Revista Electrónica de Investigación Educativa
Vol. 16, Núm. 2, 2014
Convivencia y clima escolar en una comunidad
educativa inclusiva de la Provincia de Talca, Chile
María Teresa Muñoz Quezada (*)
mtmunoz@ucm.cl
Boris Andrés Lucero Moncada (*)
blucero@ucm.cl
Claudia Alejandra Cornejo Araya (*)
ccornejoa@ucm.cl
Pablo Andrés Muñoz Molina (*)
pablomunozmolina@gmail.com
Nelson Eduardo Araya Sarabia (*)
narayasaravia@gmail.com
Departamento de Psicología, Universidad Católica del Maule
Casa Central
Av. San Miguel 3605
Talca, Chile
(Recibido: 15 de octubre de 2013; Aceptado para su publicación: 23 de mayo de 2014)
Resumen
Existe preocupación por promover la convivencia escolar sana e inclusiva
en las escuelas. El objetivo de la investigación fue evaluar la percepción
de la convivencia y clima escolar en un colegio inclusivo de la Provincia de
Talca, Chile. Se realizó un estudio de caso de tipo transversal a una
muestra de 180 escolares, 193 apoderados y 21 docentes. Se aplicaron cuestionarios
para evaluar la convivencia escolar en estudiantes, apoderados y docentes, el
clima social escolar y un cuestionario de bullying a estudiantes de tercero
a cuarto medio. Los resultados indican que los escolares perciben un clima social
positivo y bajo riesgo de bullying. Los temas de conflicto fueron el respeto
de las normas por los estudiantes, la confianza con los docentes y las acciones
de disciplina de las familias. Se observa que el sistema inclusivo favorece
la convivencia escolar.
Palabras clave: Convivencia escolar, inclusión escolar, bullying,
mediación.
I. Introducción
La convivencia escolar se entiende como un espacio de co-construcción
en las relaciones interpersonales de una escuela, entre estudiantes, apoderados,
docentes, directivos, no docentes y otros actores que participen e interactúen
con ella, donde se promueva el respeto mutuo, la aceptación de la diversidad,
cooperación, solidaridad y la resolución asertiva y sin violencia
de conflictos (Ministerio de Educación, 2011). Estaría relacionada
con el clima social de la escuela y una serie de variables exógenas,
como la familia del estudiante, los medios de comunicación, la comunidad,
la sociedad, el sistema educativo y las políticas públicas (Fernández,
2003; Magendzo, Toledo y Rosenfeld, 2004).
Algunos estudios reportan evidencias sobre la situación de la convivencia
en diversas comunidades escolares nacionales e internacionales. En Chile, un
23% de los escolares reconocen haber sido agredidos en su establecimiento escolar
(Ministerio del Interior, 2011). Toledo, Magendzo y Gutiérrez (2009)
encontraron que un 30% de estudiantes de quinto año de enseñanza
básica se reconocen como víctimas de intimidación, un dato
elevado en comparación con lo que declaran estudiantes de otros países
del mismo grado; además, la agresión física es más
frecuente en el segundo ciclo básico y en estudiantes varones, y la agresión
verbal es más frecuente en la enseñanza media.
Algunos estudios reportan que los conflictos estarían vinculados a problemas
disciplinarios, insultos, amenazas entre alumnos y agresión verbal de
parte de los estudiantes (Fernández, 2003; Muñoz, Saavedra y Villalta,
2007; Trautmann, 2008).
Escuelas sin currículum inclusivo presentan estereotipos y discriminación
por parte de estudiantes y docentes hacia los escolares con necesidades educativas
especiales, esto se relaciona con la falta de recursos y de capacitación
de los docentes en el tema o ausencia de programas o talleres de convivencia
y clima escolar que favorezcan los procesos de aceptación de la diversidad
(Magendzo y Donoso, 2000; Ortiz y Lobato, 2003; Vega, 2008; Symes y Humphrey,
2010; Trautmann, 2008). Sin embargo, no existe evidencia suficiente para contrastar
esta situación en las escuelas inclusivas.
A partir de estos antecedentes se propuso evaluar la percepción de convivencia
y clima escolar en una comunidad educativa inclusiva, entendiendo que las escuelas
inclusivas apuntan al desarrollo transversal en su currículum de la aceptación
a la diversidad y resolución de conflictos. Se consideró relevante
realizar este estudio de caso debido a la escasa información que existe
sobre procesos de evaluación de la convivencia escolar en las escuelas
que poseen un sistema educativo diverso y no tradicional, aspecto que permitiría
generar hipótesis de investigación e intervención a futuro
en otros centros educativos que presentan condiciones similares.
II. Método
Estudio de caso, de diseño transversal. La unidad de análisis
corresponde a un establecimiento escolar subvencionado ubicado en el límite
urbano de la comuna de Talca, donde se imparte una educación formal con
sistema Montessori, desde el nivel preescolar hasta la enseñanza media
(secundaria); sin embargo, en este último nivel desarrolla, además,
el método orientado a proyectos para poder cumplir con los requerimientos
del Ministerio de Educación de Chile. No cuenta con proyecto de integración
escolar subvencionado por el estado, sin embargo recibe a estudiantes con necesidades
educativas especiales, adaptando los currículum y otorgando atención
desde el equipo docente según las necesidades de cada estudiante. Tampoco
cuenta con equipos multidisciplinarios que atiendan las necesidades educativas
especiales. Se escogió esta escuela debido a que es uno de los pocos
establecimientos escolares con este sistema educativo en la Provincia de Talca
y por el interés de la comunidad educativa de participar en el estudio.
La población total es de 296 alumnos y apoderados y 26 profesores. El
cálculo del tamaño de muestra se realizó estimando un error
=5%, 95% de confianza, y con un 50% de nivel de heterogeneidad. El resultado
dio una estimación de 168 escolares y apoderados. Se encuestaron estudiantes
de tercero básico a cuarto medio y a los apoderados de todos los niveles.
En el caso de los docentes se esperaba la participación en su totalidad.
El estudio fue voluntario y contó con consentimiento informado de los
participantes. Se resguardó la confidencialidad de los datos no develando
los nombres de los participantes ni del establecimiento escolar.
Los cuestionarios que se aplicaron fueron los siguientes:
Los datos cualitativos se interpretaron a través de un análisis
de contenido, el cual consiste en una técnica de investigación
orientada a formular inferencias que puedan aplicarse a su contexto desde los
antecedentes recopilados. Para lograr esto se tomó la información
de las preguntas abiertas y se realizó el siguiente proceso de reducción
de datos: a) se identificaron las unidades de análisis a partir de la
codificación y se agruparon categorías descriptivas por temas
acerca de las experiencias de los niños por sesión en la evaluación
final del taller; b) se elaboró un nivel de metacategorías a través
de las temáticas emergentes de las categorías anteriores; c) Se
realizó una interpretación transversal de las metacategorías.
III. Resultados
3.1 Percepción de la convivencia y clima escolar en los estudiantes
Conductas positivas, negativas e índice de bullying.
La Tabla I indica que los escolares han experimentado en la escuela elevadas
conductas positivas, moderadas conductas negativas y un riesgo bajo de presentar
bullying. La prueba de correlación muestra que a mayor edad
de los escolares, mayor percepción de conductas positivas de sus compañeros
(rs= 0.212; p=0.006). No se presentaron diferencias según género,
ni ciclo de enseñanza.
Tabla I. Estadísticos descriptivos del cuestionario “Mi
vida en la escuela” (n=169)
3.2 Percepción del clima social en la escuela y clima social
del profesorado
Según los resultados del cuestionario de clima social en la escuela (CECSCE),
se observa en la Tabla II que los estudiantes poseen una percepción del
clima social de la escuela y del profesorado dentro de lo esperado.
Tabla II. Estadísticos descriptivos del cuestionario
de clima social del centro
y del profesorado (CECSCE) según los escolares
Los escolares del primer ciclo básico poseen mejor percepción del clima social escolar y de los profesores que los escolares del segundo ciclo y enseñanza media (ver tabla 3). Según la prueba Kruskal Wallis, estas diferencias son estadísticamente significativas para el clima social del profesorado (X²=18.3; p=0.001) y el clima social escolar total (X²=7.7; p=0.021).
Tabla III. Medias
y desviación típica de los resultados del cuestionario de clima
social
del centro y del profesorado según ciclo de enseñanza
Al revisar la asociación entre edad y percepción de clima social
escolar, se observa que a menor edad existe una mayor percepción positiva
del trato de los profesores (rs= -0.353; p=0.001) y del clima social escolar
total (rs=-0.246; p=0.001). No existen diferencias según género.
3.3 Percepción de la convivencia escolar de los estudiantes
La encuesta fue respondida por 180 escolares, 95 hombres y 84 mujeres, de los
cuales 50 pertenecen al ciclo básico 1 (tercero y cuarto básico),
88 al ciclo básico 2 (quinto a octavo básico) y 42 a enseñanza
media. La edad promedio fue de 11.8 años (DT= 2.7).
La tabla IV entrega los resultados de la proporción de escolares según
temáticas de la encuesta de convivencia escolar.
Tabla IV. Porcentaje de escolares según temas del cuestionario
de convivencia escolar (n= 180).
Al realizar el análisis de asociación con las variables ciclo
de enseñanza y género, los ciclos básicos perciben: una
muy buena relación con el profesor jefe (X²=13.9; p=0.031), mayor
apoyo de parte de los otros profesores (X²=15.6; p=0.048), los profesores
hacen bien su trabajo (X²=17.7; p=0.007), no ocurrencia de conflictos entre
profesor y estudiantes (X²=15.3; p=0.017), consideran las normas de convivencia
adecuadas (X²=16.0; p=0.14) y los conflictos en la clase ocurren principalmente
entre compañeros (X²=46.3; p=0.001).
Las estudiantes mujeres poseen una buena relación con la mayoría
de los profesores (X²=7.9; p=0.019). Los estudiantes que perciben peleas
con golpes son varones (X²=8.8; p=0.031) y del segundo ciclo básico
(X²=33.8; p=0.001). Tomar medidas educativas se asocia con estudiantes
mujeres y tomar medidas disciplinarias con estudiantes varones (X²=9.7;
p=0.21). El castigo como medida disciplinaria se vincula con el segundo ciclo
básico, y el disgusto de los padres como medida disciplinaria se relaciona
con la enseñanza media (X²= 22.3; p=0.001).
Al realizar el análisis de contenido de la pregunta abierta sobre la
percepción de la convivencia en el colegio de los escolares, se observan
las siguientes categorías:
a) Percepción positiva de la convivencia en el colegio.
Un total de 27 estudiantes perciben una convivencia escolar positiva. Emerge
un sentimiento de agrado hacia el colegio, ausente de dificultades y con deseos
de continuar perteneciendo a la comunidad escolar. Muchos estudiantes personalizan
la convivencia escolar a sus relaciones interpersonales positivas con estudiantes
y profesores, principalmente los de menor edad.
Yo creo que la convivencia es muy buena comparada con otros colegios, yo soy nueva y en los colegios me quedo temporalmente, pero me encantaría quedarme para siempre (niña, ciclo básico 2, 10 años).
b) Percepción positiva de la convivencia pero con algunos conflictos.
Algunos estudiantes (n=16) perciben que la mayoría de la veces la convivencia
en el colegio es positiva, sin embargo existen algunas situaciones que generan
conflicto, por lo general con sus propios pares, y creen que se podría
mejorar.
Yo creo que hay que mejorar la convivencia entre los alumnos, porque hay algunos que se tratan muy mal (niña, ciclo básico 2,12 años).
c) Percepción negativa de la convivencia en el colegio.
Son 15 los escolares que perciben como negativa la convivencia escolar. En general,
sus comentarios se relacionan con faltas de disciplina y respeto de sus propios
pares.
No todos se respetan y molestan mucho y los profesores nunca hablan con aquellos alumnos y se hacen lo que no escuchan (niña, ciclo básico 2, 13 años).
d) Aspectos que se deben mejorar en la relación con docentes y no
docentes.
En esta categoría, 9 estudiantes mencionan dificultades en la relación
con los docentes y uno con los no-docentes. Los problemas están vinculados
a problemas de comunicación o con situaciones de conflicto durante el
proceso de enseñanza.
Me gustaría que algunos profesores te escucharan más porque algunos te anotan o retan y ha sido en verdad otro compañero/a. Y que también enseñen por querer que tú aprendas y no sólo por el dinero (niño, ciclo básico 2, 12 años).
e) Aspectos positivos en la relación con los profesores.
Dos estudiantes resaltan la confianza y calidad de los docentes.
En este colegio, en general, se respetan mucho las opiniones y gustos. Y tenemos buenos profesores, que saben explicar bien (niña, ciclo básico 2, 13 años).
f) Abuso de compañeros del colegio.
Son 13 los estudiantes que mencionan situaciones de abuso de sus pares en el
colegio. En algunos casos se relaciona con compañeros de niveles mayores
que molestan a los más pequeños, y en otros a conflictos personales
con compañeros que los molestan.
Algunos alumnos usan su fuerza y en parte para hacer muchas cosas y cuando le dices que lo deje de hacer te dice no y cuando le dices a un profesor te dicen que eres acusete (niño, ciclo básico 2, 13 años).
g) Propuestas de los estudiantes para mejorar la convivencia en el colegio.
Esta fue la categoría más frecuente, 19 estudiantes generaron
espontáneamente propuestas para mejorar la convivencia en el colegio.
Las propuestas se dividen en acciones vinculadas a mejorar la infraestructura,
mejorar o colocar más juegos en los patios, canchas y actividades extra-programáticas
de los estudiantes, y en acciones directas relacionadas con mediación
escolar con apoyo de adultos y docentes.
Que pongan más juegos, que comamos en la sala, que salgamos de visita, que trabajemos más afuera, que pongan más tareas de salón, hacer más actividades sobre el cuidado del medio ambiente, hacer actividades sobre rescatar animales, que los recreos sean más largos (niña, ciclo básico 1, 8 años).
La verdad el tema de la preocupación a todos los alumnos de cada curso e incentivar al alumno en el trabajo que se da porque es la única forma en que la educación se pueda mejorar de menos a más (niño, enseñanza media, 16 años).
3.4 Percepción de la convivencia escolar en los apoderados
La encuesta fue respondida por 193 apoderados. La edad promedio de los apoderados
corresponde a 39.8 años (DT=6.9).
Al revisar los resultados de la encuesta de convivencia escolar para los apoderados,
se identifica lo siguiente (ver Tabla V).
Tabla V. Porcentaje
de apoderados según temas del cuestionario
de convivencia escolar (n= 193).
De los 193 apoderados que respondieron
la encuesta, 87 respondieron la pregunta abierta sobre la convivencia en la
escuela. Al realizar un análisis de contenido se observan las siguientes
categorías:
a) Percepción positiva de la convivencia en la escuela.
Tres padres entregaron sólo su opinión positiva sobre la convivencia
en la escuela. Uno de los padres la vincula hacia los objetivos y valores de
la escuela.
Me parece súper importante que el colegio siga con sus objetivos claros,
respecto al respeto, atención a la diversidad y no discriminación,
autodisciplina, deberes y derechos, etc. (madre, ciclo básico 2, 49 años).
b) Percepción positiva de la convivencia pero con algunos conflictos.
Cinco apoderados realizan comentarios positivos de la convivencia en la escuela,
pero explicitan algunos conflictos que se observan, como falta de organización
de algunas actividades realizadas en el colegio, ausencia de personal adecuado
en la unidad de enfermería, actitud de los estudiantes hacia compañeros
con dificultades de aprendizaje, reforzar disciplina y relaciones interpersonales
entre los estudiantes.
Creo que frecuentemente la convivencia es buena, pero falta poder entregar a los niños un concepto de disciplina y obediencia que no se confunda con la represión. Enseñar que es posible la libertad responsable, el respeto, la igualdad y sobre todo la empatía (madre, ciclo básico 2, 38 años).
c) Percepción de aspectos
negativos de la convivencia en la escuela.
Diecisiete apoderados mencionan situaciones negativas de la convivencia en la
escuela y señalan que se debiera mejorar. Las temáticas abordan
aspectos como la venta de alimentos fuera de la escuela y ausencia de cuidado
durante el almuerzo, situaciones de violencia entre pares que no son intervenidas
por la escuela, dificultades con docentes, problemas de disciplina de los estudiantes,
dificultades con el personal no docente, insatisfacción por los contenidos
entregados a los estudiantes, ausencia de una estrategias de manejo de conflictos
por parte del colegio.
Creo que la disciplina es algo que debieran controlar más y no ser tan tolerantes con niños que agreden a otros sin motivos. El colegio no está preparado y no toma medidas fuertes y los profesores no se involucran más allá. Veo que su lema no se practica (madre, ciclo básico 2, 40 años).
d) Necesidad de mayor información
sobre el colegio, rendimiento y conducta del hijo.
Seis apoderados plantean que requieren mayor información sobre el sistema
educativo del colegio, el rendimiento académico de su hijo(a) y su comportamiento:
Se necesita tener más información de las guías o tareas para ver su rendimiento, al mismo tiempo saber como les va en la comprensión de lectura y el desempeño de las fichas (madre ciclo básico 1.47 años).
e) Propuestas de los apoderados
para mejorar la convivencia en la escuela.
La mayoría de los apoderados generaron propuestas para fortalecer la
convivencia del colegio. Los temas propuestos se dividen en seis grandes categorías:
Juegos o actividades extra-programáticas (8 apoderados); acciones de
mediación para mejorar la convivencia escolar (25 apoderados); supervisión
y vigilancia de los estudiantes en horas libres (4 apoderados); contratación
de profesionales para atender problemas de conducta y dificultades de aprendizaje
(9 apoderados); mejorar procesos de selección de estudiantes y acciones
del colegio frente a problemas de conducta (3 apoderados); mejorar infraestructura
(2 apoderados):
Me gustaría que los niños tuviesen actividades extra-programáticas en determinados días de la semana, tarde, como sucede en otros establecimientos, por ejemplo, futbol, atletismo, gimnasia artística, karate o cualquiera que potencia las habilidades innatas de los alumnos (madre, preescolar).
Creo que en general en este colegio la convivencia es buena entre toda la comunidad, no se siente ni se escucha sobre problemas graves de este tipo todo el tiempo. Sin embargo, creo que debería capacitarse al profesorado en cómo actuar ante determinados conflictos y además, para prevenir y estar siempre atentos y preparados a la hora de acoger, querer y cuidar a nuestros hijos (madre, ciclo básico 1, 38 años).
A la hora de almuerzo debería haber mayor disciplina y supervisión de los alumnos con autoridad para lograr que todos tengan el tiempo suficiente y no se moleste o juegue en ese tiempo (padre, ciclo básico 2).
Pienso que es necesario que el colegio aporte un especialista, llámese psicólogo, psicopedagogo, para que los niños a nivel curso tengan talleres de orientación para que ayude a los alumnos a ser más tolerantes, ya que el colegio acepta niños con problemas, que son tratados de manera particular, pero el resto de los alumnos no sabe cómo hacer frente (madre, ciclo básico 2, 38 años).
Algunos atribuyen las dificultades en la convivencia a situaciones externas, como el sistema educativo y la entrada al colegio. Los problemas de acceso al colegio, se vinculan a actitudes poco responsable de apoderados al conducir.
Las presiones ministeriales son las que perjudican todo el sistema del colegio. Estoy segura que los profesores ponen lo mejor de sí, la presión ministerial perjudica el trabajo del profesorado (madre, ciclo básico 1).
El problema más grande, pero ajeno al colegio, sigue siendo el acceso y la falta de respeto por el resto de algunos apoderados. Al detenerse frente para dejar a sus hijos, haciendo muchas veces con esto que hijos de otras personas se atrasen por su culpa (madre, ciclo básico 1, 38 años).
3.3 Percepción de
la convivencia escolar de los docentes
Al revisar los resultados de la encuesta de convivencia escolar para los docentes,
se identifican los siguientes resultados según temas (ver Tabla VI).
Tabla VI. Porcentaje
de docentes según temas del cuestionario de convivencia escolar (n= 21).
De los 21 docentes que respondieron la encuesta, 3 respondieron la pregunta abierta. Cada docente propuso una sugerencia diferente sobre la convivencia del colegio:
El mayor problema de convivencia es la negativa de los padres a aceptar los conflictos que sus hijos viven a diario, responsabilizando a los otros niños o a los profesores por las cosas que ocurren, sin asumir la problemática que está enfrentando el niño con sus pares (profesor 3).
Alumnos que alteran la convivencia en la escuela se debería derivarlos a un especialista con apoyo de la familia (profesor 5).
Siento que falta poner un poco más de énfasis en el trato que tienen los educandos con respecto a sus pares y profesores; los hábitos y valores de cordialidad se están perdiendo de a poco y es esa actitud la que mantiene una apropiada convivencia entre las personas de una sociedad (profesor 6).
IV. Discusión
Los escolares perciben un buen clima y convivencia escolar, lo que indicaría
que han vivenciado escasas situaciones de maltrato en el colegio. Esto se observa
en el análisis cualitativo, al valorar las escasas situaciones de violencia.
Las características de un currículum inclusivo y participativo
podrían explicar por qué estudiantes, apoderados y docentes perciben
experiencias educativas y de convivencia positivas (Ortiz y Lobato, 2003).
Si bien la mayoría de los estudiantes, apoderados y docentes se sienten
a gusto con el colegio y no perciben grandes problemas de convivencia, hay algunos
temas que generan conflicto, como los referentes a las normas del colegio, el
apoyo de los profesores hacia los estudiantes, las acciones de la familia frente
a la disciplina y el respeto de los estudiantes hacia los profesores. Al plantearse
como una comunidad inclusiva con un currículum abierto, el cual requiere
de una mayor autonomía de parte de los estudiantes para desarrollar sus
propios aprendizajes, existirían dificultades en comprender dicho sistema
educativo y responder por sus acciones sin control externo. Sin embargo esto
facilita que los escolares sean partícipes de sus aprendizajes, expresándose
y entregando sugerencias para mejorar la convivencia en la escuela y apropiándose
de los espacios de opinión y acción (Magendzo y Donoso, 2000).
Por otro lado, se requiere que tanto docentes como apoderados reciban capacitación
respecto al paradigma de la inclusión y manejen estrategias de mediación
orientadas a la participación (Ortiz y Lobato, 2003; Vega, 2008; Symes
y Humphrey, 2010).
Aunque las situaciones de maltrato son escasas, éstas ocurren entre escolares
del primer y segundo ciclo básico, lo cual también ha sido observado
en otros estudios (Fernández, 2003; Magendzo, Toledo y Rosenfeld, 2004)
y se relaciona con las edades del desarrollo de los escolares que inician la
adolescencia. Para enfrentar esto resultaría recomendable implementar
talleres transversales que incorporen, además de estrategias de mediación,
las necesidades propias de los escolares según su propia cultura y etapa
de desarrollo en el ciclo vital.
Tanto estudiantes como docentes perciben riesgo en dejar sus pertenencias en
los salones, lo que evidencia que existen hurtos o daño de materiales,
lo cual podría responder a situaciones culturales y a la ausencia de
intervenciones que establezcan normas claras frente a estas conductas, teniendo
posiblemente además alguna influencia en la percepción de conductas
negativas dentro del aula (Fernández, 2003; Magendzo, Toledo y Rosenfeld,
2004; Muñoz, Saavedra y Villalta, 2007).
Si bien las escuelas inclusivas puede que presenten una mayor sensibilidad en
temas de convivencia, debieran evaluar la conformación de equipos multidisciplinarios
que entreguen orientación ante las situaciones de conflicto, además
de generar un programa explícito de aceptación a la diversidad.
Sin embargo, es sustancial la preparación que tengan los docentes en
el tema para que puedan mediar dentro del aula con los escolares.
La intervención sobre conductas negativas o violencia escolar debe ser
desarrollada a partir de estrategias fundamentadas en el proyecto educativo
de la escuela de manera transversal, incorporándose en la misión,
visión y objetivos de dicho proyecto, con el fin de potenciar una convivencia
sana y orientada a la inclusión y que abarque todos los niveles educativos
(Fernández, 2003; Magendzo y Donoso, 2000). Al mismo tiempo, se requiere
del desarrollo e implementación de un reglamento interno participativo
que permita afrontar las escasas pero complejas situaciones de acoso escolar
que se presentan entre los escolares o aquellas situaciones donde se trasgredan
las normas de convivencia y respeto hacia las personas, permitiendo con esto
que se establezcan no solo medidas disciplinarias, si no también procedimientos
preventivos que permitan anticipar a las conductas negativas y favorecer la
resolución de conflictos de manera propositiva y constructiva con toda
la comunidad educativa. Esta estrategia debiera estar inmersa tanto en el currículum
formativo como en el académico, incorporando participantes de la comunidad
educativa: estudiantes, docentes, paradocentes, familia, comunidad e instituciones
formativas.
En la comunidad educativa estudiada se reconocen y son declaradas algunas estrategias
para fortalecer la convivencia escolar en escuelas inclusivas, sin embargo,
se debiera reforzar su aplicación cotidiana, lo cual se podría
manifestar, por ejemplo, en: establecer normas compartidas, concretas y vinculadas
a las características de cada nivel de enseñanza; considerar las
necesidades y propuestas de los estudiantes; potenciar el aprendizaje colaborativo;
incentivar el desarrollo de docentes proactivos y creativos; sistematizar las
experiencias de adaptación curricular; favorecer la autonomía
y compromiso de los estudiantes con su proceso formativo; incluir la diversidad
y necesidades de todos los estudiantes; favorecer la retroalimentación
positiva y, frente a los errores o conductas negativas, generar una estrategia
participativa donde los estudiantes elaboren sus propias conductas reparatorias;
y favorecer el modelado grupal positivo.
En síntesis, la participación, el desarrollo de reglas claras,
la capacitación, la intervención oportuna frente a situaciones
de conflicto, la prevención y apertura a la diversidad cultural, social
y personal son aspectos que debieran estar incorporados en el proyecto educativo
de toda escuela. Experiencias como la explorada en esta escuela permiten tener
una base para el desarrollo de estrategias de intervención en el resto
de las comunidades educativas que pretendan favorecer la aceptación de
la diversidad y la sana convivencia escolar.
Referencias
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Para
citar este artículo, le recomendamos el siguiente formato:
Muñoz, M. T., Lucero, B. A., Cornejo, C. A., Muñoz, P. A. y Araya,
N. E. (2014). Convivencia y clima escolar en una comunidad educativa inclusiva
de la Provincia de Talca, Chile. Revista Electrónica de Investigación
Educativa, 16(2), 16-32. Recuperado de http://redie.uabc.mx/vol16no2/contenido-munozluceroetal.html