Revista Electrónica de Investigación Educativa
Vol. 15, Núm. 1, 2013
Chagas en Argentina: ¿qué saben los docentes?
Chagas Disease in Argentina: What Do Teachers Know?
Liliana Crocco (*)
lcrocco@efn.uncor.edu
Ana Graciela López (*)
alopez@efn.uncor.edu
Claudia Susana Rodríguez (*)
claudiarodriguez@efn.uncor.edu
(*) Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
Universidad Nacional de Córdoba
Av. Vélez Sársfield 299
Piso 5. X5000JJC
Córdoba, Argentina
(Recibido: 8 de mayo de 2012; aceptado para su publicación: 17 de octubre
de 2012)
Resumen
En el marco de los Programas de Control de la enfermedad de Chagas las escuelas
juegan un importante rol desarrollando actividades de prevención y promoción,
para lo cual se requiere de docentes actualizados y capacitados. Con el objetivo
de evaluar qué conocimientos tienen los docentes sobre la enfermedad
de Chagas, se encuestó docentes de Nivel Primario de escuelas rurales
(ER) y urbanas (EU) de Argentina
pertenecientes a comunidades donde no se han realizado intervenciones educativas.
Los resultados obtenidos indican que la transmisión vectorial es reconocida
por la mayoría de los docentes (91%); sin embargo hay desconocimiento
de otras vías. Ningún docente del área rural y sólo
un 5.7% de los docentes de EU nombraron la vía
congénita. Las oportunidades de capacitación también fueron
escasas e insuficientes. Estos resultados ponen en evidencia la idea persistente
de la enfermedad de Chagas ligada a ranchos, vinchucas y área rural,
y pone de manifiesto la necesidad de formar y preparar a los docentes en esta
temática.
Palabras claves: Escuela, educación, enfermedad de Chagas, docentes.
Abstract
In the context of Chagas Disease Control Programs schools play an important
role in developing prevention and promotion activities, for which up to date
and trained teachers are required. In order to assess teachers’ knowledge
of Chagas disease, elementary school teachers, in both rural (ER)
and urban (EU) schools in Argentina in communities where
there have been no educational interventions, were surveyed. The findings indicate
that vector transmission is recognized by most teachers (91%) but there is a
lack of knowledge of other modes of transmission. No teachers in rural areas
and only 5.7% of teachers in urban areas mentioned congenital transmission.
Opportunities for training were also limited and insufficient. The findings
indicate the pervasive idea of Chagas disease being linked to ranches, bugs
and rural areas, highlighting the need to train and prepare teachers on the
subject.
Keywords: Schools, education, Chagas disease, teachers.
I. Introducción
La enfermedad de Chagas es considerada, en términos sociales y económicos,
una de las enfermedades parasitarias más importantes de América
Latina, con un total estimado por la Organización Mundial de la Salud,
de 100 millones de personas expuestas a la enfermedad y alrededor de 20 millones
de personas infectadas (Organización Panamericana de la Salud, 2006).
En Argentina se estima 1,600,000 infectados y 7,300,000 personas expuestas en
zona endémicas (OPS, 2006).
La enfermedad de Chagas es una entidad compleja que se caracteriza por su evolución
silenciosa atravesada por diversos factores que condicionan su desarrollo, como
el aislamiento, la situación social y económica de las personas
que conviven con la enfermedad. A esto se suma la poca conciencia en la sociedad
sobre la enfermedad, muchos no creen en su existencia y otros suponen que se
encuentra controlada en forma definitiva o que sólo ocurre en áreas
rurales. Como señala Briceño León (2007) la situación
cultural de esta problemática de salud es algo muy particular, porque
se trata de una enfermedad culturalmente inexistente.
A la problemática rural asociada a la pobreza y vinchucas (insectos vectores
de la enfermedad de la subfamilia Triatominae) donde la principal vía
de transmisión es la vectorial, se agrega el llamado rostro urbano de
la enfermedad de Chagas que, como consecuencia de las migraciones internas y
externas, cambió el mapa de distribución de esta enfermedad con
su urbanización y dispersión (Briceño León, 2007).
Estos desplazamientos tienen consecuencias profundas en la salud pública
al trasladar desde las zonas rurales a las grandes urbes dos formas de transmisión
aguda, la transfusional y la congénita.
Sin embargo, es factible controlar estas vías a través del examen
de la sangre que se ha de transfundir, de la detección en las mujeres
embarazadas y seguimiento del hijo de la mujer portadora de Trypanosoma
cruzi, detección de niños infectados para tratamiento etiológico
y del control de donantes y receptores de órganos. No obstante, la población
tiene escaso conocimiento sobre estas vías no vectoriales y menos aún
sobre las posibilidades de tratamiento. Esto requiere de medidas educativas
de concientización de los pobladores que motiven a la consulta médica
y diagnóstico oportuno de mujeres embarazadas y niños (hasta los
16 años).
En el área rural el control de la vía vectorial se realiza a través
de los rociados con insecticidas, que si bien se ha logrado disminuir la presencia
de Triatoma infestans en las viviendas, la problemática persiste
y aún se registran casos agudos por transmisión vectorial en varias
áreas de Argentina (Boletín Epidemiológico Anual del Ministerio
de Salud, 2009). Muchas son las causas de la persistencia de vinchucas en las
viviendas y sus alrededores, una de ellas tiene que ver con la escasa vigilancia
entomológica. En relación a ésta el mejor vigilante es
el morador de la vivienda, por lo cual las acciones educativas son fundamentales
(Crocco et al., 2010; Sanmartino, 2007; Esteso, 1984). Sin embargo,
la comunidad no siempre se involucra y participa de estas acciones debido, principalmente,
a que tienen otras necesidades y no consideran a la enfermedad de Chagas como
una problemática. Frente a estos obstáculos, Crocco et al.
(2005) proponen a la escuela como el ámbito más propicio para
desarrollar acciones de vigilancia y prevención de la enfermedad de Chagas
desde la promoción de la salud. La escuela es una de las instituciones
que promueven la salud, no sólo a través de la currícula
escolar sino por el apoyo que presta a la familia y a la comunidad en la que
está inmersa.
La importancia de los escolares en acciones de salud es una ventaja manifestada
por varios autores (Bundy y Guyatt, 1996; Crocco et al., 2001 y Rodríguez
et al., 2002), quienes proponen a los niños como agentes de cambio a
través de la transferencia de conocimientos sobre salud a la comunidad,
debido a su mayor disponibilidad, atención y capacidad de diseminar la
información (Sanmartino y Crocco 2000).
Hay experiencias con resultados positivos, en las que los alumnos vigilan sus
viviendas y/o transmiten mensajes saludables (Catalá, 2000; Crocco et
al., 2006, Falavigna-Guilherme et al., 2002), en general estas
intervenciones han dependido de proyectos y se ha detectado que la aplicación
de estas estrategias en el aula se vio dificultada debido a la escasa formación
de los docentes en relación a la problemática de la enfermedad
de Chagas.
Para que el alumno pueda construir este rol como promotor de la salud –y
de la enfermedad de Chagas en particular– dentro de la escuela, en su
familia y en su comunidad, se requiere de docentes capacitados y de herramientas
didácticas que orienten al docente en estas acciones (Crocco et al.,
2005).
Considerando las distintas vías de transmisión para las cuales
la acción de las personas es importante, el tema sobre enfermedad de
Chagas debería tratarse no sólo en áreas relacionadas con
vinchucas sino que, considerando la problemática actual relacionada a
los movimientos migratorios, todas las escuelas deberían tratar el tema.
La escuela no sólo es importante en las tareas de vigilancia y prevención,
sino que también es el espacio para desarrollar actividades de concientización
y sensibilización sobre la enfermedad de Chagas, de manera que se haga
visible esta problemática de salud y que las personas sepan de qué
se trata y qué deben hacer.
El conocimiento de los docentes sobre la enfermedad de Chagas como problema
social multidimensional es esencial para llevar a cabo estas propuestas en cualquier
escuela de Argentina, no obstante, es un tema que no está incluido en
la formación del docente.
Considerando el rol fundamental de la educación, y de las escuelas en
particular, este trabajo tiene como objetivo evaluar qué conocimientos
tienen los docentes sobre esta problemática de salud como punto de partida
para el diseño de estrategias de capacitación y actualización
que permitan al docente trabajar el tema en el aula y poner en marcha acciones
de prevención y promoción de la salud y de la enfermedad de Chagas
en particular.
II. Método
La metodología empleada fue tipo cuali-cuantitativo, mientras que su
naturaleza se define como descriptiva y exploratoria. El trabajo de campo se
desarrolló con docentes de Nivel Primario de las provincias de Córdoba
y Catamarca de Argentina (Provincias de alto riesgo para la transmisión
vectorial, según el Programa Nacional de Chagas)
Se trabajó con docentes pertenecientes a dos tipos de escuelas. Por un
lado escuelas que pertenecen a comunidades con historia de presencia de vectores,
donde aún existen viviendas precarias y/o cercanas a áreas con
vinchucas, a estas escuelas se les denominó Escuelas Rurales (ER);
por otro lado, escuelas ubicadas en comunidades típicamente urbanas o
en comunidades donde históricamente no hubo vinchucas ni están
relacionadas con áreas infestadas, las denominamos Escuelas Urbanas (EU).
Se encuestó a 29 docentes de ER y 70 pertenecientes
a EU. La muestra no se eligió al azar ni de modo
estratificado, sino que se hizo en función de la accesibilidad para trabajar
con los docentes en las escuelas, en especial teniendo en cuenta que hay escuelas
rurales de difícil acceso y con no más de dos docentes. También
se consideró excluir escuelas que hayan tenido algún tipo de intervención
educativa externa relacionada con la temática de la enfermedad de Chagas.
Como instrumento de recolección de la investigación se utilizó
un cuestionario ad hoc validado y precodificado. El cuestionario incluyó
los siguientes ítems: cómo define a la enfermedad de Chagas, mecanismos
de transmisión en áreas rural y urbana, hábitos del vector.
Los temas se seleccionaron teniendo en cuenta el siguiente listado de nociones
básicas propuesto por Sanmartino y Crocco (2000).
Lista de nociones elementales sobre la enfermedad de Chagas
1. Reconocimiento de vinchucas adultas.
2. Reconocimiento de ninfas.
3. La presencia de vinchucas
se detecta por las heces en las paredes.
4. Dentro del domicilio, las
vinchucas pueden estar en la cocina y los dormitorios.
5. En el peridomicilio, las vinchucas pueden estar en el gallinero, el corral
y los depósitos.
6. Los refugios de las vinchucas están en la pared, el techo, debajo
de la cama y en grietas.
7. El desorden favorece la presencia de vinchucas.
8. La falta de aseo de la vivienda favorece la presencia de vinchucas.
9. Las viviendas tipo “rancho” (con paredes de adobe, sin revoque,
y con techos de paja, barro o caña) favorecen la presencia de vinchucas.
10. Cuando hace calor hay más cantidad de vinchucas.
11. Las vinchucas se alimentan de sangre.
12. Las vinchucas pican cuando su huésped está en reposo, preferentemente
de noche.
13. Las vinchucas pican a los seres humanos.
14. Las vinchucas pican a las gallinas y otras aves.
15. Las vinchucas pican a los perros y otros mamíferos.
16. Las vinchucas transmiten una enfermedad.
17. La enfermedad que transmiten las vinchucas afecta al corazón.
18. En la mayoría de los casos, la enfermedad que transmiten las vinchucas
no tiene cura.
19. El nombre de la enfermedad es enfermedad de Chagas.
20. Las vinchucas transmiten la enfermedad de Chagas a través de las
heces.
21. La enfermedad la causan los parásitos que transmiten las vinchucas.
22. La transmisión vectorial de los parásitos se efectúa
por heridas o escoriaciones de la piel producidas por la picadura de la vinchuca
y a través de los ojos.
23. La enfermedad de Chagas también se puede transmitir a través
de transfusiones sanguíneas.
24. Existen otras vías de transmisión de la enfermedad de Chagas:
congénita, por transplante de órganos o digestiva.
25. Las vinchucas muertas son importantes en la transmisión de la enfermedad
Además se les preguntó
sobre la importancia que le otorgan al tema enfermedad de Chagas y las oportunidades
de capacitación en la problemática. La validación de este
instrumento se realizó a través de docentes y expertos en el tema.
Las variables cualitativas se expresaron como porcentajes y la significación
estadística se determinó con la prueba de Chi cuadrado de Pearson.
Las respuestas a las preguntas abiertas recibieron un tratamiento cualitativo
agrupándolas de acuerdo a categorías e indicadores que se construyeron
en función de los aportes de los docentes. De manera que las categorías
elaboradas para las preguntas abiertas resultaron emergentes a los datos obtenidos
realizaron análisis a través de tablas de contingencia. Se consideró
significación estadística a un valor de p< 0.001. Se utilizó
el programa SPSS versión 15.0.
III. Resultados
Ante la pregunta: ¿Cómo define a la enfermedad de Chagas?, el
mayor porcentaje de los docentes encuestados la definió como una enfermedad
parasitaria, y menos del 2% como una enfermedad endémica, no encontrándose
diferencias entre porcentajes para docentes de ER con
EU (ver Figura 1).
Al pedir a los docentes que asignaran importancia a esta enfermedad (mucha,
media, poca), la mayoría (80%) le asignó mucha importancia, el
20% restante la consideró una enfermedad de poca importancia, aclarando
que sabían muy poco sobre esta problemática de salud como para
asignarle relevancia. Algunos comentarios al respecto fueron: “Me creía
que esta enfermedad solo estaba limitada al área rural…”,
“esta enfermedad ya no es un problema como antes”, “ya no
se escucha sobre esta enfermedad y en los libros ya no está”.
Figura 1. Porcentajes de respuestas a la pregunta: ¿Cómo define
a la enfermedad de Chagas?
En relación a los mecanismos
de transmisión, se preguntó: ¿Conoce cuál o cuáles
son los principales mecanismos de transmisión de la enfermedad de Chagas
para el área rural y cuáles para el área urbana? La importancia
de esta pregunta, separando ámbito rural y ámbito urbano, fue
para corroborar o no el supuesto de que son pocos los que saben sobre los mecanismos
de transmisión transfusional y congénito, y la importancia de
estos mecanismos en área urbana o en áreas sin vinchucas. En relación
al principal mecanismo de transmisión en el ámbito rural, aproximadamente
el 91% de los docentes de ER reconocen a la vía
de transmisión vectorial (a través de la vinchuca) como la más
importante, este porcentaje fue significativamente superior (p< 0.001) al
de los docentes de EU, donde menos del 50% lo identifican
como el principal mecanismo de transmisión. Por otra parte, relacionado
al principal mecanismo de transmisión de la enfermedad de Chagas en el
área urbana, la vía transfusional fue identificada como el principal
mecanismo por los docentes de EU, seguida de la transmisión
congénita, aunque en un porcentaje menor al 10%. Los docentes de ER no
identificaron ninguno de estos mecanismos como posibles vías de transmisión
de la enfermedad de Chagas en el área urbana.
Es común la confusión sobre cómo la vinchuca (Triatominae)
transmite al parásito (Trypanosoma cruzi). Cuando se preguntó:
¿De qué manera la vinchuca transmite la enfermedad de Chagas?,
el porcentaje de docentes que indicó que a través de las heces
de estos insectos no superó el 60%, y no se registraron diferencias entre
docentes de ER (42.4%) con EU (58.6%).
El resto de los docentes sostuvo que la transmisión de la enfermedad
es por la picadura de la vinchuca (ER = 39.3% y EU
= 37.1%) (ver tabla I).
Tabla I: Principales
mecanismos de transmisión de la enfermedad de Chagas en el área
rural y en el área urbana (porcentaje de respuestas positivas).
Teniendo en cuenta que una de las problemáticas actuales en el área rural tiene que ver con la presencia de vinchucas en el peridomicilio y el rol que cumplen los animales domésticos en mantener poblaciones de vinchucas, se preguntó: ¿Dónde puedo encontrar vinchucas fuera de la vivienda? y, además de las personas, ¿puede la vinchuca alimentarse de otro animal? Estas preguntas no fueron respondidas por un alto porcentaje (85%) de los docentes de EU, por ello los análisis se realizaron considerando solamente a los docentes que respondieron a estas preguntas (docentes ER= 29 y docentes EU = 10). Los sitios donde se pueden encontrar vinchucas fuera de la vivienda (donde duerme el perro, en el gallinero, en los corrales) fueron reconocidos en mayor porcentaje por los docentes de ER. Por otra parte no hubo diferencias entre docentes de ER y EU en las respuestas que señalaron como posible fuente de alimento a perros y gallinas (ver tabla II).
Tabla II: Porcentajes
de respuestas positivas sobre dónde se pueden encontrar vinchucas fuera
de la vivienda y si se alimentan de perros y/o gallinas.
En relación a la pregunta:
¿Alguna vez tuvo la oportunidad de capacitarse y actualizarse sobre la
enfermedad de Chagas?, del total de docentes encuestados sólo un 13%
recibió alguna vez una capacitación sobre esta problemática
de salud.
Con el objetivo de evaluar si los docentes que recibieron capacitación
sobre el tema fueron los que más acertaron en las respuestas, se dividió
al total de docentes (ER y EU) en
dos grupos: docentes con capacitación y docentes sin capacitación,
y se compararon las respuestas a través del análisis de tablas
de contingencia. En este análisis no se encontraron relaciones entre
docentes con capacitación y porcentaje de respuestas acertadas sobre
mecanismos de transmisión, ni sobre hábitos de las vinchucas.
Por ejemplo, en relación a los mecanismos de transmisión, ningún
docente con capacitación nombró la transmisión congénita,
sólo un 22% señaló a la transmisión vectorial y
un 11% a la transmisión transfusional.
Por otra parte, sólo el 31.9% de los docentes encuestados trató
alguna vez el tema de la enfermedad de Chagas en el aula. Con la idea de que
probablemente los docentes con capacitación fueron los que alguna vez
trataron el tema en el aula, se analizaron tablas de contingencia. De este análisis
se observó que sólo el 18% de los docentes que dieron el tema
de la enfermedad de Chagas en el aula había realizado una capacitación
sobre el tema. El 81% de los docentes que dieron el tema en el aula no habían
recibido capacitación, no se observó relación entre docentes
con capacitación y transferencia en el aula.
En relación a: ¿Qué aspectos de la enfermedad de Chagas
trabajaron en el aula aquellos docentes que abordaron la problemática
alguna vez?, la mayoría enfatizó en los temas sobre prevención
centrándose en la higiene de la vivienda, ningún docente señaló
como tema mecanismos de transmisión (ver figura 2).
Figura 2. Porcentajes de respuestas a la pregunta: ¿Qué aspectos
de la enfermedad
de Chagas trabajó alguna vez en el aula?
Todos los docentes consideraron importante
trabajar la enfermedad de Chagas en el aula, el 80% de ellos atribuye la importancia
del tema para trabajar aspectos relativos a la prevención, el resto sólo
porque considera que es una enfermedad importante.
IV. Discusión
El componente educación y comunicación es ampliamente sostenido
como fundamental para las acciones de control y prevención de la enfermedad
de Chagas (OPS, 2007; Pinto Díaz, 1991). La educación
constituye una herramienta esencial para superar barreras de comunicación
y crear un canal abierto para la transmisión de información básica,
permitiendo el control de la enfermedad, al incrementar el conocimiento y aplicar
medidas de prevención efectivas.
En este contexto las escuelas juegan un rol fundamental. En este trabajo todos
los docentes señalan que es importante instalar el tema de la enfermedad
de Chagas en las escuelas, admitiendo que durante su formación no han
visto este tema y por lo tanto no tienen muy en claro su importancia. Sólo
un 13% de los docentes encuestados señalaron haber recibido algún
tipo de capacitación sobre esta problemática de salud.
Al igual que lo señalado por Herrera et al. (2007) y Sanmartino
y Crocco (2000) con otras comunidades, en este trabajo también persiste
la idea de la enfermedad de Chagas ligada a vinchucas y al área rural.
Lo poco que saben los docentes aquí encuestados sobre la enfermedad de
Chagas, tanto de las escuelas rurales como de las urbanas (ER
y EU), está limitado a la idea de enfermedad de
Chagas rancho- vinchucas-área rural. La falta de conocimiento sobre los
mecanismos de transmisión pone en evidencia esta relación. El
90% de docentes de ER reconoce a la transmisión
vectorial como un mecanismo por el cual se puede contraer esta enfermedad en
el área rural. La transmisión congénita y transfusional
no fueron señaladas como mecanismos de transmisión por ningún
docente de ER y no más del 5.7% y 41.4% de los
docentes de EU señaló que estos son posibles
mecanismos en el área urbana. El conocimiento sobre estas vías
de transmisión, en especial la congénita en el área urbana,
es de gran importancia, ya que por los movimientos migratorios cada vez es más
frecuente en las grandes ciudades el aporte de personas con la enfermedad de
Chagas que vienen de áreas endémicas y/o rurales y que desconocen
este mecanismo de transmisión. Al respecto, un informe de la OPS
(2007) señala que hay información básica que docentes deberían
manejar, tales como: que el niño con Chagas congénito, oportuna
y adecuadamente tratado, tiene cura; una mujer infectada con Trypanosoma
cruzi puede transmitir la infección durante el embarazo al feto,
aunque no todas lo transmiten; la transmisión puede ocurrir en más
de un embarazo; el diagnóstico es relativamente sencillo tanto en la
madre como en el niño; entre otras.
Con estos conocimientos, el docente podría concientizar y sensibilizar
–a través de los alumnos– sobre la importancia del diagnóstico
en las madres embarazadas, de niños menores de 15 años y de la
importancia del control de las transfusiones, entre otras. Si, además,
el docente se encuentra en una escuela que pertenece a una comunidad con vinchucas,
su rol será fundamental no sólo para preparar a los alumnos en
vigilantes de las viviendas (Crocco et al., 2005), sino también
para insistir sobre la importancia del cuidado del ambiente evitando refugios
para la vinchuca en el marco de ambientes saludables.
Con respecto a los vectores, es importante que maneje aspectos sobre hábitos
de las vinchucas, de quién se alimenta, cómo se comporta y cuáles
son los factores de riesgo que permiten el refugio de estos insectos (Sanmartino
y Crocco, 2000). En el presente estudio no más de la mitad de los docentes
de ER reconoce al perro y gallinas como fuente alimenticia
de las vinchucas y, por lo tanto, los lugares donde se encuentran como refugios
de las mismas. El conocimiento de estos factores de riesgo por la población
es fundamental, ya que pueden incorporar hábitos higiénicos para
evitar estos refugios (Sanmartino y Crocco, 2000).
La escasa, y a veces nula, información de los docentes fue observada
incluso en los pocos docentes que alguna vez recibieron capacitación
sobre esta enfermedad. Probablemente porque, en general, los programas de capacitación
para docentes tienen un enfoque médico sin considerar a la enfermedad
de Chagas en sus dimensiones sociales, culturales y biológicas.
Los propios docentes reconocen no haber recibido apenas formación graduada
ni posgraduada en temas relacionados con la salud y con la enfermedad de Chagas
en particular, destacan esta escasa formación como uno de los obstáculos
para llevar a cabo proyectos en el aula. También señalan como
dificultades los programas sobrecargados, la falta de formación, la carencia
de material didáctico y el escaso apoyo institucional.
Esta problemática se extiende a temas de salud en general, ya que los
maestros tienen problemas desde su formación para desarrollar los temas
de educación para la salud. Ayudar a construir el conocimiento en las
aulas no es tarea fácil, sobre todo cuando los responsables de ejercer
la docencia en la Educación Básica no reciben capacitación
para estar actualizados tanto en esta área que nos ocupa, como desde
el punto de vista pedagógico (Valverde, 1999).
No hay duda de la necesidad de formar y preparar a los docentes en estos temas
en el marco de la promoción de la salud y con un enfoque holístico
considerando a la enfermedad de Chagas como un problema complejo. El desafío
es a través de qué estrategias y cómo implementar y motivar
el trabajo en el aula sin que esto signifique sobrecarga de proyectos y tampoco
se limite a clases expositivas.
Es necesario tener presente que la educación para la salud, entendida
como el desarrollo de comportamientos para prevenir enfermedades y generar espacios
saludables, es una temática compleja y multidimensional.
Este estudio evidencia que uno de los nudos críticos en el limitado conocimiento
sobre la enfermedad de Chagas de los docentes radica en una formación
docente deficiente con respecto a salud en general y de esta enfermedad en particular.
Esto amerita un llamado a las instituciones de formación docente a realizar
una revisión crítica del diseño de las políticas,
particularmente en cuanto a los planes de estudio. Se sugiere incluir específicamente
la enfermedad de Chagas desde un enfoque holístico a nivel de formación
de profesores, considerando el tema desde distintos aspectos, social, biológico,
médico, ecológico.
Se insiste en la necesidad de que la currícula escolar contenga aspectos
de la enfermedad de Chagas rural y urbano, tanto los aspectos bio-médicos
como los aspectos sociales y culturales (enfoque holístico) que constituyen
factores de riesgo en la transmisión, dando énfasis en las características
regionales que modifican el nivel de riesgo, tales como las migraciones humanas
frecuentes, nivel de pobreza, tipo de casa, costumbres higiénicas, etc.).
Referencias
Briceño León, R., y Galván, J. M. (2007). The social determinants
of Chagas disease and the transformation of Latin America. Memórias
do Instituto Oswaldo Cruz, 102(1), 109-12.
Ministerio de Salud (2009). Boletín epidemiológico anual.
Buenos Aires, Argentina.
Bundy, A. P., y Guyatt, H. L. (1996). Schools for health: focus of health, education
and the school age child. Paras Today, 8(12), 1-16.
Catalá, S. (2000). Brigadas escolares de vigilancia “anti-vinchucas”.
Una propuesta educativa para la prevención de la Enfermedad de Chagas.
Revista de Educación en Biología, 3(2), 30-35. Recuperado de http://www.adbia.com.ar/reb/rebindice2.htm
Crocco, L., Nattero, J., Rodríguez, C., López, A., Catalá,
S. y De Longhi, A. (2001). Escolares como agentes vigilantes de la enfermedad
de Chagas: estrategias educativas, II Simposio Internacional de Lucha Antivectorial
y Participación Comunitaria, Varadero, Cuba.
Crocco, L., Rodríguez, C., Catala, S. y Nattero, J. (2005). Enfermedad
de Chagas en Argentina: herramientas para que los escolares vigilen y determinen
la presencia de factores de riesgo en sus viviendas. Cadernos de Saúde
Pública, 21(2), 646-651.
Crocco, L., Rodríguez, C. y De Longhi, A. (2006). Modelos de gestión
interinstitucional para la promoción de la salud desde la escuela: caso
Chagas y dengue. Revista Iberoamericana de la Educación,
38(6). Recuperado de http://www.rieoei.org/experiencias121.htm
Crocco, L., López, A., Rodríguez, C. y Catalá, S. (2010).
Controlando la enfermedad de Chagas desde la escuela. Revista Educación
en Biología, 13(2), 16-20.
Esteso, S. C. (1984). Educación popular, punto débil en la lucha
contra la enfermedad de Chagas. Revista de la Facultad de Ciencias Médicas,
42, 14-17.
Falavigna- Guilherme, A. L., Lima Costa, A., Batista, O., Pavanelli, G. C.,
Marques de Araújo, S. (2002). Atividades educativas para o controle de
triatomíneos em área de vigilância epidemiológica
do Estado do Paraná [Actividades educativas para el control de insectos
en el ámbito de la vigilancia del estado de Paraná]. Cadernos
de Saúde Pública, 18(6), 1543 -1550.
Herrera, L., Aguilar, C. M., Brito, A. y Morocoima, A. (2007). Conocimiento
y riesgo de infección para la Tripanosomiasis Americana o Enfermedad
de Chagas en áreas rurales de Venezuela. Revista de la Facultad de
Ciencias de la Salud, 11(1).
Organización Panamericana
de la Salud (2006). Estimación cuantitativa de la enfermedad de Chagas
en las Américas. Montevideo: Autor.
Organización Panamericana de la Salud (2007, mayo). Consulta Técnica
sobre Información, Educación y Comunicación (IEC)
en Enfermedad de Chagas Congénita. Montevideo: Autor.
Pinto Días, J. C. (1991). Educación y participación
comunitaria. Taller sobre erradicación o control de la enfermedad de
Chagas en Chile. Santiago de Chile: Universidad Nacional de Chile.
Rodríguez, C., Crocco, L., Estrabou, C., López, A. y Catalá,
S. (2002). Conocimientos, actitudes y prácticas acerca de la enfermedad
de Chagas, documento presentado en el Congreso Iberoamericano de Ambiente
y Calidad de Vida, Catamarca, Argentina.
Sanmartino, M. y Crocco, L. (2000). Conocimientos sobre la enfermedad de Chagas
y factores de riesgo en comunidades epidemiológicamente diferentes de
Argentina.Revista Panamericana Salud Pública, 7(3), 173-178.
Sanmartino, M. (2007). Democratizar el conocimiento para buscar una solución
integral a la problemática del Chagas en Latinoamérica, ponencia
presentada en el IV Congreso sobre Comunicación Social de la Ciencia,
Madrid, España.
Valverde, M. (1999). Guía para el maestro de una escuela promotora de
la salud, en M. García Viveros, Salud comunitaria y promoción
de la salud. España: ICEPSS Editores.
Para citar este artículo, le recomendamos el siguiente formato:
Crocco, L., López, A. G. y Rodríguez, C. (2013). Chagas en Argentina: ¿qué saben los docentes? Revista Electrónica de Investigación Educativa, 15(1), 75-87. Recuperado de http://redie.uabc.mx/vol15no1/contenido-croccolopez.html