y la profesión docente. Aplicando un modelo multisituacional, Aurora Elizondo investigó los paradigmas valorales predominantes en los programas de formación docente en México, Canadá y Estados Unidos, mientras que Eustolia Durán abordó las creencias de egresados de posgrado sobre su práctica docente y Eduardo Mercado trabajó etnográficamente la construcción del ethos magisterial en una escuela urbana y una rural. Por su parte, Miguel Monroy y Mónica Díaz estudiaron los valores y actitudes éticas de profesores de CCH y Bachilleres; Ángeles Alba hizo el seguimiento de un programa de formación de docentes en los valores de la paz y los derechos humanos; Guadalupe Poujol trabajó sobre identidad sociomoral y estilos de eticidad en el discurso y las interacciones de profesoras de primaria, y Norma Mondragón y Elizabeth Reyes estudiaron la cultura política del magisterio del Estado de México. El libro concluye con un trabajo de Ángeles Hernández quien identifica cuatro formas de educar en valores en el seno de la familia.

El Tomo II se inicia con un análisis de Cristina Contera que revela las implicaciones antidemocráticas del Estado evaluador en la vida de las universidades latinoamericanas; en la misma tónica se mantienen los estudios realizados en la UAS por Julieta Galindo, quien examina la contradicción entre los proyectos modernizador y liberador, y Rodrigo López que se ocupa de la forma en la que se asumen los valores de competitividad y diálogo. Por su parte, César Barona trabaja la influencia de las políticas de la modernización en el vínculo entre investigación y docencia en las universidades mexicanas, y Bertha Orozco hace un análisis del debate sobre la gratuidad de la educación universitaria en México.

Carlos Muñoz, Maura Rubio, Joaquina Palomar y Alejandro Márquez presentan los resultados de tres investigaciones sobre los valores de los egresados de universidades mexicanas, enfatizando el valor del compromiso social. En esa línea, Rosa Zárate identifica dos modelos de universidad por lo que hace a la formación de valores y actitudes. Eduardo Arias y Manuel Flores hacen el seguimiento del servicio social en el ITESO, como ámbito de formación ético-profesional, mientras que Lyle Figueroa trabaja las implicaciones de los servicios de orientación en la formación de valores, en un caso.

Por otra parte, desde una perspectiva de género, Maribel Ríos explora los valores y las formas de socialización profesional de enfermeras docentes de la UNAM. Juan Lafarga, Irene Pérez y Hanne Schlüter examinan los valores éticos que promueven los psicólogos mexicanos en el ejercicio de su profesión, mientras que Concepcíón Vargas trabaja el compromiso social del ingeniero formado en un instituto tecnológico. Araceli Delgado hace el seguimiento de una estrategia para propiciar la actitud de la tolerancia en los estudiantes de la UIA; Alma Herrera, Margarita Cruz, Germán Gómez y Erika Ramírez reportan el estudio sobre los valores de los estudiantes de la UNAM y Judith Pérez examina la manera en la que en la UJAT, los procesos comunicativos pueden conducir a la construcción de valores en el aula. El volumen se cierra con el estudio que Rafael Herrera realizó en la UNAM sobre los valores morales en la formación profesional.

El trabajo con el que abre el Tomo III expone la revisión que realizaron Teresa Martínez y Juan Hernández sobre los elementos teórico-metodológicos de las investigaciones sobre valores en el ámbito de la educación. Le siguen el trabajo de Armando Rugarcía que aporta bases teóricas para el manejo de los valores en la educación, y el de Teresa Yurén que expone la estrategia teórico-metodológica para analizar la dinámica del dispositivo en la formación del ethos profesional.

En relación con los valores de los mexicanos, Pablo Latapí analiza el concepto de democracia y lo vincula con el principio de igualdad, mientras que Patricia Schurmann sistematiza y analiza seis experiencias educativas de formación ciudadana en México. Desde la psicología social y mediante redes semánticas, José Luis Valdez presenta el autoconcepto de los mexicanos y sus valores. Por su parte, Ana Hirsch expone una panorámica de las investigaciones realizadas en México sobre los valores nacionales, y Medardo Tapia reporta un estudio sobre los valores que los líderes en educación en México consideran que debieran ser enseñados. La educación cívica es objeto de las investigaciones de Hernando Hernández, quien analiza los rituales, los símbolos y sus significados, y de Margarita Quezada quien analiza el "amor a la patria" y la "lealtad a la patria" en los relatos de los libros de texto.

Samuel Arriarán analiza las implicaciones que tienen en la educación en valores, cuatro posiciones que se adoptan en México en torno al multiculturalismo. Por otra parte, Ricardo Buil analiza el fenómeno del graffiti poniendo en relación la educación, los valores y la identidad cultural, y Consuelo Olvera aporta una argumentación para avanzar hacia una educación para la interculturalidad.

Desde una perspectiva de género, Lourdes Sánchez muestra cómo la educación, la cultura y los valores influyen en la generación y utilización de datos estadísticos, en tanto que Juan Manuel Piña y Eugenia Chávez describen la situación de las profesoras en una carrera considerada socialmente como "masculina".

De los valores en la educación ambiental se ocupan diversos trabajos. El de Silvia Fuentes examina la constitución de un nuevo sujeto ético en una maestría en educación ambiental; el de Rose Eisenberg y Vanny Cuevas expone una investigación-acción participativa de formación valoral-ambiental; otro estudio, el de Bodil Andrade hace una prospectiva en relación con la construcción de propuestas educativas basadas en la semiótica ambiental local, y, finalmente, el trabajo de Guadalupe Ibarra hace el análisis crítico de diversos modelos de formación ambiental para concluir con una propuesta basada en la cultura de la sustentabilidad.

 

Comentarios

Es de agradecer a Ana Hirsch la iniciativa de convocar a investigadores con formaciones y enfoques tan diversos, así como el esfuerzo realizado para organizar los trabajos y hacer presentaciones que resultan muy orientadoras. La obra no sólo ofrece una panorámica sobre lo que se ha avanzado en México en el campo "Educación y valores", sino que brinda al lector interesado información rica y variada, múltiples propuestas de intervención y valiosísimas pistas teóricas y metodológicas para abordar las problemáticas que se presentan en este campo. La obra constituye sin duda una fuente invaluable de consulta, pero también un semillero de ideas y preguntas para avanzar en la investigación.

 

Para citar este artículo, le recomendamos el siguiente formato:

Yurén, M. T. (2002). Valores y educación: problemas y perspectivas [Reseña del libro: Educación y valores (3 tomos)]. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 4 (1). Consultado el día de mes de año en:
http://redie.uabc.mx/vol4no1/contenido-yuren.html