Revista Electrónica de Investigación Educativa
Vol. 23, 2021/e15
La representación social del éxito escolar en jóvenes sinaloenses:
elementos hegemónicos vs prácticas concretas1
Pedro Damián Zamudio Elizalde (1) https://orcid.org/0000-0002-1514-8425
Maider Larrañaga Eguilegor (2) http://orcid.org/0000-0002-6135-7172
Fidencio López Beltrán (1) https://orcid.org/0000-0003-1599-4610
(1) Universidad Autónoma de Sinaloa
(2) Universidad del País Vasco
(Recibido: 27 de diciembre de 2019; Aceptado para su publicación: 21 de abril de 2020)
Cómo citar: Zamudio, P. D., Larrañaga, M. y López, F. (2021). La representación social del éxito escolar en jóvenes sinaloenses: elementos hegemónicos vs. prácticas concretas. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 23, e15, 1-13. https://doi.org/10.24320/redie.2021.23.e15.3724
Resumen
La problemática del éxito escolar preocupa tanto a nivel político como social. No obstante, a menudo se entiende desde una lógica hegemónica reduccionista en la que priman las calificaciones. El presente estudio tuvo como objetivo ahondar en la representación social que jóvenes sinaloenses de bachillerato tienen sobre el éxito escolar. Desde una aproximación estructural se pretende conocer cómo influyen en la representación del éxito escolar de los jóvenes tanto dicha lógica hegemónica como sus inserciones sociales. Los resultados muestran que los jóvenes relacionan el éxito con un arquetipo de estudiante exitoso, responsable y que se esfuerza mostrando interés. A su vez, entienden el aprendizaje desde una dimensión práctica donde lo fundamental es saber usar lo aprendido, más allá de las calificaciones obtenidas. Asimismo, se destaca la importancia del proceso y las pautas que permiten la permanencia y conclusión del bachillerato. El éxito escolar posibilita así un mejor futuro.
Palabras clave: éxito escolar, adolescencia, aprendizaje
I. Introducción
Actualmente el fracaso escolar ocupa un lugar preponderante en el discurso político y social debido a la crisis internacional que vive el sistema educativo. Es evidente que los indicadores cuantitativos relacionados con el fracaso atraen en mayor medida las miradas de los organismos internacionales, con el propósito de implementar lineamientos políticos (OCDE, 2010). Sin embargo, es fundamental superar esta visión reduccionista de la dinámica escolar. Una alternativa es situar la investigación educativa en la comprensión de los mecanismos que llevan a algunos jóvenes a tener éxito en la escuela (Adler, 2017; Gil-Madrona et al., 2016; Longás et al., 2016; Longás et al., 2019).
La construcción de trayectorias académicas exitosas está determinada por una amplia variedad de factores que influyen directamente en el proceso educativo (Díaz-Gibson et al., 2018). La investigación educativa busca profundizar en la comprensión de este fenómeno a través de la producción científica que tiende a centrarse en torno a la dimensión personal del éxito. Si bien hay algunos estudios que abordan la problemática del éxito escolar de forma amplia, teniendo en cuenta el contexto social y las condiciones culturales, la mayoría adopta una visión reduccionista.
Desde esta perspectiva de análisis se indaga sobre la capacidad de resiliencia y motivación ante condiciones socioeconómicas adversas (Carrillo et al., 2018; Sandín-Esteban, 2018); se analizan algunos elementos presentes en las relaciones entre actores educativos que funcionan como barreras o ayudas durante la transición entre niveles educativos (Calvo y Manteca, 2016); se investigan características y perfiles de estudiantes con éxito escolar, la capacidad de solucionar problemas, la disciplina y la persistencia (Silva et al., 2016) y el éxito escolar desde la perspectiva de género (Fernández et al., 2010; Torrano y Soria, 2017).
En el caso de Sinaloa (México), los trabajos centran su interés en conocer las problemáticas de enseñanza y aprendizaje en la relación de profesorado y alumnado (García-Rangel et al., 2014); asimismo, se pretende esclarecer las causas, consecuencias y estereotipos de género de jóvenes de bachillerato con el propósito de comprender el fenómeno de la deserción escolar (Ruíz-Ramírez y Pérez-Olvera, 2014); además, la construcción de la identidad en este nivel educativo se establece como un objeto de investigación importante. Los jóvenes enfrentan desigualdades económicas y educativas desde el principio de sus estudios (Araiza y Audelo, 2017). Los estudiantes con bajos recursos sociales, económicos y culturales tienen poca posibilidad de asistir a la universidad, no obstante, cuando lo logran suelen vivir deficiencias escolares relacionadas con la infraestructura, el equipamiento, la provisión de materiales, la tecnología y la formación docente. En este sentido, la población sinaloense con mayor desventaja social tiene pocas posibilidades de acceder a una educación de calidad (Araiza, 2018).
Los estudios revisados sobre el éxito escolar presentan importantes limitaciones: en primer lugar se encuentra la concepción del éxito y del fracaso como dos experiencias educativas aisladas o contradictorias (López-Vicente et al., 2016). Este posicionamiento corresponde a una lógica tradicional donde el alumnado que tiene buen rendimiento académico se cataloga como exitoso, mientras que el alumnado con resultados académicos negativos se estigmatiza como fracasado; en segundo lugar, la dicotomía éxito-fracaso tiende a simplificar la amplia variedad de condiciones y factores que intervienen en los resultados académicos del alumnado (Fernández, 2017).
En este sentido, aunque la investigación sobre el éxito escolar presenta diversas formas de interpretar este fenómeno del sistema educativo, permanece una lógica hegemónica reduccionista que relaciona el éxito escolar en función de las calificaciones académicas; en concreto, a partir del establecimiento de la evaluación del proceso educativo mediante exámenes (De la Orden, 1991). Con base en lo anterior se puede observar que existe una comprensión restringida del éxito escolar. Asimismo, las investigaciones tienden a centrarse en los resultados objetivos del proceso educativo sin otorgar importancia a las características, experiencias y estrategias del alumnado que logra desarrollar trayectorias educativas de éxito.
Por ello se plantea el acercamiento al éxito escolar desde la Teoría de las Representaciones Sociales (TRS), la cual permite comprender el carácter social, histórico y subjetivo de la realidad social en la escuela y, además, sirve para ubicar al estudiantado en su carácter de sujeto dinámico que da forma al conocimiento que proviene del contexto sociocultural (Mireles, 2010).
De esta forma, las Representaciones Sociales (RS) constituyen conocimientos prácticos mediante los cuales un individuo o grupo reconstruye la realidad y le atribuye su significación (Abric, 2011). Mediante esta aproximación es posible acceder a los discursos que los grupos sociales tienen sobre un objeto relevante para la sociedad. En específico, en el estudio se analiza la representación desde diferentes posicionamientos, pues ésta se ve influenciada por la inserción de cada individuo en la sociedad. Así, se pueden conocer los significados que los jóvenes estudiantes sinaloenses de bachillerato construyen sobre el éxito escolar y cómo éstos se expresan en sus prácticas sociales.
1.1 Teoría del Núcleo Central: un enfoque estructural de las RS
Desde su aparición en el campo psicosocial, las RS se configuran como un enfoque y una teoría. Esta investigación retoma la propuesta de la perspectiva estructural para abordar el objeto de investigación, en concreto, se hace uso de la Teoría del Núcleo Central (TNC) para determinar la estructura de la representación social del éxito escolar. Esta perspectiva de las RS se basa en la premisa de que, independientemente del objeto social, cualquier representación se organiza en torno a un sistema dual compuesto por un núcleo central y un sistema periférico (Moliner y Abric, 2015).
De esta manera, se comprende que toda representación incluye un conjunto de creencias jerarquizadas, así como elementos periféricos organizados alrededor de un núcleo. Según Abric (2011) el núcleo central, compuesto por pocos elementos, tiene tres funciones: genera o modula el significado, organiza la naturaleza de las conexiones y estabiliza los elementos que integran la representación. Por su parte, los elementos del sistema periférico hacen referencia a experiencias concretas e individualizadas, propias del contexto inmediato en el que se desarrollan los sujetos. Tiene la función de concreción de significados, regulación y adaptación de la representación y defensa de los elementos centrales ante la posible pérdida del consenso.
En este sentido, el núcleo central es la parte no negociable de la representación, está compuesto por elementos con alto consenso y están directamente relacionados con los valores, las normas y la historia del grupo. En cambio, el sistema periférico es flexible, adaptativo y relativamente heterogéneo (Moliner y Abric, 2015). De ahí la importancia de analizar la representación del éxito escolar desde las inserciones sociales. Desde esta aproximación, las RS son principios organizadores de tomas de posición asociados a inserciones específicas en un conjunto de relaciones sociales. De tal manera que las representaciones son un conjunto organizado de actitudes que se diseminan y posicionan de manera individual, las variaciones entre las personas no son al azar, sino que se rigen por principios de organización y jerarquía social (Doise et al., 1994).
Con el objetivo de analizar la RS del éxito escolar que tienen los y las jóvenes de bachillerato, el presente estudio pretendió conocer su contenido y determinar su estructura. Se espera que, por un lado, el contenido del núcleo central de la representación no varíe en función de las inserciones sociales y se mantenga estable. Por otro lado, se espera que en la periferia de la representación se concrete la influencia de las inserciones sociales de las y los jóvenes sinaloenses.
II. Método
La muestra fue seleccionada bajo un criterio no probabilístico por conveniencia. En la investigación participaron 513 jóvenes estudiantes de bachillerato de la Universidad Autónoma de Sinaloa (53% mujeres y 47% hombres), con una media de 16.5 años (DT= .861). De los participantes el 80% se asumió como perteneciente al nivel socioeconómico medio, 15% al bajo y 5% al alto. En cuanto a la actividad laboral 27% de estudiantes trabaja y 73% no. Finalmente, el estudiantado declaró la escolaridad familiar, la cual hace referencia al nivel de estudios de la madre y el padre, mismo que es variable, 33% es de escolaridad básica, 48% de nivel medio superior y 19% de nivel superior.
Instrumentos. En el marco de la TNC se desarrollaron dos tipos de métodos: por un lado los exploratorios, dirigidos a conocer el contenido de la representación y, por otro los confirmatorios, diseñados para verificar los elementos centrales (Moliner y Abric, 2015; Zamudio et al., 2019). Con la finalidad de explorar el contenido y estructura de la RS del éxito escolar se utilizó un cuestionario de evocación libre de palabras. Para su aplicación, el cuestionario se organizó en dos secciones: en la primera se formuló la pregunta inductora “¿Qué se le viene a la mente cuando escucha el término éxito escolar?”; y la segunda sección consistió en la jerarquización de las respuestas evocadas de mayor a menor importancia.
Para confirmar los elementos pertenecientes al núcleo central se utilizó el cuestionario de refutación (Larrañaga y Valencia, 2012). Este instrumento se elaboró a partir del análisis de la literatura relacionada con el éxito escolar (López-Vargas et al., 2011; Páimes-Rovira et al., 2016; Riera-Romaní et al., 2017; Soria-Barreto y Zúñiga-Jara, 2014; Vélez, 2007). Se presentó un listado de elementos susceptibles de pertenecer al núcleo central a partir del siguiente escenario: “En tu opinión, podemos decir que se da una situación de éxito escolar cuando”, seguido de los elementos redactados en sentido negativo (ver tabla 1). Las modalidades de respuesta planteadas van de un polo positivo (sí y probablemente sí) al polo negativo (no y probablemente no).
Algunas de las variables que influyen en la construcción de trayectorias educativas de éxito escolar son el género, la actividad laboral, el nivel socioeconómico y la escolaridad familiar. Por ello, fueron seleccionadas para el análisis del cuestionario de refutación con el propósito de conocer la estructura representacional desde diferentes inserciones sociales de los sujetos con respecto al éxito escolar.
Elementos desafiados | Formulación |
---|---|
Aprendizaje | El alumno no aprende |
Rendimiento académico | El alumno no tiene buen rendimiento académico |
Inteligencia | El alumno no es inteligente |
Metas personales | El alumno no cumple sus metas personales |
Interés por estudiar | El alumno no tiene interés por estudiar |
Permanencia escolar | El alumno no sigue en la escuela |
Recursos económicos | El alumno no tiene recursos económicos |
Estrategias de enseñanza | El profesor no utiliza buenas estrategias de enseñanza |
Evaluación | El profesor no utiliza un adecuado sistema de evaluación |
Escuela | La escuela no es de calidad |
Expectativas familiares | La familia no tiene expectativas altas en la educación de sus hijos |
Apoyo familiar | No hay apoyo familiar |
Empleo | No facilita la empleabilidad del alumno |
Riqueza | No produce riqueza económica |
Procedimiento. La recolección de datos se inició tras la presentación de los objetivos de investigación a los jóvenes participantes en el aula durante el horario de clase. Una vez otorgado el consentimiento verbal se procedió con la aplicación de los cuestionarios. En primer lugar se respondió el cuestionario de evocación libre de palabras. El análisis de los datos se llevó a cabo mediante el programa EVOC (Análisis de Asociación Libre de Palabras) que realiza diferentes tipos de análisis. Para esta investigación se optó por utilizar el análisis lexicográfico que permite la organización de las palabras evocadas utilizando la técnica de las cuatro casas, con la finalidad de establecer el prototipo representacional. Por otra parte, para conocer los diferentes discursos que subyacen en las respuestas de los sujetos se realizó un análisis categorial y de similitud, de esta forma es posible identificar las categorías de mayor importancia al representar el objeto de estudio (Bonnec et al., 2002).
En segundo lugar se procedió con la aplicación del cuestionario de refutación y el análisis de los datos se llevó a cabo mediante el programa SPSS versión 22. Para determinar si un elemento desafiado en el cuestionario pertenece al núcleo central de la representación social se utilizó un corte teórico propuesto por Flament y Rouquette (2003) y Milland (2002). De esta forma, cuando los elementos reciben el 75% o más de las respuestas en el polo negativo son consideradas como elementos centrales.
III. Resultados
3.1 Prototipo representacional del éxito escolar
El cuestionario de evocación del éxito escolar obtuvo un total de 2 965 respuestas y se analizó el 90% de las palabras al establecer como punto de partida una frecuencia mínima de 5. Los puntos de corte para el análisis lexicográfico fueron: frecuencia intermedia de 28 y rango medio de 2.6. Los elementos susceptibles a pertenecer al núcleo central (Tabla 2) hacen referencia a tres discursos concretos sobre el éxito escolar: uno que refleja la importancia asignada al proceso de aprendizaje, otro que hace referencia a la conclusión de la educación obligatoria, y otro más que destaca las particularidades del estudiante exitoso.
En lo que concierne al aprendizaje, los jóvenes señalan la importancia de la apropiación de los contenidos escolares, en específico consideran relevante el uso en su vida diaria de los aprendizajes logrados. Para ejemplificar lo anterior, los jóvenes mencionan: Aprender, aprender de fracasos, aprender y entender las clases, aprender nuevos temas, aprender de todo, estudiar y aprender, poner en marcha lo aprendido, usar lo aprendido, saber usar el aprendizaje, alto aprendizaje, facilidad de aprendizaje, buen aprendizaje.
Frecuencia >= 28 | Rango medio < 2.6 | Frecuencia >= 28 | Rango medio >= 2.6 | ||
---|---|---|---|---|---|
Aprendizaje | 36 | 2.306 | Buen | 346 | 2.983 |
Esfuerzo | 28 | 2.464 | Calificaciones | 133 | 2.699 |
Futuro | 32 | 2.563 | Desempeño | 31 | 3.484 |
Graduación | 29 | 2.345 | Escuela | 62 | 3.258 |
Metas | 69 | 2.565 | Estudio | 136 | 2.765 |
Responsable | 56 | 2.588 | Inteligencia | 42 | 3.238 |
Terminar | 136 | 2.478 | Logro | 47 | 2.830 |
Ser | 56 | 2.946 | |||
Tener | 56 | 3.054 | |||
Trabajo | 100 | 2.910 | |||
Vida | 43 | 2.884 | |||
Frecuencia < 28 | Rango medio < 2.6 | Frecuencia < 28 | Rango medio >= 2.6 | ||
Alguien | 8 | 2.250 | Alumno | 17 | 2.941 |
Dedicación | 24 | 2.333 | Amistades | 8 | 4.500 |
Familiar | 17 | 2.235 | Apoyo | 14 | 3.143 |
Obtener | 8 | 2.375 | Año | 7 | 3.143 |
Preparatoria | 24 | 2.417 | Conducta | 10 | 3.500 |
Superación | 24 | 2.417 | Dinero | 20 | 3.800 |
Disciplina | 18 | 3.611 | |||
Excelencia | 25 | 2.920 | |||
Felicidad | 10 | 3.400 | |||
Orgullo | 10 | 3.600 | |||
Respeto | 6 | 4.167 | |||
Sueños | 5 | 2.600 |
Por su parte, el discurso que trata sobre la conclusión de la educación obligatoria hace referencia a finalizar o terminar satisfactoriamente el bachillerato, así, aparecen elementos susceptibles a pertenecer al núcleo central como graduación y terminar. Otros elementos que destacan la importancia de la finalización de los estudios son los términos metas y futuro. De esta manera, desde la perspectiva de los jóvenes, el éxito escolar significa haber cumplido los requisitos institucionales para ser promovido al siguiente nivel académico. A su vez, consideran que finalizar el bachillerato les asegura mejores condiciones sociales y económicas en etapas posteriores de su vida. Los jóvenes mencionan: Graduación, graduarme en lo que quería, cumplir una meta escolar, a un paso de culminar metas, meta para conseguir tus sueños, terminar la preparatoria de buena forma, terminar la carrera, terminar con buenas calificaciones, éxito en el futuro, futuro asegurado, buen empleo en el futuro, un ciclo terminado, terminar todos los niveles de la escuela.
Por último, en lo que concierne al núcleo central, se encuentran los elementos esfuerzo y responsable que hacen referencia a las características que muestra un estudiante exitoso. Además, resulta interesante cómo ambos elementos destacan que el trabajo académico requiere de compromiso y disciplina como requisitos para lograr el éxito. Los jóvenes señalan: esforzarte en los estudios, trabajar con mucho esfuerzo, esfuerzo y dedicación, ser responsable y dedicado, responsable en las materias, responsabilidad y desempeño en la escuela, responsabilidad en tareas y trabajos, responsabilidad académica, responsabilidad y disciplina, responsable en obligaciones de estudiante.
El sistema periférico de la representación social sobre el éxito escolar expresa las vivencias cotidianas de los jóvenes de bachillerato y complementa la información encontrada en el núcleo central. En lo que concierne al discurso sobre la importancia del proceso de aprendizaje aparecen elementos como calificaciones, examen, materias, buen (aprendizaje), desempeño, académico, año, clase, estudio y escuela. Estos elementos señalan los aspectos relacionados con la institución escolar, destacando las actividades realizadas durante el proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula.
En relación con el discurso sobre la finalización de la educación obligatoria aparecen elementos como logro, ser, superación, título, profesionista, tener, trabajo y vida. Estos elementos destacan el proceso de cambio que los y las jóvenes experimentarán en un futuro.
Por último, en el sistema periférico aparecen elementos como inteligencia, dedicación, compromiso, conducta, disciplina, organizado, perseverancia y preparación. Todos estos elementos son utilizados para nombrar y categorizar las particularidades distintivas de los y las estudiantes que experimentan el éxito académico.
3.2 Análisis categorial y de similitud del éxito escolar
El análisis categorial permite ubicar cada elemento evocado por los jóvenes en un universo semántico y determinar la inclusión de cada categoría en diferentes campos temáticos. En relación con el análisis de categorías, se clasificaron las evocaciones en cinco categorías de análisis (Tabla 3). La categoría más utilizada fue la de Características del estudiante exitoso (p. ej. dedicación, esfuerzo), utilizada por un 76.5% de los participantes y con un rango intermedio de 3.0. En menor medida se utilizaron las categorías Estructura y provisión del servicio educativo (p. ej. clase, escuela) utilizada por un 68.4% y un rango intermedio de 3.0, la categoría Búsqueda de reconocimiento (p. ej., éxito, logro) citada por un 65.2% y con un rango medio de 2.8, y la categoría Éxito como movilidad social (p. ej., trabajo, mejor vida) utilizada por un 57.8% y con un rango intermedio de 3.0). Finalmente, la categoría que menos aparece en el discurso del estudiantado es la Dimensión afectiva del éxito escolar (p. ej., felicidad, orgullo) la cual fue utilizada por un 21.7% con un rango intermedio de 3.4.
Categoría | Palabras principales | Características |
---|---|---|
1. Dimensión afectiva del éxito escolar. | Felicidad, excelencia, orgullo, respeto y sueños. | Señala los sentimientos experimentados por los jóvenes con éxito escolar. |
2. Características del estudiante exitoso. | Aprendizaje, desempeño, dedicación, esfuerzo, inteligencia, y responsable. | Define el prototipo de estudiante exitoso. |
3. Estructura y provisión del servicio educativo. | Año, clase, escuela, examen, materias, preparatoria y tareas. | Define las características del centro educativo que favorecen las experiencias de éxito. |
4. Éxito escolar como movilidad social. | Dinero, estabilidad, futuro, obtener, trabajo y vida. | Señala diferentes manifestaciones sociales y económicas relacionadas con el éxito escolar. |
5. Búsqueda de reconocimiento. | Éxito, familia, ser, logro, superación, graduación y terminar. | Señala expresiones de éxito y manifestaciones de logro de metas de los y las estudiantes. |
El índice de Implicación del análisis de similitud (Figura 1) permite visualizar la inclusión de las categorías en campos semánticos. Los resultados mostraron que la mayoría de las categorías presentan altos índices de Implicación (más de 80%) con relación a la categoría central Características del estudiante exitoso. La concepción del éxito escolar se basa en el hacer académico, es decir, el estudiante pone en marcha una estrategia educativa personal, a partir de la cual diseña distintos niveles de intervención que favorecen la construcción de una identidad como estudiante exitoso.
En torno a la categoría central se dividen tres discursos. En primer lugar, el Éxito como movilidad social se vincula estrechamente con la Búsqueda de reconocimiento y la Estructura y provisión del servicio educativo. En segundo lugar, la Dimensión afectiva se encuentra fuertemente implicada con los discursos relacionados con las Características que hacen a un estudiante exitoso y la Búsqueda de reconocimiento. En tercer lugar, la Estructura y provisión del servicio educativo hace referencia al éxito a partir de los elementos que intervienen en la escuela, la cual se caracteriza por tener procesos educativos de calidad, tales como la admisión de estudiantes, la transición de ciclo escolar, las clases, la evaluación y la enseñanza. Además, la preparatoria que favorece el éxito crea un ambiente adecuado para el estudio de temas y materias de interés para los jóvenes.
3.3 El cuestionario de refutación
El cuestionario de refutación del éxito escolar (Tabla 4) permite confirmar los elementos susceptibles a pertenecer al núcleo. Los resultados del cuestionario de refutación permitieron confirmar como elementos centrales del éxito escolar el Interés por estudiar (91.9%), la Permanencia escolar (91.9%) y el Aprendizaje (87.9%).
Ítem | Sí | Probablemente Sí | Probablemente No | No | Total No |
---|---|---|---|---|---|
Interés | 2 | 6.1 | 28.3 | 63.6 | 91.9 |
Permanencia escolar | 2.5 | 5.6 | 25.8 | 66.1 | 91.9 |
Aprendizaje | 2 | 12.1 | 28.8 | 59.1 | 87.9 |
Evaluación | 7.1 | 18.7 | 54 | 20.2 | 74.2 |
Estrategias de enseñanza | 5.1 | 22.2 | 49.5 | 23.2 | 72.7 |
Metas personales | 7.1 | 21.2 | 41.9 | 29.8 | 71.7 |
Rendimiento académico | 7.1 | 22.2 | 31.8 | 38.9 | 70.7 |
Empleo | 4 | 30.8 | 55.1 | 10.1 | 65.2 |
Expectativas familiares | 12.1 | 32.3 | 40.4 | 15.2 | 55.6 |
Apoyo familiar | 12.1 | 33.8 | 39.4 | 14.6 | 54 |
Escuela | 21.7 | 36.9 | 31.3 | 10.1 | 41.4 |
Inteligencia | 15.7 | 46 | 29.3 | 9 | 38.3 |
Riqueza | 19.7 | 43.9 | 27.3 | 9.1 | 36.4 |
Recursos económicos | 21.2 | 49 | 21.2 | 8.6 | 29.8 |
Los resultados de los análisis sobre la influencia de los diferentes posicionamientos sociales muestran que, en el caso del género, tanto para los hombres como para las mujeres los elementos interés por estudiar (91.5% hombres; 92.3% mujeres), permanencia escolar (91.5% hombres; 92.3% mujeres) y aprendizaje (88.3% hombres; 87.5% mujeres) son centrales. No obstante, para los hombres cumplir con las metas personales (75.6%) también es determinante para logar el éxito, mientras que para las mujeres el éxito se construye en torno a habilidades cognitivas como la inteligencia (78.8%) y los resultados obtenidos en el sistema de evaluación (76.9%) reflejados también en el buen rendimiento académico (75%).
En relación con la actividad laboral, tanto para los estudiantes que trabajan como para los que no trabajan se confirman los tres elementos como centrales de la representación social del éxito: aprendizaje (sí trabaja 82.1%; no trabaja 91.2%), interés por estudiar (sí trabaja 87.7%; no trabaja 94.4%) y permanencia escolar (sí trabaja 86.3%; no trabaja 95.2%). Sin embargo, sólo los estudiantes que trabajan consideran las estrategias de enseñanza (75%) como centrales, mientras que los jóvenes que no realizan actividades laborales señalan al sistema de evaluación (76%) que desarrollan los docentes como elemento central del éxito escolar.
En lo que concierne al nivel socioeconómico, se confirmaron los tres elementos como centrales tanto en el nivel medio como en el bajo: aprendizaje (medio 82.1%; bajo 91.2%), interés por estudiar (medio 87.7%; bajo 94.4%), permanencia escolar (medio 86.3%; bajo 95.2%). Las diferencias se encuentran en que para los estudiantes de nivel medio la dimensión de la práctica docente (75%), así como el cumplimiento de las metas personales (76%) son centrales, mientras que para los estudiantes de nivel bajo no.
Finalmente, en relación con el nivel de escolaridad familiar se confirmaron los tres elementos centrales en todos los niveles: aprendizaje (básica 88.1%; media 85.4%; superior 88.9%), interés por estudiar (básica 89.7%; media 92.7%; superior 93.1%) y permanencia escolar (básica 91.2%; media 94.6%; superior 90.3%). No obstante, cuando la escolaridad de la familia se sitúa en la educación superior se incluyen en el núcleo central el rendimiento académico (75%), las estrategias de enseñanza (75%) y el sistema de evaluación (76.4%). Cuando la escolaridad familiar se sitúa en el nivel básico se incluyen también las estrategias de enseñanza (76.5%) como elemento central, mientras que cuando la escolaridad se sitúa en el nivel medio el sistema de evaluación (80%) se considera como elemento del núcleo central.
IV. Discusión y conclusiones
Los resultados de este estudio plantean elementos interesantes sobre la dinámica de la representación social del éxito escolar en el bachillerato sinaloense. En concreto, las preguntas de evocación mostraron que desde la perspectiva de los jóvenes existe una representación que define las causas del éxito escolar en torno a tres discursos fundamentales: un primero que da importancia al proceso de aprendizaje; un segundo que enfatiza la conclusión de la educación obligatoria; y un tercero que resalta las características del estudiante exitoso.
En relación con el proceso de aprendizaje, los jóvenes señalan que el éxito escolar se refleja, en primer lugar, a través del aprendizaje de contenidos escolares significativos para su vida diaria y, en segundo lugar, en el rendimiento académico a partir de los resultados en las calificaciones, evaluaciones y materias que les permite pasar de año. De esta manera, el alumnado considera como causa del éxito escolar la utilidad de los aprendizajes logrados en la escuela (Vélez, 2007). El hecho de que los estudiantes asignen mayor importancia al aprendizaje que al rendimiento académico obtenido a través de mecanismos habituales contrasta con un posicionamiento arraigado en la comunidad educativa, en la cual, el resultado de evaluaciones estandarizadas limita la concepción del éxito escolar (López-Vicente et al., 2016).
Cabe destacar que en la concepción del proceso de aprendizaje como causa del éxito no se hace mención a la práctica docente. La ausencia de la figura del profesor confirma la percepción del éxito desde una dimensión personal (Silva et al., 2016). Este resultado se contrapone a lo propuesto por Páimes-Rovira et al. (2016), quienes conciben al docente como un agente clave, al ser el principal gestor de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Debido a la importancia de la dimensión personal, los estudiantes diseñan una estrategia que da sentido a sus prácticas cotidianas relacionadas con el quehacer educativo que les permite lograr el éxito escolar, como son estudiar, poner atención en clase, hacer las tareas escolares y utilizar los aprendizajes (Vélez, 2007).
En lo que concierne al discurso sobre la finalización del bachillerato, en ella subyace una explicación del fenómeno desde una dimensión administrativa. Es decir, los jóvenes comprenden el éxito escolar como la obtención del título de educación obligatoria. Datos que se utilizan desde la política gubernamental para mantener los estándares de calidad educativa (Cantón y García-Martín, 2016; OCDE, 2010).
Por otra parte, dentro de este discurso se establece la idea del éxito en el bachillerato como predictor del éxito social futuro. Esto resulta interesante, pues las prácticas educativas de los jóvenes aspiran al logro de metas, mismas que se plantean bajo el supuesto de la educación como mecanismo de ascensión social (Rogero, 2014) Sin embargo, la idea de la movilidad social como producto del éxito en la institución educativa parece superada debido a la pérdida de valor instrumental de la educación, ya que la correspondencia entre títulos académicos y ocupación en el mercado laboral no se mantiene, con lo cual el alumnado se cuestiona si vale la pena el esfuerzo requerido (Fernández, 2017).
No obstante, si bien los discursos antes señalados se encuentran en los resultados del análisis de similitud, es el discurso que se construye en torno a las características del estudiante exitoso el más utilizado. Es interesante que la concepción predominante sobre éxito se haga desde una perspectiva individual, destacando habilidades que permiten a los estudiantes cumplir con los requerimientos de la institución educativa. En este sentido, es posible observar que los alumnos atribuyen, en mayor medida, el éxito escolar a causas internas, relacionadas con el esfuerzo, mientras que las causas externas, como las características de la institución educativa y la movilidad social que supone el éxito, son discursos menos utilizados (Cantón y García-Martín, 2016).
El discurso de las características de los estudiantes exitosos permitió visualizar cómo los jóvenes tienen un estereotipo concreto del éxito escolar centrado en el esfuerzo y la responsabilidad. Los estudiantes enfatizan sobre los beneficios que proporciona el compromiso e interés en su proceso educativo. Además, resulta interesante que su respuesta a las normas o regulaciones impuestas por la institución educativa sea un factor determinante para el éxito escolar, así, la buena conducta y la disciplina son elementos valorados positivamente (Soria-Barreto y Zúñiga-Jara, 2014). Por otra parte, destaca la ausencia de habilidades cognitivas como elemento decisivo de éxito, sólo se evoca la inteligencia como elemento contextual, mas no como central de la representación. Este resultado se contrapone a lo propuesto por Silva et al. (2016), quienes encontraron que la memoria, atención, comprensión y análisis son habilidades cognitivas necesarias para alcanzar el éxito escolar.
Por otra parte, el resultado de los cuestionarios de refutación apoya la hipótesis de la estabilidad del núcleo central de la representación del éxito escolar. En concreto, los cuestionarios de refutación permitieron confirmar los elementos aprendizaje, interés por estudiar y permanencia escolar como parte del núcleo central. Además, si bien la influencia de las diferentes inserciones sociales se evidenció en la importancia otorgada a diversos elementos periféricos, la centralidad de los elementos centrales se confirmó desde todos los posicionamientos.
Al analizar la representación social del éxito escolar construida por los estudiantes con base en el género se confirmaron como elementos centrales el interés por estudiar, la permanencia escolar y el aprendizaje. A pesar de ello, es posible identificar dos discursos diferentes en los elementos periféricos de la representación. Los hombres sitúan las causas del éxito en una dimensión motivacional. En específico, a través del cumplimiento de metas personales y académicas, en ellas integran prácticas socioeducativas para lograr sus objetivos y fortalecer la dimensión emocional, pues mencionan sentir felicidad, satisfacción, alegría y ser respetados (Barca-Lozano et al., 2012). Por su parte, las mujeres atribuyen las causas del éxito a las habilidades cognitivas. En concreto, hacen referencia a la inteligencia, al rendimiento académico y a los resultados del proceso de evaluación. Desde esta perspectiva, las jóvenes han aprendido a responder a las regulaciones establecidas por la institución educativa en torno a la evaluación, pues lo consideran como un factor determinante del éxito escolar (Torrano y Soria, 2017).
Por otra parte, al tener en cuenta factores de riesgo para el éxito escolar como lo son el desempleo y el nivel socioeconómico bajo, todos y todas estudiantes señalan el buen aprendizaje, el interés por estudiar y la permanencia escolar como causas del éxito. No obstante, los jóvenes que trabajan señalaron también las estrategias de enseñanza como elemento central. A pesar de la presencia de estresores importantes, como la situación de precariedad económica, los jóvenes construyen mecanismos de resiliencia educativa cuando su interés por estudiar es elevado (Longás et al., 2016). No obstante, al analizar los elementos periféricos de la representación emerge la necesidad de realizar una adecuación de las condiciones de provisión y estructura del servicio educativo (p. ej. tener buenos maestros, mejorar las clases), mismas que repercutan en los procesos de enseñanza y aprendizaje, de manera que se sustituyan las carencias que puede sufrir el estudiantado de contextos desfavorecidos (Carrillo et al., 2018).
Las diferencias en cuanto a nivel de escolaridad familiar evidenciaron que los jóvenes con padres con estudios superiores representan el éxito escolar desde dos discursos: uno que se sitúa desde una perspectiva personal y otro que explica el éxito desde la escuela. En primer lugar, se señalan como causas del éxito escolar el buen aprendizaje, el buen rendimiento académico y el interés por estudiar. En cuanto a la dimensión institucional se menciona la permanencia escolar, las buenas estrategias pedagógicas y un adecuado sistema de evaluación. Este resultado es interesante, de acuerdo con Barca-Lozano et al. (2012) los entornos familiares de nivel educativo alto son potenciadores del buen rendimiento académico de los hijos, así como de prácticas educativas que favorecen una alta percepción de sus capacidades académicas, llevando a los jóvenes al éxito escolar. Lo cierto es que el nivel educativo de los padres de familia ofrece al estudiante diferentes condiciones de apoyo instrumental, además de que influye en las actitudes, expectativas y valores de éstos en relación con la educación (Carrillo et al., 2018; Martín y Gómez, 2017).
En suma, analizando la representación de los estudiantes sinaloenses sobre el éxito escolar se encontró que se construye un arquetipo concreto del estudiante exitoso. Los resultados mostraron que los jóvenes relacionan al estudiante exitoso con habilidades interpersonales que favorecen el logro de reconocimiento social. Como era de esperar, el éxito escolar ha sido asociado con el aprendizaje, en concreto, con una dimensión práctica. A su vez, el éxito se relaciona con el interés por estudiar y con la permanencia escolar. Este resultado nos permite aportar una visión diferente a los estudios planteados sobre los determinantes personales del éxito. El éxito escolar en Sinaloa se asocia con prácticas concretas, en específico, se destaca como una trayectoria educativa de éxito la permanencia en el bachillerato.
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