Revista Electrónica de Investigación Educativa
Vol. 2, Núm. 2, 2000
La reinvención de la universidad,
en busca de su comunidad
Daniel Cazés Menache
2
danielcm@servidor.unam.mx
Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades
Universidad Nacional Autónoma de México
Torre de Humanidades 4° piso,
Ciudad Universitaria
Colonia Copilco, 04510
Delegación Coyoacan
México, D.F., México
Eduardo Ibarra Colado
eic@xanum.uam.mx
Posgrado en Estudios Sociales Área de Estudios Organizacionales
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
A. P. 86-113
Villa Coapa, 14391
México, D.F., México
Luis Porter Galetar
porter@servidor.unam.mx
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco
Carmen 16
Col. San Bernabé Ocotepec
Magdalena Contreras, 10300
México, D.F., México
Frente a la crisis que representó la huelga de la Universidad Nacional Autónoma de México no solo para esa institución sino para el conjunto de instituciones públicas responsables de la educación superior en México, la comunidad académica permaneció a la expectativa, como impávida espectadora de acontecimientos que pareció no saber interpretar. Frente a este silencio y ante la posibilidad de realizar un nuevo Congreso Universitario para reconstruir la UNAM, el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) convocó a un encuentro de especialistas en este tema, buscando generar el diálogo razonado, y abrir nuevas perspectivas para re-conocer a la universidad desde sus transformaciones y su por-venir. El encuentro reunió a 55 ponentes, que debatieron en mesas de trabajo alrededor de ocho ejes problemáticos: La transformación de la universidad en México y el mundo, La universidad y la sociedad, El Estado, la universidad y la sociedad, Gobierno de la universidad y participación de sus comunidades, La democracia en la universidad, Normatividad y universidad, y el por-venir de la universidad.. El presente artículo será el prólogo de los volúmenes que reúnen el resultado de dicho encuentro.
Palabras clave:
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ocupó durante los últimos meses importantes espacios en las notas informativas de los medios de comunicación. En ellas se destacaban las posturas de los protagonistas del conflicto universitario, que derivó en la huelga más larga de la historia moderna de la Universidad Nacional.3 Uno podría pensar que a lo largo de este grave conflicto se desataría una muy amplia discusión en torno a los problemas neurálgicos que debían enfrentar nuestra máxima casa de estudios y el sistema universitario en su conjunto, para alcanzar las transformaciones que posibilitaran su renovación como institución social, capaz de responder a los retos y exigencias que le plantean los nuevos tiempos. Sin embargo, esto no ocurrió. Salvo las notas editoriales publicadas en diversos medios impresos o las declaraciones de académicos de amplio reconocimiento, de funcionarios de alto nivel y de los protagonistas del movimiento estudiantil, la comunidad universitaria permaneció a la expectativa, como impávida espectadora de acontecimientos que no sabía como interpretar.4 Este fenómeno se puede explicar si atendemos, así sea hipotéticamente, a dos razones fundamentales. Por una parte, la comunidad universitaria ha experimentado a lo largo de la última década un proceso de atomización fuertemente vinculado a políticas y procedimientos de evaluación de todo tipo, las cuales han favorecido comportamientos individualistas y altamente competitivos que no permiten valorar suficientemente las finalidades sustantivas de la educación y el conocimiento. Por la otra, sobre todo cuando nos referimos a las comunidades de universitarios preocupados por comprender los problemas de la educación superior, éstos permanecieron apartados debido muy probablemente a que las viejas explicaciones se mostraban insuficientes ante los nuevos acontecimientos. Existía una gran necesidad de reflexionar en torno al conflicto de la UNAM y a los procesos de cambio del sistema universitario a lo largo de cuando menos la última década, pero no se sabía cómo, y nadie se decidía a iniciar el urgente debate que nos permitiera poner en cuestión las explicaciones que tuvieron vigencia en el pasado. El silencio imperante expresaba, de esta manera, una crisis de ideas en torno a la universidad y la consecuente inmovilidad que precede a la reacción ante un hecho inesperado. Sin lugar a dudas, los cambios producidos en estos años han trastocado el sentido social de la universidad, desdibujando su papel como referente cultural básico de la sociedad. De esta transformación en curso no se ha derivado hasta el momento, con suficiente claridad, su nueva identidad institucional, ni las funciones sustantivas que estaría llamada a atender. Esta ambigüedad ha propiciando también la confrontación de actores diversos que luchan entre sí sin mostrar nítidamente el proyecto que defienden, manteniéndose por ello resguardados bajo la protección de referentes simbólicos agotados, que no permiten generar ya los consensos indispensables para garantizar la viabilidad de la universidad como institución de la sociedad. Asimismo, los propios actores de la universidad han visto modificadas sus identidades al enfrentar nuevos modos de existencia que han privilegiado el deber hacia uno mismo por encima de la preservación de los intereses de la comunidad bajo esquemas de solidaridad. En un ambiente de fragmentación y de pérdida de referentes sociales como éste, insistamos, el propio conocimiento ha quedado rezagado, mostrándose incapaz para explicar con suficiencia el sentido de las transformaciones en curso, sus efectos y los posibles rumbos futuros que se abren ante el imperativo de su reforma definitiva. Por ello, el re-conocimiento de la universidad se presenta como tarea prioritaria e inaplazable, para estar en condiciones de avanzar en su reinvención colectiva, garantizando su por-venir como comunidad. En este escenario, y ante la posibilidad de realizar un nuevo Congreso Universitario para refundar a nuestra institución, el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) decidió lanzar una iniciativa que permitiera reactivar el diálogo razonado y que abriera nuevas perspectivas para re-conocer a la universidad desde sus transformaciones y su por-venir. Para ello convocamos a un amplio grupo de especialistas en temas universitarios que representaran la diversidad de posiciones en torno a los problemas de la universidad, garantizando a la vez un diálogo razonado, plural y abierto. Buscamos preservar en todo momento la diversidad de disciplinas que se cultivan en la universidad, motivando la conversación interdisciplinaria que ha caracterizado al Centro desde su fundación. Además, la convocatoria se sustentó en la libertad de los especialistas para delinear las sesiones de trabajo, aunque hicimos siempre un esfuerzo por incorporar algunos de los temas olvidados en este tipo de encuentros.
La agenda de problemas que teníamos enfrente para iniciar este esfuerzo de reconocimiento de la universidad era muy variada y sumamente compleja, y no se encontraba plenamente identificada. Decidimos ir dando forma a nuestra iniciativa a partir de la formulación de un conjunto de preguntas clave que requerían de respuestas, y que esperábamos funcionaran como detonador inicial de la reflexión que deseábamos propiciar. Tales preguntas delinearon ocho ejes problemáticos: Por supuesto, este conjunto de preguntas no agota de manera alguna las agendas de problemas que enfrenta la universidad. Sin embargo, muestra algunas de las preocupaciones sustanciales de quienes se encuentran discutiendo su situación actual y trabajan por la recreación de su futuro. En la capacidad que tengamos para responder a estas cuestiones, descansan nuestras posibilidades de re-conocimiento y reinvención participativa de la universidad. La respuesta fue inmediata, por lo que la iniciativa pronto tomó forma. El Encuentro de Especialistas en Educación Superior "Re-conocimiento de la universidad, de sus transformaciones y su por-venir" contó con la participación de 55 ponentes y la colaboración de más de treinta colegas que moderaron las mesas y los debates, y realizaron las relatorías respectivas.5 Además, los trabajos del encuentro iniciaron con un re-encuentro, pues Don Pablo González Casanova, investigador emérito de nuestra casa de estudios, aceptó generosamente volver al Centro que creó e impulsó durante su primera etapa, dictando la Conferencia Inaugural, que sin duda permitió poner en perspectiva los problemas más delicados que enfrenta la universidad.
El Encuentro se convocó con una doble finalidad. Por una parte, deseábamos propiciar un conjunto de diálogos y conversaciones que nos permitieran apreciar los grandes dilemas de la universidad, a la vez de avanzar en nuevas rutas explicativas que esperamos se desarrollen de manera sistemática en los próximos años. Por la otra, perseguíamos arribar como colectivo a un conjunto de propuestas, para animar el necesario debate que aguarda a la comunidad, como corresponsable de la urgente transformación de la UNAM y de todas las universidades del país. Este encuentro inaugura en el CEIICH una línea permanente de investigación sobre la educación superior, cuyo propósito es articular investigadores, proyectos en marcha e iniciativas que busquen sumar esfuerzos y alentar el diálogo interinstitucional. Los resultados del encuentro conforman tres volúmenes que permiten su difusión y profundización, asi como la continuación de esta nueva etapa de estudios sobre la universidad. Esperamos que el conjunto de materiales reunidos en esta obra haya logrado atender suficientemente estos propósitos. Los textos se encuentran organizados en cuatro cuadernos atendiendo a la reorganización temática de las 15 mesas de trabajo que comprendió el Encuentro. El primero de ellos agrupa los materiales dedicados a la discusión de las relaciones del Estado, la universidad y la sociedad, considerando como telón de fondo los procesos de globalización económica y distintos aspectos de la necesaria democratización de la sociedad y sus instituciones. El segundo cuaderno incluye textos que abordan el análisis de las políticas estatales en torno a la universidad. Se atienden aspectos relevantes de los programas gubernamentales de la última década, destacándose los procesos de evaluación y financiamiento de las instituciones, y los cambios esperados y/o realizados en las formas de gobierno de la universidad. En el tercer cuaderno se reúnen trabajos que examinan los procesos de conformación y cambio de los actores de la universidad, de manera destacada sus académicos, estudiantes y autoridades. Se insiste, además, en la importancia de las relaciones que tales actores mantienen entre sí como productoras de lo que las instituciones son y de lo que podrían ser en su porvenir. Finalmente, el cuarto cuaderno integra documentos que reflexionan en torno a los distintos modos de conocimiento que se cultivan en la universidad, destacando su relevancia social. La investigación científica y las humanidades, el arte, la difusión de la ciencia y el conocimiento, y la formación de investigadores, son actividades que se constituyen como razón de ser de la universidad y como exigencia de su preservación para atender las necesidades de la sociedad. La lectura y confrontación de cada texto y sus propuestas, derivará muy seguramente en la generación de nuevos ángulos de reflexión hasta ahora inadvertidos, y en otras propuestas que permitan enriquecer los esfuerzos que la comunidad realiza para conducir la transformación de su institución. La universidad se encuentra en busca de su comunidad, esperando su reinvención a partir del diálogo razonado y la construcción de consensos que le otorguen sentido social de cara a su por-venir.
1 Este encuentro de especialistas se llevó a cabo en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México del 7 al 21 de julio de 2000. Algunas de las ponencias pueden encontrarse en http://serpiente.dgsca.unam.mx/ceiich/ 2El Dr. Cazés, director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México, es el autor de la iniciativa de generar una línea de investigación permanente sobre educación superior que se inauguró con este seminario, contando con el apoyo del Dr. Eduardo Ibarra y el Dr. Luis Porter para su coordinación. 3 La huelga estudiantil de la UNAM se extendió del 20 de abril de 1999 al 6 de febrero del año 2000, alcanzando una duración de casi 10 meses. Desde entonces, su comunidad se prepara para llevar a cabo un nuevo Congreso Universitario, cuya realización y éxito dependerán de la voluntad de todos para debatir razonadamente, es decir, reconociendo y escuchando las posturas de cada cual en un ambiente de respeto y pluralidad. La construcción de los consensos necesarios para garantizar la reinvención de la UNAM, solo será posible si se recupera tal voluntad colectiva. 4 Un buen ejemplo de las posiciones suscitadas en torno al conflicto universitario se encuentran reunidas en Tello Péon, Nelia E., José Antonio de la Peña Mena y Carlos Garza Falla (coords.). (2000). Deslinde. La UNAM a debate, México: Cal y arena. En esta obra, Manuel Gil se pregunta dónde están los universitarios, mostrando la urgencia de la reforma orgánica de la UNAM, si desea verdaderamente la participación de su comunidad. 5 Con este Encuentro se iniciaron los trabajos del recién constituido Seminario Permanente de Estudios sobre la Educación Superior, que decidió crear el Centro para ampliar los espacios de reflexión académica existentes en tan importante materia, contribuyendo así, desde perspectivas interdisciplinarias, al conocimiento de sus problemas más urgentes y a la búsqueda de posibles vías de solución.
Para citar este artículo, le recomendamos el siguiente formato:
Cazés, D., Ibarra, E. y Porter, L.(2000). La reinvención de la universidad, en busca de su comunidad. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 2 (2). Consultado el día de mes de año en: http://redie.uabc.mx/vol2no2/contenido-cazes.html