Revista Electrónica de Investigación Educativa
Vol. 11, Núm. 1, 2009
Género y carrera: el gusto por el área
académica, como elemento en la
elección de una licenciatura
José Gamboa García
jgamboa@uach.mx
Departamento de Educación Continua, Abierta y a Distancia
Universidad Autónoma de Chihuahua
Campus I s/n, C.P. 31110
Chihuahua, Chihuahua, México
Rigoberto Marín Uribe
rmarin@uach.mx
Universidad Autónoma de Chihuahua
Filomeno Mata 2322, Fracc. Francisco I. Madero
Chihuahua, Chihuahua, México
(Recibido: 4 de septiembre de 2007; aceptado para su publicación: 17 de julio de 2008)
Como parte de un estudio sobre expectativas de beneficio entre aspirantes a ingresar a educación superior, en este artículo se aborda la elección de carrera en relación con el gusto académico, desde la perspectiva del análisis racional. Se encuestó a quienes presentaron examen de admisión en dos instituciones, para posteriormente efectuar análisis estadísticos con el fin de encontrar un modelo multivariado. Se encontró que las variables género, trabajo y edad se relacionan con el agrado del aspirante por la carrera seleccionada. El gusto por la carrera tiende a ser un elemento poco importante en las decisiones de mujeres empleadas, mayores de 20 años de edad. Entre los aspirantes cuyo padre apreciaba como muy importante la educación superior, fue mayor la probabilidad de que los varones consideraran el gusto por la carrera en su elección de licenciatura. Lo anterior confirma la variación de los cálculos racionales respecto de las características sociales.
Palabras clave: Elección de la carrera, diferencias de género, toma de decisiones.
Los estudios acerca de expectativas y decisiones sobre educación no han ocupado un lugar central en la investigación social en Iberoamérica. Sin embargo, se han desarrollado diversas propuestas para explicar el proceso de toma de decisiones y el papel que las expectativas juegan en él. Wright (2005) clasifica los modelos de toma de decisiones en tres tipos. Los primeros, denominados Modelos de racionalidad económica/instrumental, son los que la consideran como un proceso de obtención de evidencia y balance de costos y beneficios de un curso de acción posible, como lo hacen los teóricos del capital humano. El segundo grupo es el de los modelos estructuralistas, los cuales consideran las decisiones como el resultado de fuerzas exteriores, como identidad de género, antecedentes de clase, pertenencia étnica, influencia de otros individuos (padres, maestros), instituciones donde se estudió y condiciones económicas (como oportunidades laborales). Este segundo tipo de modelos enfatizan el papel de factores emocionales, preconcepciones y suposiciones (derivados de las fuerzas externas enunciadas antes), como elementos en la toma de decisiones. El tercer grupo es el de los modelos híbridos, los cuales son los más comunes en la investigación actual. En ellos se intenta articular el papel de las fuerzas externas con la identidad individual y con el sujeto como agente. Este trabajo se efectuó de acuerdo con la última de tales posturas, pues se asume que las características de las personas, debido a su posición social, se relacionan con las peculiaridades de sus análisis racionales. Las personas tienen expectativas cuando deciden sobre su vida escolar; sin embargo, en distintos estratos sociales se consideran diversos aspectos al tomar las decisiones y las expectativas tienen diferentes grados de racionalidad. La posición que las personas ocupan en la sociedad las lleva a tener diversas perspectivas, distintos valores, habilidades sociales y acceso a la información, así como diferentes capacidades para interpretarla. De lo anterior se puede colegir que la racionalidad detrás de las decisiones necesariamente está acotada por los aspectos no racionales y que, además, lo que es razonablemente conveniente para una persona no lo es para otra ubicada en distinto nicho social. Aunque muchos estudios se han enfocado a los análisis de tipo económico, enfocados a relaciones tipo costo-beneficio, respecto de las expectativas en educación también se admite la presencia de otros aspectos a tomar en cuenta en la búsqueda racional de objetivos (Sallop y Kirby, 2007). Malgwi, Howe y Burnaby (2005), en su estudio entre estudiantes de negocios, encontraron que el género era un factor importante en la selección del major. Entre mujeres y hombres, el interés por el área del conocimiento fue la influencia principal; pero para ellas, su aptitud en el área fue un aspecto importante, mientras que para los varones fue de más peso el ingreso monetario correspondiente al major de su elección. Los estudiantes de primer grado no parecían influidos por los cursos del ciclo escolar previo ni por los orientadores vocacionales; ni siquiera los padres ejercieron mucha influencia. Song y Glick (2004) encontraron diferencias relacionadas con el género y la pertenencia étnica. Las mujeres de origen chino, filipino y del sureste asiático tendían a escoger majors con ingresos potenciales mayores que las caucásicas. No encontraron diferencias importantes entre hombres y mujeres blancas y de origen coreano. Sin embargo, los varones de hogares en los cuales se habla un idioma extranjero tendían a escoger majors más lucrativos. El nivel educativo de la madre, la estructura familiar y el involucramiento de los padres en la educación de sus hijos tuvieron la mayor influencia al momento de que los hijos ingresaban a educación superior. Lackland y De Lisi (2001) señalan que el sistema de valores de los estudiantes funciona mejor como predictor de la selección del major, que las expectativas de éxito. Quienes hacen hincapié en la utilidad monetaria de la carrera, tenían mayores probabilidades de optar por el estudio de las ciencias. Por su parte, Turner y Bowen (1999) reportaron que hombres y mujeres se inclinan por distintos majors. Ellos encontraron que influyen, sobre todo, sus diferentes preferencias académicas, expectativas sobre el mercado laboral, los efectos de la experiencia escolar y aspectos sobre su preparación académica no detectados por los exámenes. En cambio, Lepppel, Williams y Waldauer (2001) encontraron diferencias en la selección del major relacionadas con características socioeconómicas. Aunque, independientemente del género, los estudiantes de familias adineradas tenían más probabilidad de escoger programas de negocios, y los alumnos de padre profesional o ejecutivo, de inclinarse por ingeniería y ciencias, se presentaron algunas diferencias por género. Las hijas de mujer profesional o ejecutiva tenían menor probabilidad de elegir el área de educación, en comparación con las demás. Lo contrario sucedía entre varones. En general, el empleo del padre tuvo mayor efecto en las mujeres y el de la madre en los hombres. Por otra parte, el efecto del estrato socioeconómico fue mayor en los varones que en las mujeres. En una investigación entre jóvenes con alto desempeño académico próximas a egresar de educación media superior, Marks y Houston (2002) encontraron que ellas incluían la maternidad en sus planes futuros, por lo que era de esperarse que buscaran carreras que les permitieran combinar el trabajo con las obligaciones familiares. Con la idea del docente como modelo a seguir, Canes y Rosen (1995) no encontraron ninguna influencia del género de los maestros en la selección del programa de educación superior. En México, Bartolucci (1994) encontró que la elección de carrera se derivaba del balance que el estudiante realizaba de su género, edad, origen social y desempeño escolar, entre otras variables, sin que alguna de éstas fuera preponderante sobre las demás. Aunque el género en relación con las elecciones académicas ha merecido atención, es patente la escasez de investigaciones que liguen las preferencias sobre las asignaturas con las decisiones (Wright, 2005). Es, precisamente, en cuanto al gusto académico por una carrera como elemento para elegirla y su relación con el género, sobre lo que se pretende hacer aportaciones en este trabajo.
1.1 Diseño de la investigación De acuerdo con Johnson y Christensen (2004), esta investigación es retrospectiva-transeccional, no experimental y explicativa. El método es mixto, secuencial cuantitativo-cualitativo, con propósito de complementariedad. Se presentan aquí exclusivamente avances de la etapa cuantitativa. Únicamente se aborda lo correspondiente a las características socioculturales y académicas, en relación con el agrado por la carrera a la que se aspira como elemento en la decisión para elegirla. 1.2 Población Se aplicó el cuestionario a los aspirantes a ingresar al Instituto Tecnológico de Chihuahua, y a las Facultades de Filosofía y Letras y Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Con ello sumaron 1,386 encuestados. 1.3 Instrumento Se diseñó un cuestionario con 65 reactivos, que incluía variables socioculturales del aspirante, de su madre y de su padre; así como conocimientos del mercado laboral, y de expectativas académicas y económicas. 1.4 Procedimiento Se entregó y recogió el instrumento junto con el examen de admisión, es decir, se realizó un censo. Se agruparon los reactivos del ámbito sociocultural en tres conjuntos: el primero correspondiente al sujeto, el segundo al padre y el tercero a la madre. Se buscó si existía relación estadística de cada uno de los reactivos con los demás de su grupo y, a la vez, respecto de la variable dependiente, en este caso gusto por la carrera a la que se aspira a ingresar (“Carrera de su gusto”). Esta variable se creó a partir del reactivo “¿Cuál fue su materia favorita en el bachillerato?”. Si la asignatura o área asentada por el aspirante está relacionada con la carrera a la que pretende ingresar, se considera que el gusto por el área académica formó parte del proceso de elección de carrera. En caso contrario, se toma como indicador de que el agrado por el área no forma parte de tal proceso. Por ejemplo, si alguien manifiesta que su materia favorita es matemáticas, pero pretende estudiar Letras Españolas, se interpreta como que esta persona no está tomando en cuenta sus gustos académicos para decidir respecto de su futuro escolar. Dado que la mayoría de las variables son categóricas, para el análisis estadístico se empleó el método loglineal.1 Como software de apoyo se usó el paquete SPSS 14 para Windows.
2.1. Descriptivos La distribución por género fue en partes casi iguales: 50.2% de mujeres y 49.5% de hombres. Cuatro quintas partes de los aspirantes tenían menos de 20 años de edad cuando presentaron su examen de admisión. Sólo un poco más de la cuarta parte de los aspirantes trabajaban al momento de presentar su examen de admisión. La mayoría de los aspirantes (82.8%) afirmaron que su padre consideraba muy importante que estudiaran una licenciatura. El 61.1% de los encuestados aspiraban a una carrera de su gusto. 2.2 Análisis estadísticos Para evitar celdas vacías se procedió a agrupar los valores de las variables, de manera que la mayoría de ellas quedó como binarias. Tanto las variables independientes, como la dependiente, fueron categóricas. Se pretendía encontrar relaciones multivariadas. Dado que a partir de cuatro variables es sumamente difícil, con una simple inspección, encontrar posibles relaciones interactivas entre variables, para tal fin se debe hacer uso de análisis multivariados como el loglineal (Losh, 2006). Éste permite encontrar relaciones estadísticas en tablas que incluyen más de dos variables, con el único límite de la cantidad de celdas vacías. Este tipo de análisis estadístico hace posible descubrir efectos indirectos o interactivos que, de otra forma, pasarían inadvertidos, sobre todo, cuando los efectos principales o directos son pequeños. Por medio del análisis loglineal se encontró un modelo multivariado estadísticamente significativo, según los parámetros señalados por Losh (2006). La Tabla I presenta el modelo y los estadísticos pertinentes. Tabla I. Contrastes de bondad de ajuste El modelo encontrado incluye tres asociaciones entre variables: El análisis loglineal no distingue entre variables dependientes e independientes: el orden en el que se presentan éstas es irrelevante. DSEXO corresponde a “Género del aspirante”, DEDAD a “Edad del aspirante”, DTRABSUJ a “El aspirante ¿trabaja?”, DIMPCARPAD a “Importancia dada por el padre del aspirante a estudiar una carrera” y el reactivo dependiente DMATFAV a “Carrera de su gusto”. En este caso, la primera asociación (DSEXO * DEDAD * DIMPCARPAD) no es de interés para esta investigación, debido a que no incluye la variable dependiente (MATFAV). No se encontró relación con el estado civil del aspirante, con las características de la madre ni con indicadores de estrato socioeconómico; tampoco con el promedio de calificaciones del bachillerato. El modelo ajustado presentó una razón de verosimilitudes con una significatividad menor a 0.80 y mayor de 0.20, por lo que es aceptable (Losh, 2006). De acuerdo con otros parámetros, el modelo es estadísticamente adecuado. La Figura 1 muestra que tanto las frecuencias observadas, como las esperadas, forman una diagonal. Ello indica que el modelo tuvo un ajuste correcto, es decir, las frecuencias observadas son muy semejantes a las esperadas, de acuerdo con el modelo ajustado (Garson, 2006). Por otro lado, la cercanía de los datos a una línea en ángulo de 45°, que se aprecia en la Figura 2, muestra que los residuales tuvieron una distribución normal, lo cual se interpreta como un indicador más de que el modelo presenta un ajuste correcto (Garson, 2006). El análisis loglineal no explicita si los efectos son principales o indirectos, sólo muestra asociaciones entre variables. Según lo recomendado por Losh (2006), se emplearon correlaciones, tanto para conocer los efectos principales o directos de cada variable independiente, como para los efectos indirectos o interactivos. En la Tabla II, se aprecian las correlaciones de Spearman para efectos principales: Tabla II. Correlaciones Rho de Spearman para efectos directos o principales Para una adecuada interpretación de la Tabla II, es necesario tener presentes los valores de las variables mostrados en la tabla III. Tabla III. Valores de las variables del modelo De la Tabla II se colige que los hombres tuvieron una mayor probabilidad de aspirar a una carrera de su agrado que las mujeres, puesto que al incluir el género, se incrementó también el valor de “Carrera de su gusto”. Respecto a la primera asociación de interés (DSEXO * DEDAD * DTRABSUJ * DMATFAV), se presentaron efectos interactivos, lo cual se detalla en la Tabla IV. Tabla IV. Correlaciones Rho de Spearman de “El aspirante, ¿trabaja?” por En la Tabla IV se observa que, tanto entre varones de cualquier edad como entre mujeres de 19 años o menos, no hay relación entre trabajar y el gusto por la carrera de su interés: la correlación no fue significativa. Sin embargo, entre las mujeres de 20 años o más se presentó una correlación negativa entre trabajo y gusto por la carrera. Esto significa que entre personas de género femenino mayores de 19 años, al aumentar el valor de la variable “El aspirante, ¿trabaja?”, disminuyó el gusto por la carrera. La probabilidad de que una mujer de 20 años o más que trabaja, aspirara a una carrera de su gusto, fue menor a la de cualquiera de los otros grupos de aspirantes, cualquiera que fuera la combinación de valores de las variables. La Tabla V muestra los efectos interactivos de la segunda asociación de interés (DSEXO * DIMPCARPAD * DMATFAV). Tabla V. Correlaciones Rho de Spearman entre “Género” y “Carrera de su gusto”, Ambos coeficientes de correlación son positivos, es decir, al aumentar el valor de la variable “género”, también aumentó el de la variable “Carrera de su gusto”. Tanto entre aquellos cuyo padre valoraba como muy importante el estudio de una carrera, como entre los hijos de quienes no lo apreciaban así, los hombres tuvieron mayores probabilidades que las mujeres de tratar de ingresar a una carrera de su gusto. Sin embargo, entre los aspirantes cuyo padre consideraba muy importante que su hija o hijo estudiara una licenciatura, el género masculino tenía una probabilidad aún mayor de aspirar a una carrera de su agrado.
1) DSEXO * DEDAD * DIMPCARPAD
2) DSEXO * DEDAD * DTRABSUJ * DMATFAV
3) DSEXO * DIMPCARPAD * DMATFAV
Figura 1. Frecuencias observadas y esperadas
Figura 2. Gráfico Q-Q normal de residuos corregidos
Por otra parte, los aspirantes de 20 años o más tenían una menor probabilidad de estudiar una licenciatura de su gusto, puesto que al aumentar la edad (de 19 años o menos a 20 o más), disminuyó el valor de “Carrera de su gusto”. Los aspirantes que trabajaban presentaron también menores probabilidades de aspirar a una carrera de su agrado, aunque la correlación fue muy pequeña. La correlación de “Importancia dada por el padre del aspirante a estudiar una carrera” con la variable dependiente no resultó significativa: no ejerció efecto directo.
“Carrera de su gusto” en grupos multivariados
según la “Importancia dada por el padre a estudiar una carrera”
En este estudio se encontró que el agrado por la carrera como elemento para seleccionarla, se relacionó con el género, el cual, aunque no presentó gran efecto principal, fue un factor importante cuando interactuó con la edad, el hecho de trabajar y la importancia dada por el padre a los estudios de licenciatura. A diferencia de Malgwi et al. (2005) y de Turner y Bowen (1999), no se encontró que el interés por el área académica fuera un aspecto muy importante para cualquier género. Lo fue más para los varones, pero sin tener gran impacto. También en contraste con Malgwi et al. (2005), sí se encontró influencia del padre en la elección de carrera, aunque sólo a través del género; la alta estima en que el padre tenga a los estudios superiores incrementa la probabilidad de que los varones escojan una carrera de su agrado. Las características socioeconómicas no parecieron estar relacionadas con el gusto por la carrera como elemento del proceso de toma de decisión en ninguno de los géneros, a diferencia de lo reportado por Leppel, Williams y Waldauer (2001). De los elementos que, según Bartolucci (1994), valoran los aspirantes para elegir carrera, sólo encontramos el género y la edad. Ni el desempeño escolar ni el origen social parecieron ejercer influencia en el agrado como aspecto involucrado al escoger una carrera. Si bien, en general las mujeres tuvieron una probabilidad menor que los varones de estar interesadas en una carrera de su agrado, cuando son mayores de 19 años y trabajan la probabilidad de estudiar una carrera de su agrado disminuye considerablemente. Lo anterior sugiere que estos factores inclinen a las personas de género femenino a valorar otros elementos como prioritarios al momento de decidir lo que es mejor estudiar, quizá a semejanza de lo planteado por Marks y Houston (2002): tal vez estas mujeres busquen una carrera que les permita cumplir con otras obligaciones.
En este trabajo se encontraron diferencias en la elección de carrera relacionadas con el género. Este ejerció influencia de forma directa y en interacción con variables como la edad, el hecho de trabajar y la importancia dada por el padre a los estudios de licenciatura. Según sea la combinación de valores de las variables mencionadas, el gusto por la carrera puede o no ser un elemento importante para elegirla. Tanto los varones, como los aspirantes con menos de 20 años de edad y aquellos que no trabajan, tuvieron una probabilidad ligeramente mayor de escoger una carrera de su preferencia. Pero las mujeres mayores de 19 años que se encontraban trabajando, presentaron una probabilidad considerablemente menor de elegir una carrera de su agrado. Elementos distintos del gusto por la licenciatura las llevaron a escoger su carrera: sus prioridades fueron otras. Finalmente, se concluye además, que son necesarios más estudios sobre las decisiones escolares. Asimismo, otros acercamientos con metodología cualitativa, seguramente pueden arrojar valiosa información.
Bartolucci, J. (1994). Desigualdad social, educación superior y sociología en México. Porrúa: México.
Canes, B. J. y Rosen, H. S. (1995). Following in her footsteps? Faculty gender composition and women's choices of college majors. Industrial & Labor Relations Review, 48, 486-504 Garson, G. D. (2006). Log-linear, logit, and probit models. Consultado el día 1 de marzo de 2006, en el sitio web de North Carolina State University: http://www2.chass.ncsu.edu/garson/pa765/logit.htm Johnson, B. y Christensen L. (2004). Educational research: Quantitative, qualitative, and mixed approaches. Consultado el día 20 junio de 2004, en el sitio web de University of South Alabama: http://www.southalabama.edu/coe/bset/johnson/2lectures.htm Lackland, A. C. y De Lisi, R . (2001). Students' choices of college majors that are gender traditional and nontraditional. Journal of College Student Development, 42, 39-48. Leppel, K, Williams, M. L. y Waldauer, C. (2001). The impact of parental occupation and socioeconomic status on choice of college major. Journal of Family and Economic Issues, 22, 373-394. Losh, S. C. (2006). The multivariate analysis of categorical data. Consultado el día 1 de mayo de 2006, en: http://mailer.fsu.edu/~slosh/CatDataGuide4.html Malgwi, C. A., Howe, M. A. y Burnaby, P. A. (2005). Influences on students' choice of college major. Journal of Education for Business, 80, 275-282. Marks, G. y Houston, D. M. (2002). The determinants of young women's Intentions about education, career development and family life. Journal of Education & Work, 15, 3, 321-336. Sallop, L. J. y Kirby, S. L. (2007). The role of gender and work experience on career and work force diversity expectations. Journal of Behavioral and Applied Management, 8, 122-130. Song, C., y Glick, J. E. (2004). College attendance and choice of college majors among Asian-American students. Social Science Quarterly, 85, 1401-1421. Turner, S. E. y Bowen, W. G. (1999). Choice of major: The changing (unchanging) gender gap. Industrial & Labor Relations Review, 52, 289-313. Wright, S. (2005). Young people's decision-making in 14-19 education and training: a review of the literature. The Nuffield Review of 14-19 education & Training (Briefing paper 4) Consultado el 2 de diciembre de 2005, en: http://www.nuffield14-19review.org.uk/files/documents91-1.pdf
1El método loglineal permite analizar tablas de contingencia multivariadas empleando el logaritmo natural de las frecuencias de las celdas. Loglineal busca relaciones entre las variables eliminando las interacciones estadísticamente no significativas, hasta alcanzar un modelo que incluya la menor cantidad de interacciones, pero que se ajuste a la tabla de datos observados. Es semejante al análisis de varianza, pero para datos categóricos. Para una explicación más detallada véase Losh (2006).
Para citar este artículo, le recomendamos el siguiente formato:
Gamboa, J. y Marín, R. (2009). Género y carrera: el gusto por el área académica, como elemento en la elección de una licenciatura. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 11 (1). Consultado el día de mes de año en: http://redie.uabc.mx/vol11no1/contenido-gamboa.html