Revista Electrónica de Investigación Educativa
Vol. 17, Núm. 2, 2015
La
evaluación del impacto científico en las investigaciones
educativas a través de un estudio de caso
Emilio Alberto Ortiz Torres (*) eortiz@ict.uho.edu.cu
Yoan Israel Viamontes Garrido (*) joan@ict.uho.edu.cu
Nelvis Reyes Fernández (*) nreyes@ict.uho.edu.cu
* Universidad de Holguín
Óscar Lucero Moya
(Recibido: 26 de julio de 2013; Aceptado para su publicación: 12 de enero
de 2015)
Resumen
La evaluación del impacto científico en las investigaciones educativas
constituye un problema no resuelto, debido a la falta de una labor sistemática
por parte de investigadores y directivos para que los conocimientos aportados
y dirigidos a solucionar los problemas relacionados con la formación
de profesionales universitarios sean correspondientemente acreditados, logren
ser introducidos en el proceso pedagógico y provoquen el efecto educativo
deseado. El objetivo del artículo es exponer algunos datos cuantitativos
de los resultados obtenidos con la evaluación del impacto científico
de varias investigaciones educativas a través de un estudio de caso con
la aplicación de indicadores cienciométricos.
Palabras clave: Impacto científico, investigación educativa, educación
superior.
I. Introducción
La evaluación del impacto de la ciencia y la tecnología constituye
una necesidad estratégica, como vía para de constatación
del desarrollo de un país, de su política científica, así
como de su gestión en función de la sociedad y de los seres humanos
que conviven en ella. Sobre este aspecto, autores como Boco (2000), Cortés
(2007); Moñux, Escolar, Aleixandre y Gómez (2005); Saavedra et
al. (2005); Villaveces, Orozco, Olaya, Chavarro y Suárez (2005); Rodríguez
(2005) y Cohen et al. (2010), han investigado y publicado en cada uno de los
casos, argumentando su pertinencia, viabilidad e importancia de que los resultados
científicos cumplan con su función social y no se limiten a su
difusión en revistas y publicaciones especializadas, sino que se conozcan
por otros profesionales a través de diferentes medios de difusión
y que provoquen los cambios necesarios.
Por la propia misión de las universidades en el contexto internacional
y específicamente en Cuba, es imprescindible que su producción
científica sea objeto de reflexión y evaluación y en este
sentido varios autores se han pronunciado (Cortés, 2007; Agudelo et al.,
2003; García, 2006).
Dentro de los resultados científicos que aportan los centros de educación
superior, los de carácter educativo poseen gran pertinencia por constituir
en sí mismos una reflexión científica y crítica
en la formación de profesionales universitarios, proponiendo a la vez
soluciones eficaces para su perfeccionamiento, de acuerdo con su misión
social. Sin embargo, su impacto científico no ha sido objeto de evaluación
de manera sistemática por parte de los investigadores, profesores y directivos,
por lo que no existen criterios fiables ni rigurosos que permitan obtener certezas
científicas de su efecto.
Esta ausencia de datos concretos sobre el impacto científico real de
las investigaciones en el campo educativo, que impide evaluar objetivamente
el efecto logrado en esta área del conocimiento, motivó el desarrollo
de un proyecto de investigación dirigido a determinar cuáles debían
ser los indicadores idóneos para evaluar el impacto científico
de las investigaciones educativas en la universidad, teniendo en cuenta lo aportado
ya por otros investigadores, pero adecuándolos al contexto formativo
de nivel superior. El objetivo de este artículo es exponer algunos datos
cuantitativos de los resultados obtenidos con la evaluación del impacto
científico de varias investigaciones educativas a través de un
estudio de caso, como vía para constatar la validez y factibilidad de
los indicadores propuestos.
El impacto científico es el efecto producido por la novedad y el aporte
teórico-práctico de los nuevos conocimientos como resultado del
proceso investigativo, los cuales son aceptados y divulgados a través
de diferentes publicaciones oficiales, reconocidos y citados por la comunidad
nacional e internacional. Dicho impacto no debe ser concebido solamente como
un resultado final, sino también como un proceso de crecimiento individual
y social (Hernández y otros, 2005). Y debe ser comprendido en un sentido
amplio como las potencialidades de las investigaciones para promover el cambio
(Cohen et al, 2010).
1.1 Antecedentes
Sobre la evaluación de impacto se han pronunciado autores como Biencinto
y Carballo (2004) en el ámbito sanitario, Kirkpatrick y Kirkpatrick (2007)
en las acciones formativas; Liberta (2007) acerca de las diferencias entre impacto,
impacto social y evaluación del impacto, Pérez (2007) sobre la
medición del impacto en los servicios de información; Román
et al. (2010) acerca del impacto de la formación académica y Lozano,
Saavedra y Fernández (2011) tratan la evaluación del impacto de
los resultados científicos.
Buendía, Fernández
y Ruiz (1995) precisan que se evalúa la investigación para denotar
si ésta se adecua a los principios de los que emana y en los que se sustenta,
a los medios que utiliza y a los fines que socialmente le han sido asignados.
En definitiva, para significar si la investigación resuelve problemas
relevantes con medios legítimos al tener que cumplir funciones sociales,
científicas y profesionales.
Fernández (1995) se refiere de manera específica a la evaluación
de la investigación educativa como un proceso complejo y aporta diferentes
vías científicas para hacerlo, como la citación por otros
autores, entre otros; en una publicación posterior (Fernández,
1997), precisa que la evaluación de la investigación está
constituida por un conjunto de estudios en los que se enjuicia la valía
o el mérito de investigación realizada sobre la base de ciertos
criterios explícitos (externos) o implícitos (personales).
Sobre el impacto de la producción científica en la universidad
se pronuncian Campanario, Cabos e Hidalgo (1998), destacando su valor y a la
vez el peligro que ocurre cuando se comparan áreas de conocimientos diferentes,
aunque ellos no llegan a evaluar a investigaciones de carácter educativo.
Fernández (2001) afirma que el impacto de la investigación se
presenta como un fenómeno tan problemático como ocurre en educación.
Los agentes e instituciones de la investigación educativa deben demostrar
su utilidad y necesidad para la sociedad que la financia, estando entonces sometida
a un continuo escrutinio sobre su credibilidad, debido al poco impacto que tiene
ésta sobre el desarrollo personal de sus alumnos. Dentro de los tipos
de impacto que destaca este autor están: el disciplinar o propiamente
científico; el extra disciplinar sobre disciplinas afines a las que se
investiga y otras tangenciales; el social acerca de los cambios sociales y estructurales
que afectan a organizaciones y colectivos docentes relacionados con la gestión,
administración, dirección y promoción de tales estructuras
y el heurístico, entendido como la contribución práctica
para la resolución de los problemas que generan las investigaciones educativas.
Y dentro de los métodos para la evaluación del impacto destaca
el análisis cienciométrico.
Oliva (2008) aporta 6 elementos que, desde un enfoque teórico general,
debe tener la evaluación de impacto en relación directa con la
educación de posgrado: finalidad, unidad de evaluación, toma de
decisiones, rol del evaluador, enfoque de evaluación y proceso metodológico.
Y Kinsler (2010) evalúa críticamente la utilidad de la investigación
acción en el campo educativo para el logro de los cambios emancipatorios,
más allá de las actitudes de los profesores, los conocimientos
y las teorías científicas.
Fernández (2013), al referirse a la evaluación del impacto en
organizaciones educativas, precisa que no todos los programas de intervención
en el campo formativo generan cambios inmediatos ni necesariamente sostenibles
por la complejidad que entraña obtener efectos a mediano y largo plazos.
Considera que dicha evaluación contiene un elemento técnico muy
relevante y precisa rigor, sistematización y aplicación adecuada,
por lo que se hace imprescindible la recogida de información con técnicas
precisas, el previo reconocimiento de indicadores y el análisis de la
información obtenida.
Los autores antes mencionados aportan elementos valiosos aunque fragmentados,
en dependencia del objeto de evaluación, por tanto, se asume como definición
que la evaluación del impacto científico es la valoración
que se realiza a través de diferentes indicadores cienciométricos
para determinar la novedad y el aporte teórico de los nuevos conocimientos
producidos por las investigaciones, a partir de la constatación de los
resultados obtenidos, de acuerdo con la intención inicial. Tal evaluación
puede llevarse a cabo por medio de la aplicación de diferentes indicadores,
de acuerdo con la literatura existente sobre el tema y de las posiciones de
partida, tanto en el plano teórico como práctico, para determinar
el grado de concordancia entre lo previsto por los investigadores y el aporte
real logrado.
Morales-Morejón y Báez (1999) aportan los siguientes criterios
para evaluar el desempeño de los científicos:
Esta triada sinérgica permite
operacionalizar de manera más objetiva los criterios para evaluar el
impacto científico de las investigaciones educativas, previa determinación
de indicadores.
El término indicador proviene del latín indicio y significa
lo que sirve para indicar; es sinónimo de guía, señal,
denotativo y demostrador. Los indicadores son variables de carácter empírico,
instrumental y operacional, pueden ser cualitativos o cuantitativos, ofrecen
información relevante en las investigaciones y están asociadas
a otras variables más complejas, en correspondencia con las concepciones
teóricas asumidas previamente por los investigadores.
La determinación de los indicadores está precedida por una valoración
teórica del objeto de estudio en cuanto a sus particularidades y de las
investigaciones realizadas anteriormente. Por tanto, sólo a partir de
la teoría es que se pueden precisar los indicadores idóneos para
investigar el objeto, y su precisión debe contener la fundamentación
correspondiente de su conveniencia, de lo contrario no habría rigor científico
en su selección en cuanto su pertinencia, eficacia y eficiencia.
Los indicadores representan una medición agregada y compleja que permite
describir o evaluar un fenómeno, su naturaleza, estado y evolución
(Martínez y Albornoz, 1998) Los indicadores de ciencia y técnica,
como constructos sociales, miden aquellas acciones sistemáticas relacionadas
con la generación, difusión, transmisión y aplicación
de conocimientos científicos y tecnológicos (Russell, 2004).
Los indicadores para medir los resultados de la ciencia y la técnica
a nivel internacional aparecieron en los años cincuenta y sesenta, bajo
la denominación de Inversiones y gastos en I+D. En los setenta, además
de éste se incluyeron las patentes y la balanza de pagos tecnológicos.
En los años ochenta, a los tres anteriores se le adicionaron los productos
de alta tecnología, la bibliometría, los recursos humanos y la
innovación (encuestas). En los noventa se incluyeron otros como la Innovación
mencionada en literatura científica, el soporte público a tecnologías
industriales, las inversiones intangibles y los indicadores de tecnología
e información y comunicaciones.
Los indicadores de impacto científico han sido aportados por la cienciometría,
disciplina que aplica técnicas bibliométricas a la ciencia para
examinar su desarrollo y las políticas científicas (Spinak, 1998)
y tiene que ver con la productividad y utilidad científicas (Contreras,
s/f) Estos indicadores son seleccionados sobre la base de determinados criterios
de naturaleza cualitativa que justifican teóricamente su existencia práctica.
Los indicadores que miden el reconocimiento del trabajo científico, tanto
si se hace a través del número de artículos o mediante
el número de citas y el factor de impacto acumulado por las revistas
donde publican sus resultados, presentan comportamientos muy diferentes dependiendo
de las áreas de conocimiento y no siempre apuntan al mismo colectivo
cuando se atiende a su “excelencia” (Sánchez, 2007).
II. Metodología
Sobre la base de los antecedentes valorados anteriormente, se derivaron los
siguientes indicadores:
Superior (Ceces) de la Universidad
de Holguín, Cuba, como caso de estudio.
Esta institución fue creada de manera oficial en el 2002, con la misión
de contribuir al perfeccionamiento del proceso formativo inicial y permanente
de profesionales universitarios mediante investigaciones científicas,
que por su contenido, alcance y pertinencia son de carácter educativo.
Está integrado por nueve investigadores y fueron estudiados los primeros
diez años (2002-2012) de su desempeño investigativo.
A fin de constatar la validez de esta propuesta se decidió utilizar el
método de estudio de caso único de carácter histórico
organizativo, propuesto por Rodríguez, Gil y García (1999), que
se ocupa de la evolución de una institución. También se
asumieron los criterios planteados por Flyvbjerg (2004) sobre la validez del
estudio de casos en las investigaciones para corroborar hipótesis y posiciones
teóricas. Se partió de la hipótesis de que a través
de este estudio de caso podrían corroborarse las posiciones teóricas
de partida sobre el impacto científico de las investigaciones educativas
y su correspondiente evaluación, de las cuales se derivaron los indicadores
determinados.
Para la aplicación de estos indicadores fue necesaria la búsqueda
en Internet en diferentes sitios y bases de datos académicos, así
como la revisión de documentos oficiales, tales como informes parciales
y finales de proyectos de investigación. También se empleó
el paquete estadístico Microsoft Excel 2003, con el cual se realizó
el estudio de tendencia a partir del Coeficiente de Determinación (R
cuadrada), cuyo valor óptimo es 1.
Para evaluar la visibilidad de los resultados científicos se utilizó
como principal buscador Google Académico, ya es el único que accede
a fuentes de información especializadas de naturaleza absolutamente académica,
aunque también fueron utilizados, en menor medida, los buscadores Lycos,
Yahoo y Bing. Posteriormente, se estableció una estrategia de búsqueda
que permitiera la recuperación efectiva de los datos precisos para su
posterior análisis. Los campos seleccionados fueron:
III. Resultados
Los datos obtenidos se resumen en diferentes tablas y gráficos en los
que se analiza e interpreta cada indicador.
3.1 Publicaciones de artículos científicos en revistas
arbitradas incluidas en bases de datos nacionales e internacionales
Tabla I. Publicaciones
de artículos científicos por países
La Tabla I resume los 49 artículos publicados en diez años, con un predominio de revistas cubanas y españolas y en menor medida de otros países latinoamericanos. Este desbalance muestra que como investigadores noveles, comenzaron a publicar primero sus resultados científicos en el país, y luego, de manera incipiente, en otros países iberoamericanos, como manifestación de una mayor experiencia investigativa y de la necesidad de acreditar sus aportes ante la comunidad científica en el exterior.
Figura 1. Publicación de artículos científicos por año
La figura 1 refleja la evolución por años de las publicaciones de artículos científicos y su incremento a partir del 2009, aunque no de forma sostenida, lo que podría indicar la madurez de algunos de los investigadores que comienzan a publicar más que en años anteriores, como resultado de un desarrollo científico superior.
Tabla II. Publicación
de artículos científicos por grupos
de bases de datos especializadas
La Tabla II expone la distribución
de los artículos científicos publicados por Grupos de Bases de
Datos, destacándose el predominio los Grupos III y IV, lo que pudiera
estar determinado por la falta de expertise de algunos de los investigadores
para poder publicar en los primeros grupos, debido a su poca experiencia y a
la falta de novedad y rigor de los resultados científicos logrados.
Dentro de las revistas del Grupo de Base de Datos III se encuentran: Revista
Iberoamericana de Educación (España), Revista Estilos de Aprendizaje
(España), Revista Universidad y Sociedad (Cuba), Revista Didasc@lia (Cuba),
Revista Ciencias Holguín (Cuba), Revista Trilogía (Colombia) y
Revista Educación (Perú). Mientras en las revistas del Grupo de
Base de Datos IV se encuentran: Revista Pedagogía Universitaria (Cuba),
Boletín de la Sociedad Cubana de Matemática y Computación
(Cuba), Cuadernos de Educación y Desarrollo (España), Acta Latinoamericana
de Matemática Educativa (México), Anales de la Academia de Ciencias
de Cuba, Acta Latinoamericana de Matemática Educativa (México),
Revista Escenarios (Colombia), Revista Integración Académica en
Psicología (México) y Colegio Universitario (Cuba).
3.2 Publicaciones de libros y monografías en soporte digital y papel
con ISBN
Figura 2. Publicación de monografías y libros por año
La figura 2 muestra la evolución
por año de las publicaciones de monografías y libros, se evidencia
un despegue a partir del año 2012, como resultado del proceso de desarrollo
científico y productividad de los investigadores, así como por
la efectividad de las gestiones realizadas con editoriales nacionales y en otros
países. La proyección es a su incremento, de acuerdo con el análisis
tendencial realizado.
3.3 Premios y reconocimientos obtenidos como constacia de aporte científico
o social
Tabla III. Premios
y reconocimientos
La Tabla III expone los premios y
reconocimientos que obteniendo, los cuales fueron de carácter institucional,
otorgados por la universidad en el rubro del resultado científico de
mayor aporte a la educación superior. También hubo premios otorgados
en la provincia, por la delegación territorial del Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente (Citma), denominado Premio Provincial de
la Academia de Ciencias de Cuba (ACC), por el aporte de
resultados científicos ya aplicados. Es necesario aclarar que los dos
premios correspondientes al 2002 se deben a resultados científicos obtenidos
anteriormente por investigadores que ya trabajaban en función del centro
de estudios antes de su creación oficial en ese año. Constituyen
indicadores de la pertinencia y eficacia de los resultados científicos
aportados en la solución de los problemas formativos que fueron objeto
de investigación. Se considera que la obtención de 17 premios
en ese tiempo constituyen un resultado importante para un centro de estudios
pequeño, con relativamente poco tiempo de creado y con limitados investigadores
expertos. Aunque se reflejan también irregularidades en su obtención
al existir años en que no se obtuvo ninguno
3.4 Participación en eventos nacionales e internacionales con ponencias
Figura 3. Ponencias en eventos científicos por país
La figura 3 revela el predominio
de la presentación de ponencias en eventos institucionales, nacionales
e internacionales en el país, lo que resulta lógico de acuerdo
con las posibilidades reales de los investigadores por la carencia de recursos
financieros para costear la asistencia a eventos en universidades extranjeras,
aunque también pudiera estar influido por una insuficiente gestión
de convenios y proyectos con estas instituciones que puedan cubrir dichos gastos.
3.5 Citaciones de los resultados científicos aportados por miembros
del Ceces
Tabla IV. Citas de
otros investigadores
La Tabla IV muestra 177 citas, identificando
a los más citados en correspondencia con los que más registros
obtienen. Se detecta la existencia de investigadores que no han sido citados
en el período analizado, lo que demuestra la necesidad de reconsiderar
sus publicaciones registradas y la búsqueda de una mayor pertinencia
y novedad en sus aportes científicos. No se tomaron en cuenta las autocitas.
3.5 Visibilidad de los investigadores por país
Figura 4. Visibilidad de investigadores por país
La figura 4 ilustra las citaciones por país, en el cual se destacan Cuba y España, y en menor medida Brasil, México, Colombia, la Organización de Estados Iberoamericano (OEI) y Costa Rica. Lo observado en el gráfico permitió al Ceces identificar las causas de la insuficiente visibilidad en algunos países de la región, así como trazar las estrategias pertinentes para aumentar este indicador en tales países.
3.1 Visibilidad de los investigadores por año
Figura 5. Visibilidad de los investigadores por años
La figura 5 revela un comportamiento
creciente de la visibilidad de los investigadores por años, sobre todo
a partir del 2009. El valor del factor R cuadrado de tendencia exponencial refleja
un valor de 0.8041, lo que indica que, aunque no es óptima la actual
visibilidad de la producción científica de los investigadores
en las bases de datos nacionales y extranjeras, se considera aceptable. Se constata
que en el 2010 no hubo reportes de publicaciones.
IV. Discusión
Los indicadores aplicados mediante el estudio de caso al Ceces permiten constatar
que, en sus primeros diez años de existencia, ha desarrollado una labor
investigativa incipiente, con cierto impacto científico por la calidad,
novedad y pertinencia de las investigaciones educativas desarrolladas desde
su creación.
De acuerdo con la revisión del estado del arte realizado para determinar
los fundamentos científicos del problema científico abordado y
los hallazgos empíricos obtenidos, mediante la aplicación de los
indicadores cienciométricos propuestos, se constata que los resultados
son consistentes con lo expuesto por otros investigadores, pero a la vez poseen
la validez necesaria para utilizarlos en la evaluación del impacto científico
de las investigaciones educativas.
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Cómo citar: Ortiz, E. A., Viamontes, Y. I. y Reyes, N. (2015). La evaluación del impacto científico en las investigaciones educativas a través de un estudio de caso. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 17(2), 89-100. Recuperado de http://redie.uabc.mx/vol17no2/contenido-ortizt.html